Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial: “Acelerar la digitalización es la mejor vacuna para combatir la recesión económica”

Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, apura estas semanas de julio con el ajetreo propio del fin de curso, con decenas de proyectos en marcha en el ámbito digital y con la satisfacción de consolidar el kit digital como elemento dinamizador del tejido empresarial, a través de las pymes.

El perfil más tecnológico y emprendedor del Gobierno comparte con elEconomista.es su empeño por cambiar las cosas haciéndolas de forma distinta. Las inversiones son muy importantes, pero también las reformas, como las que permiten la creación de mecanismos de colaboración pública privada y favorecen la implicación de grandes y pequeñas empresas -a través de los PERTE-, dice. Entre sus retos a la vista destaca el duplicar el peso de la digitalización en la economía española, para que represente el 40% del PIB.

¿De qué forma pretende convertirse España en un referente europeo para la Inteligencia Artificial?

Estamos trabajando en temas muy interesantes que nos sitúan en posiciones de liderazgo en inteligencia artificial. De hecho, España va a ser el primer país europeo en disponer de una agencia de supervisión de inteligencia artificial. Así, antes de final de año habremos desarrollado la ley que autoriza la creación de ese organismo. A esto se añade el futuro centro europeo de transparencia algorítmica, que estará en Sevilla. Queremos ir por delante y no a remolque de otros. De esa forma, hemos conseguido que España sea el país piloto de toda la Unión Europea para liberar el sandbox de la inteligencia artificial y, así, poner a prueba el futuro reglamento. Vamos a evaluar esas normas, vamos a traducir las aspiraciones a nivel legal en requisitos concretos para las empresas y vamos a desarrollar guías de implementación de mejores prácticas y herramientas para que las empresas lo pongan en marcha. No queremos que ocurra -como con la GDPR-, que la gente no sabía cómo aplicar la regulación además de generar unos extracostes enormes y retrasos de dos años.

¿Conviene regular cuanto antes la Inteligencia Artificial para que no se desmande, al menos en cuestiones éticas?

Pensamos que es importante regular lo antes posible la inteligencia artificial por las potenciales implicaciones que ofrece y también por sus efectos potencialmente negativos para la sociedad y la economía. Queremos que se pueda implantar cuando llegue el momento de hacerlo. Ya nos hemos puesto de acuerdo la industria, los legisladores y las entidades de regulación para ver cómo lo haremos. La clave de este reglamento es que ofrece un buen equilibrio entre la regulación ex ante y ex post. Es muy complicado regular algo que está permanentemente en cambio, en evolución, porque nos podemos encontrar que un exceso de celo regulatorio termine matando la innovación.

Es curioso, ¿podría entenderse el regulador como un posible ‘asesino’ de la innovación?

No hay regulación buena o mala: o es inteligente o no lo es. Vengo de un sector donde recuerdo que Europa se convirtió en líder mundial en las tecnologías móviles gracias a una regulación, la del espectro radioeléctrico, y al papel estandarizador de la GSMA. Cuando en Europa disfrutábamos de la tecnología del roaming, los estadounidenses utilizan sus ‘busca’, incompatibles de un estado a otro por carecer de roaming. Hay ejemplos que confirman que la regulación puede ayudar a crear un sector, y también lo contrario. Por ambos casos, es muy importante hacerlo siempre bien.

¿Cómo será ese reglamento de inteligencia artificial?

Este reglamento no regula propiamente la tecnología, sino que regula los usos de riesgo. España, por ejemplo, ha sido pionera en incorporar el concepto de transparencia algorítmica en la regulación de los rider, ¿Pero eso cómo se traduce? ¿qué datos se demandan a las empresas? ¿de qué forma afecta a la propiedad industrial? ¿Cuáles son los posibles sesgos?... Todas estas cosas hemos decidido aterrizarlas. Es importantísimo que lleguemos a un acuerdo sobre qué es factible hacer técnicamente para generar certezas.

Esta visión parece disruptora...

Sí, es un concepto pionero. No se ha hecho nunca. Y no lo habíamos hecho antes para no influenciar en el debate legislativo. Por eso, en octubre lanzaremos el piloto. Desde ahora hasta el fin del verano crearemos en España el entorno legal para crear ese sandbox. La recepción de todo el sector ha sido buenísima, porque todos sitúan a España en posición de liderazgo en el desarrollo de la inteligencia artificial ética. De la mano de esta iniciativa también hemos sido el primer país que dice que va crear una agencia de supervisión de la inteligencia artificial, como decía antes.

¿Dónde se ubicará esa agencia estatal de inteligencia artificial?

Aún no se sabe. Ya lo han pedido ciudades como Granada y Orense, por ejemplo. Hace apenas unas semanas, el Consejo de Ministros aprobó un mecanismo para decidir la ubicación de futuras sedes y organismos estatales de nueva creación. Esta agencia estatal de inteligencia artificial será la primera en la que vamos a seguir este procedimiento de elección. La idea consiste en dar el pistoletazo de salida para este proceso antes de agosto. En un par de semanas abriremos un periodo de recepción de candidaturas, disponible a todos los interesados en igualdad de condiciones. Como decía, algunas ciudades ya se han ido postulando, pero pueden aparecer más de una decena de ciudades. Falta por evaluar los méritos correspondientes de cada candidato en cuanto a impacto económico en el sector, sinergias y otras muchas consideraciones.

¿Qué supondrá la agencia estatal para la ciudad que resulte elegida?

Esto no es instalar una fábrica, sino crear un entorno de sinergias y de diálogo permanente entre las universidades y la industria. Yo creo que esta agencia estatal, gracias al despliegue de conectividad de banda ancha extendida en todo el territorio, reforzará el atractivo de un país abierto al emprendimiento, el talento y la inversión. Esto ya no solo se concentra en las principales capitales, como Madrid o Barcelona, sino también en Bilbao, Valencia, Málaga, Granada, Galicia y Extremadura... y eso forma parte de nuestro impulso de la Agenda Digital. Precisamente este viernes celebramos un acto de revisión de ese primer año de la Agenda Digital junto con el presidente del Gobierno y la vicepresidenta primera, donde habrá oportunidad para valorar cómo ha cambiado nuestro país gracias a la implantación de la agenda digital. También presentaremos la estrategia Redtec, de creación de redes especializadas tecnológicas a nivel territorial.

Las grandes tecnológicas se han volcado el último año en España...

Sí, se han instalado más de 12 centros de I+D en ámbitos como la nanotecnología, la inteligencia artificial o la ciberseguridad. De hecho, todas las regiones de los Data Center de las tres mayores compañías (Amazon, Google, Microsoft) están presentes en España.

Hemos oído en otras ocasiones que reclamaba sistemas de medición de la economía del dato. ¿Qué problemas ocasiona esta deficiencia?

Es cierto. Los indicadores actuales no reflejan la economía real porque dejan fuera el valor de los datos, el talento, la capacidad de innovación y de disrupción, además del negocio de las plataformas y lo que transaccionan los ciudadanos, no solo con dinero sino también con datos. Tenemos que revisar cómo medimos las empresas. Son magnitudes que no aparecen en el balance de las sociedades y, por tanto, es como si no existieran. Debemos encontrar los nuevos indicadores de la economía real y España ya ha hecho este ejercicio de medición de la economía real, con valores directos, indirectos y derivados.

¿Cuánto hemos avanzado en el último año tras la puesta en marcha del programa Quantun Spain?

Hemos logrado muchos avances. Ya está en marcha la primera licitación de los componentes físicos del ordenador cuántico y estamos trabajando en los componentes lógicos. También estamos trabajando en dos emuladores, situados en dos puntos estratégicos de la geografía española, para que puedan ser accesibles para las universidades, centros de investigación e industrias. Además, en el reciente ‘Perte de los semiconductores’ hemos incorporado una línea de chip cuántico. Junto a todo lo anterior, también hemos realizado varias reuniones interministeriales para integrar otras iniciativas de otros ministerios alrededor de las tecnologías cuánticas.

¿Qué planes tiene el Gobierno para incrementar la cifra de unicornios en España?

Tenemos 11 unicornios actualmente en España, pero existen otros 25 potenciales. De todos ellos, al menos la mitad deberían convertirse en unicornios globales. Y me gustaría que hubiera mujeres liderándolos, porque por ahora no hay ninguna. Al final son dinámicas del mercado que no se pueden controlar solamente desde el país. Por eso es muy importante que España sea un destino relevante para atraer el talento. Las personas ya no van a trabajar donde están las empresas, sino que las empresas se van a instalar donde se encuentre el talento. Por lo pronto, España es el segundo país más atractivo del mundo para el teletrabajo y tenemos que lograr que sea visto como un gran destino para vivir y trabajar con gran calidad de vida.

¿Qué puede aportar la regulación para empujar esta tendencia?

No creo que se deba regular o desregular, yo creo que lo que hace falta es que las pymes no se queden fuera del tren de la digitalización, porque son el 90% del tejido productivo. Si lo hacemos bien en las pymes, lo haremos bien para la economía nacional. Pero si allí fallamos con las pequeñas y medianas empresas, será muy difícil mover la aguja.

¿De qué forma impulsarán la digitalización los PERTES ya previstos?

Cierto. Es importante recordar que tenemos 11 PERTES que inicialmente no estaban incluidos en la Agenda Digital, porque se desarrollaron después. En mi opinión, estos PERTES van a ser clave cómo macroproyectos tractores de la economía. Creo que son impactos que lograrán cambiar las normas del juego, porque si solamente inyectas dinero y no cambias las reglas del juego, no van a variar las dinámicas.

¿Qué valoración provisional hace de la iniciativa del kit digital?

Estamos muy satisfechos. Yo creo que no tiene parangón ni referente, ni en la historia de nuestro país ni en ningún otro país. En apenas tres meses de programa, se han concedido el 60% de las subvenciones entre todas las empresas potenciales. Ese ha sido el tramo 1. Hemos gestionado más de 68.000 subvenciones. Y la semana que viene llegaremos a la cifra de 20.000 bonos de 12.000 euros cada uno, todo ellos ya preconcedidos. Es una experiencia de éxito. Para poder llegar aquí, previamente hemos tenido que modernizarnos nosotros.

¿Y qué será lo siguiente?

Ahora viene la gran prueba, que es el siguiente tramo. Es decir, abarcar las empresas entre 3 y 9 trabajadores. Esto lo vamos a avanzar en un máximo de dos semanas. De esa forma, antes de irnos de vacaciones en agosto ya habremos lanzado la siguiente fase. Necesitamos muchísima capilaridad porque estamos llegando ya prácticamente al autónomo. Y después sólo nos quedarán las empresas de dos trabajadores a la vuelta del verano y antes de octubre. En la segunda parte del año lanzaremos el kit digital de la formación. Es muy importante que, a la vez que están haciendo está adopción tecnológica, vaya un cambio cultural por parte de los gerentes de la pyme. Muchas veces digo que la diferencia entre una pyme y una startup no es el tamaño, sino la mentalidad, el entender la dinámica de la economía digital.