Humanos digitales, la puerta de entrada del metaverso al sector salud

Metaverso, metaverso y más metaverso, un término que no para de inundar las conversaciones sobre nuestro futuro debido a sus múltiples utilidades, pero ¿qué beneficios como ciudadanos podemos obtener realmente de este universo digital?

Dentro del mundo virtual podemos obtener una copia de nuestra realidad sin límites físicos, sin líneas temporales definidas, donde prácticamente todo va a estar limitado a la imaginación de los creadores de contenido. Las aplicaciones del metaverso son múltiples, pero donde realmente puede impactar positivamente es en sectores primarios como la salud. Y es que, según Gartner, el 37% de los usuarios en 2025 solicitará usar un asistente digital para interactuar con el servicio de atención.

En los últimos dos años, los centros de atención sanitaria de muchos países como España estuvieron en el foco mediático debido a los problemas derivados de una pandemia mundial que obligaba a transformar aceleradamente sus procesos y generar datos para hacer frente de manera eficiente al Covid-19. Una situación que consiguió impulsar el uso de la consultas telemáticas o la atención con chatbots, entre otras innovaciones.

A pesar de que los ciudadanos españoles intentamos evitar hacer uso de los recursos sanitarios si no es estrictamente necesario, según el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, cerca del 80% de la población efectuó una media de 7 visitas anuales a su especialista de atención primaria durante este periodo.

A estos datos es importante añadir la evolución de la industria hacia un modelo de atención personalizada que nos ofrece servicios más personalizados accesibles, eficientes, seguros y cómodos. Solo en 2020, España aumentó su gasto sanitario en nuevas tecnologías hasta los 783 millones de euros, un 11% más respecto al año anterior según el último Índice SEIS, elaborado por la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS).

En Abai hemos analizado esta evolución de cerca y querido sumar valor en el campo de la relación con el público utilizando avatares 3D que sean capaces de comunicarse con los ciudadanos y convertirse en la puerta de entrada del metaverso. Nuestros avatares incorporan 3 capas de tecnología para prestar un servicio integral, que aporte valor y soluciones end to end.

La primera capa es el Interfaz, su cara, su aspecto, sus gestos, su espacio, sus pantallas. Todo está pensado para maximizar la capacidad comunicativa de los mismos. Ser capaces de transmitir el máximo mensaje en la menor cantidad de tiempo.

La segunda capa es la inteligencia, un cerebro de inteligencia artificial construido con los mejores motores de lenguaje natural capaz de entender al usuario a través de voz, texto o gestos en la pantalla.

La tercera capa es la de actuación, capaz de integrarse con cualquier sistema mediante automatización y robótica para ejecutar las acciones necesarias ofreciendo un completo paradigma de resolución. Una capa capaz de consultar, leer, modificar, en definitiva, transaccionar con los sistemas de información que respaldan todo el proceso.

En definitiva, un humano digital con cara, cerebro y brazos para facilitar el acceso a un mundo cada vez más conectado, un mundo que avanza hacia nuevos canales y formas de comunicación. Una realidad que abre las dimensiones de sus pantallas para entrar en universos 3D cada vez más realistas buscando experiencias interactivas en todos los ámbitos. Siendo capaces de llegar a los usuarios y pacientes para generar emociones, convencer, adaptarse, guiar, acompañar. En definitiva, ser el lado más humano de la transformación digital.

La aplicación del metaverso y los humanos digitales en el sector de la salud tiene como objetivo principal servir como apoyo a nuestros médicos y sanitarios. Actualmente podemos utilizar avatares en los cuestionarios de los pacientes cuya respuesta causa pudor a los usuarios, como las adicciones, detección de malos hábitos en menores, educación sexual, etc. También podemos utilizarlos para convencer y concienciar. A través de envíos a la población de SMS con acceso a avatares expertos en los procesos de cribado, conseguimos maximizar la realización de pruebas. O incluso dotar de un avatar experto a las escuelas de salud que sea capaz de guiar a los usuarios en el acceso a contenidos o incluso impartirlos él mismo.

Uno de los objetivos principales de los Humanos Digitales es ayudar a los ciudadanos con una inteligencia artificial que les sirva de interfaz con el portal y las aplicaciones de salud. Este punto es realmente relevante para la tercera edad, la parte de la población que más sufre la brecha tecnológica.

Otras de las aplicaciones serían la admisión de citas, convertirse en puntos de información para facilitar la ubicación de los ciudadanos en los centros de salud, hacer seguimiento de tratamientos o incluso reforzar ejercicios de mantenimiento o rehabilitación. Y es que, el 75% de los usuarios que han usado el teléfono como medio de atención ha declarado que le ha llevado más tiempo de lo esperado en 2022, según Gartner. En definitiva, la realidad del metaverso ha venido para quedarse, como mucho antes hicieron el Big Data o el Blockchain, herramientas que sirven a múltiples propósitos y que sólo están limitadas por la imaginación de sus diseñadores. El objetivo de los humanos digitales no es sustituir a nuestros médicos, eso sería imposible. Lo que sí pueden hacer es contribuir a hacer más sencillo y accesible el día a día de los ciudadanos. Unos humanos digitales capaces de gestionar todos los procesos digitales para que nuestros médicos y sanitarios se ocupen del lado más humano de la salud.