¿A qué se debe este parón mundial?

La segunda mitad de 2021 estuvo marcada por un problema de desabastecimiento, tanto por los problemas en sí de falta de algunas materias primas, como por los atrasos en las entregas. Estos problemas han estado relacionados principalmente con los microchips semiconductores, esenciales para muchas industrias, desde los electrodomésticos, pasando por la automovilística, hasta los videojuegos, y prácticamente cualquier sector que incorpore tecnología digital, que por otra parte cada vez son más, ya que para aplicar el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés) es necesario que todos los dispositivos contengan estos chips para estar conectados.

El problema es una conjunción de varios factores; tanto la propia falta de ciertos bienes muy importantes para fabricar algunos productos -incluye la energía, ya que por ejemplo hemos visto en China parar varias fábricas en las últimas semanas- como el problema logístico de los puertos. El Covid-19 y los atrasos en entregas y recogidas, producidos por la falta de personal y la acumulación de mercancías en alta mar esperando para poder descargar, han provocado que decenas de barcos estén parados frente a muchos de los puertos más importantes del mundo, como Ningbo-Zhousan (China), Los Ángeles o Savannah (Estados Unidos).

Esta oferta decreciente, unida a una demanda que se ha mantenido estable, y que incluso ha subido debido a las estimulaciones de los gobiernos para los ciudadanos, han provocado este desajuste que nos ha dejado sin muchos productos clave -y que seguirá dejándonos sin ellos hasta la segunda mitad del 2022- y el encarecimiento de otros tantos.

Bienes clave como la luz, los combustibles fósiles, los chips semiconductores e incluso algunos alimentos como el aceite o el azúcar, han provocado una ola de inflación por todo el mundo que afecta a países como España o Estados Unidos, por ejemplo, donde la inflación supera el 5,4% y el 6,2%. Además, conforme se acercan las fechas navideñas, la demanda seguirá aumentando mientras que la oferta se mantendrá, por lo que el problema se acrecentará en los próximos meses, al menos hasta que vuelva la normalidad a los transportes.