
Diego Fernández, fundador y presidente de ARQUIMEA Group: “En España, la banca no reconoce a las empresas tecnológicas. No entiende de futuribles”
Fundada en 2005, la compañía tecnológica española Arquimea Group desarrolla componentes y soluciones diversas para las últimas misiones de la NASA en Marte, para el mantenimiento ecológico de las balsas de riego de los agricultores, para la realización de pruebas genéticas, pruebas PCR de Covid-19...
Acaba de aparecer en un ranking que la sitúa entre las cinco compañías españolas de mayor crecimiento. En 2021 logró una facturación de 112 millones de euros y un beneficio de 17 millones. Su fundador, el doctor Diego Fernández, nos cuenta en esta entrevista cómo durante la pandemia doblaron el número de empleados hasta los actuales 600 repartidos por España, Estados Unidos, Alemania, Israel y Malasia. Nos explica aquí que, pese a que ha “multiplicado por diez su facturación en los últimos cuatro años”, como único accionista de la empresa, reinvierte los beneficios para poder seguir creciendo: “En España, la banca no reconoce a las empresas tecnológicas, no entiende de futuribles, sino que atiende sobre todo a balances”.
¿Cómo han conseguido crecer de esa forma en un periodo de incertidumbre?
Crecer a este ritmo en periodo de pandemia ha sido posible gracias a tres factores: la flexibilidad, el esfuerzo y la suerte. Cuando comenzó la pandemia nos adaptamos y potenciamos la unidad de negocio Arquimea Healthcare para dar respuesta a las nuevas necesidades tecnológicas de la sociedad. El equipo dio el 110%. Tuvimos suerte, pero es verdad que la suerte nos pilló trabajando.
¿Cuáles son los principales retos o problemas a los que han hecho frente últimamente?
Creciendo a este ritmo uno de los grandes retos que tenemos siempre es la financiación. Soy el único accionista, y reinvierto prácticamente todo el beneficio en la compañía, pero no es suficiente. Nos llegan oportunidades de inversión espectaculares y el motivo por el que no crecemos más rápido es la falta de financiación, no por falta de ideas. En España, la banca no reconoce a las empresas tecnológicas; no entiende de futuribles, sino que atiende sobre todo a balances.
¿Se plantean acudir a otras vías alternativas de financiación?
Este año hemos dado el salto a los mercados y hemos emitido 25 millones de euros en bonos a 5 años en el MARF. Espero que los mercados aprecien el potencial de Arquimea. Otro de los grandes retos al que nos enfrentamos ahora mismo es la internacionalización. Hemos crecido mucho a base de adquisición de empresas tecnológicas en el extranjero. Ahora tenemos equipos en Los Ángeles o Tel Aviv.
¿Qué importancia tiene la inversión en I+D en ese crecimiento?
Cada unidad de negocio invierte en I+D y dispone de equipos para ejecutar estas inversiones en nuevos productos. Sin embargo, este I+D está muy dirigido al mercado, algo lógico y normal. Arquimea necesita investigar en tecnologías a largo plazo, muy alejadas del mercado, pero con mucho potencial. Para eso creamos Arquimea Research center, para inventar las tecnologías que serán los pilares de la empresa en 10 o 20 años.
¿Cree que en España falta mayor colaboración entre el mundo académico y el mundo de la empresa?
En España nos faltan muchas cosas, pero sobre todo autocrítica y ambición por parte de nuestros gobernantes. Para cambiar, las cosas lo primero que hay que hacer es reconocer el problema. En la liga de la inversión en I+D, en la liga de las empresas tecnológicas no estamos en Champions, más bien en segunda regional. Tampoco estamos en el lugar que nos corresponde por PIB o talento. En el mundo hay gente mucho mejor en la que deberíamos fijarnos (Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Alemania...).
¿Cuál sería el siguiente paso?
Una vez hecha la autocrítica, el siguiente paso debería ser evaluar de forma independiente las instituciones que gestionan los recursos del estado en materia de I+D empresarial, y hacer algo al respecto. Los recursos están empleados de forma ineficiente en muchas ocasiones. Para que las cosas cambien habrá que cambiar las instituciones que gestionan los fondos de I+D en España. En mi opinión, el CDTI, ENISA y los numerosos organismos que financian el I+D empresarial necesitan una refundación completa. La política de las subvenciones, los créditos blandos o los fondos de capital riesgo apoyados por dinero público han quedado obsoletos. El mundo está cambiando rápidamente. España debe cambiar o en materia de tecnología seremos insignificantes.
Entre otros proyectos, han participado en el piloto de autopista eléctrica para camiones en Alemania. ¿Qué resultados está dando? ¿Ve factible que pueda ampliarse o extenderse?
El despliegue de las e-Highways que hemos llevado a cabo con Siemens Mobility es sin duda el nuevo paradigma del transporte eléctrico para vehículos pesados. La tecnología desarrollada suministra electricidad a los camiones híbridos desde una línea aérea. El sistema no solo reduce el consumo de energía a la mitad, sino que también reduce sustancialmente la contaminación. Este tipo de soluciones se están implementando en Alemania, pero también en Suecia o California. Están dando buenos resultados y estamos seguros de que se ampliarán en el futuro.
Sus innovaciones también han llegado a Marte. ¿Cuál es su misión en este caso?
Hemos participado en las tres últimas misiones a Marte con elementos de precisión a bordo de las estaciones meteorológicas de los rover de la Nasa. A través de nuestra filial en Estados Unidos, estamos ahora comenzando a trabajar en el programa Artemis de la NASA, que en la próxima década pretende crear una base permanente en la Luna y usarla como base para misiones a Marte.
Si saltamos a la agricultura, trabajan en componentes para el tratamiento de los residuos de forma sostenible. ¿Cómo funcionan?
Hemos desarrollado un compuesto biodegradable que trata las balsas de agua de riego de forma ecológica. Al evitar compuestos químicos, logramos que el suelo y los alimentos que se cultiven tengan menos sustancias nocivas. Estamos ampliando la capacidad de producción para dar respuesta a la demanda. El medioambiente es el gran reto de nuestra generación.
¿Cómo llevan su tecnología a las granjas?
Estamos arrancando un ambicioso proyecto de gemelo digital para aprender las mejores técnicas en las granjas porcinas. España es uno de los grandes líderes del mercado mundial en la producción porcina. La inteligencia artificial aún no ha penetrado en este sector, hay mucho margen de mejora.
¿Qué proyectos desarrollan en el campo de la genética clínica?
Desarrollamos pruebas genéticas enfocadas en distintas especialidades médicas, desde un envejecimiento prematuro, más centrado en el campo de la medicina estética, hasta la detección precoz de escoliosis idiopática en adolescentes, una herramienta muy puntera en el campo de traumatología. Conocer la predisposición genética de un paciente a ciertas alteraciones o enfermedades, a través de una técnica no invasiva como es un test genético, permite al profesional médico seleccionar el tratamiento más adecuado y conseguir mejores resultados.
Sin abandonar el campo de la salud, ¿cuál ha sido su participación en el diagnóstico de la población?
Reenfocamos las capacidades técnicas y humanas de Arquimea Healthcare a la realización de pruebas PCR, logrando poner a disposición de la sociedad en plena crisis sanitaria una capacidad superior a las 70.000 pruebas Covid-19 semanales. Somos los responsables de las clínicas Covid instaladas en la mayoría de los aeropuertos de España. Hemos realizado más de un millón de tests.
En el área de las ‘Fintech’, ¿qué proyectos están desarrollado a través de Kaudal?
Hace cinco años creamos Kaudal, la unidad de negocio Fintech de Arquimea para ayudar a otras empresas tecnológicas a financiar sus proyectos de I+D. Solo en 2021, impulsamos 97 proyectos en sectores como energía, industria 4.0, educación, etc.