Sin renunciar a casi nada

No hacía demasiado tiempo que el lector de huellas dactilares era una característica premium en un smartphone. Los últimos Moto e20 y e40 incorporan esa funcionalidad y cuestan 109,99 euros el primero y 149 euros el segundo. Forman parte de la familia más humilde aunque solo en precio de teléfonos móviles de Motorola -compañía de Lenovo-. Como vamos a ver a continuación, estos dispositivos no renuncian a ninguna de las cualidades que exigimos a día de hoy a cualquier terminal. Vamos a centrarnos en el modelo más avanzado, el e40, que hemos tenido oportunidad de probar.

Si seguimos en este análisis los tres principales criterios que solemos tener en cuenta a la hora de comprar un nuevo móvil -la cámara, la batería y el diseño- podemos decir que cuenta con una cámara triple que ofrece 48 MP de resolución en sus imágenes y tecnología Quad Pixel1, un sistema que notaremos especialmente cuando tomemos fotografías por la noche o en lugares de poca iluminación. Para la cámara frontal, nos quedamos con 8MP de resolución. Si nos referimos a la batería, sus 5000mAh nos dan para hasta 40 horas de uso intensivo, dos jornadas enteras en activo, ya sea con videojuegos, de conversación, etc. Por último, siguiendo ese esquema de los tres factores indispensables de compra, el diseño tampoco se ha descuidado, con un acabado texturizado que evita las huellas. Se puede adquirir en dos colores -gris carbón y rosa arcilla- y en este caso el dispositivo no incluye funda protectora de silicona, como suele ser habitual en la mayoría de sus productos. Aunque se hable de un “acabado metálico”, por ese rango de precios no podemos esperar materiales nobles y se trata de un tipo de plástico con un tratamiento especial.

Sin embargo, más allá de la cámara, de la batería y del diseño, quienes estamos ya acostumbrados a hacer desde el móvil buena parte de las funciones del ordenador también valoramos una buena pantalla y nos fijamos en el cerebro o procesador elegido. En este e40, encontramos una pantalla con una tasa de refresco de 90Hz, algo realmente inusual en productos de esta franja de precios. Aquí estaría la noticia o el principal punto a valorar de este terminal, la democratización de esa característica hasta ahora vista en los terminales premium. El tamaño de la pantalla, de 6,5 pulgadas, y su formato panorámico 20:9 con resolución HD+ Max Vision hacen que esa tasa de refresco tenga mucho más sentido porque es algo que podemos disfrutar a la hora de ver cine o de echar una partida de videojuegos. Si nos fijamos en el procesador, es de ocho núcleos y se ha optado por el Unisoc T700. Lo cierto es que en el uso cotidiano que hemos tenido durante unos días de prueba no hemos tenido ninguna incidencia. Sus 4GB de RAM pueden estar detrás de esa eficiencia en momentos en los que le hemos pedido que mantenga abiertas varias aplicaciones a la vez o que hemos estado hablando y respondiendo mensajes o consultando una web, descargando archivos del correo electrónico, etc.

En el repaso a otras especificaciones técnicas, encontramos también sus 64 GB de memoria interna, ampliables mediante tarjeta SD. También nos ha agradado encontrar un botón en el lateral exclusivo para activar el asistente de Google. Por buscarle un punto negativo -sin perder de vista su precio de 149 euros- sí echamos en falta el sistema de carga rápida, al que ya nos hemos acostumbrados en casi toda la familia Motorola.