Las empresas son las auténticas adalides de la inteligencia artificial responsable

La regulación de la Inteligencia Artificial (IA) preocupa a gobiernos, empresas y a la sociedad en general. En BCG Gamma (división de IA y analítica avanzada de Boston Consulting Group) hemos realizado recientemente un estudio en el que participaron ejecutivos de más de 1.000 grandes organizaciones y la conclusión es clara: la comunidad empresarial está intrínsecamente motivada para actuar de forma ética y aboga por el desarrollo de una IA responsable.

Al no existir todavía un marco regulatorio oficial, el reto que muchos ejecutivos señalan es la falta de estándares claros que se puedan tomar como guía, lo que ha llevado a las empresas a tomar la iniciativa.

La normativa propuesta por la Unión Europea, en fase de borrador, es un buen punto de partida que podría acelerar el proceso y convertirse en la referencia mundial de facto -igual que ha sucedido con otras normas europeas, como la GDPR-. Se centra en la casuística para definir la IA responsable, prohibiendo ciertos usos, pero no la tecnología en sí, lo que deja la puerta abierta a la I+D. No se limita a las habituales observaciones sobre sesgos, privacidad y equidad, sino que incluye cuestiones como la calidad de los datos, la transparencia y la supervisión humana.

España, por su parte, desempeñará un papel clave al presentarse como primer país piloto para probar el reglamento, dando feedback a Bruselas sobre posibles desfases entre la teoría y la práctica. No es el único paso que da España para ser un actor relevante en la transformación digital de Europa, ya que también ha nombrado a su propio Chief Data Officer (CDO), una figura que tan sólo tienen otros cuatro países en el mundo, y albergará el hub de los datos turísticos y sanitarios de GAIA-X, la nube europea.

El compromiso comunitario nos hace vislumbrar un futuro prometedor. No obstante, la legislación por sí sola no basta: serán las grandes empresas las que demuestren que la IA es segura y está en consonancia con nuestros valores y derechos fundamentales.