Pablo Oliete, CEO de Atlas Tecnológico: “Hemos digitalizado la colaboración”

Fundada en Valencia en 2020, Altas Tecnológico ayuda a las empresas en su camino a la transformación digital. Cuenta para ello con más de 250 colaboradores y más de 1.000 empresas proveedoras del sector industrial. Su objetivo es cubrir todas las áreas estratégicas. Acaba de incorporarse a la Lanzadera de Juan Roig

¿De qué manera ayudan a las empresas en su transformación digital?

Atlas Tecnológico es un ecosistema que reúne a los diferentes actores del sector industrial: emprendedores, empresas, proveedores de servicios y tecnologías, consultores, especialistas, etc., con el objetivo de generar colaboraciones y sinergias que ayuden a hacer realidad los proyectos que surgen en el ámbito de industria 4.0.

¿La soledad en esto de la digitalización también es un hándicap?

De acuerdo con datos del INE, cerca del 75% de las empresas que innovan lo hacen en solitario. Es evidente que falta conectores que faciliten la colaboración. Muchas de estas iniciativas fracasan porque las empresas no encuentran ni el asesoramiento ni los proveedores adecuados para llevar adelante sus proyectos. El objetivo de Atlas Tecnológico es identificar conocimientos, experiencias, tecnologías y capacidades para que las empresas puedan trabajar con el asesoramiento y los socios adecuados, que permitan desarrollar con éxito sus proyectos. Para ello contamos con 250 directivos colaboradores, una buena parte de ellos CEO y C-Level de empresas que van desde grandes corporaciones multinacionales como Airbus y Michelin a startups de base tecnológica como Redexia.

¿Puede poner un ejemplo de ese asesoramiento o acompañamiento en un proyecto concreto?

Estamos desplegando proyectos para numerosas empresas, especialmente en el sector agroalimentario. Serían numerosos los ejemplos que podría dar. Quizás uno que ayuda a visibilizar con claridad la necesidad que cubre Atlas Tecnológico sería el que hemos desarrollado para la digitalización de Bodegas Matarromera. El proceso de selección de partners tecnológicos y definición del proyecto se ha realizado en apenas tres semanas.

¿El secreto está en acortar los plazos?

Sabemos que cualquier empresa vinculada a la transformación digital, tanto las industriales que contratan como los proveedores tecnológicos, vería inviable poner en marcha un proyecto así en menos de cinco o seis meses. Nosotros conseguimos movilizar esa colaboración en una quinta parte del tiempo. La clave está en nuestro papel como conectores, necesario en el ecosistema, gracias a nuestra experiencia de muchos años de contacto con las empresas.

¿Cuáles son las principales carencias que encuentran en las empresas españolas a la hora de digitalizarse?

Fíjese, gracias a nuestra interacción permanente con las empresas hemos llegado a la conclusión de que las principales carencias no son ni las ideas ni la disponibilidad de capital, ambas están ahí, muchas veces metidas en un cajón en el caso de las primeras, por desgracia. Las grandes carencias son, por un lado, la falta de información y, por otro, la escasez de tiempo de los directivos por la propia operativa diaria de las empresas.

En la sociedad de la información, ahora resulta que falta información...

La falta de información provoca que muchas veces las empresas no sepan identificar los cambios que necesitan aplicar en su negocio ni conozcan las herramientas tecnológicas que les pueden ayudar a hacerlo. La falta de tiempo es evidente porque la realidad es que muchos directivos, una vez toman la decisión de innovar, apenas pueden dedicar un 5% o un 10% de su jornada a desplegar el proyecto. Y una de las primeras preguntas que tienen que resolver los saca de su espacio profesional: ¿quién puede ayudarme a hacer realidad esta idea? Atlas Tecnológico está ahí para que el proyecto se pueda poner en marcha en una quinta parte del tiempo sin que ellos tengan que dedicar ni un minuto más, sino al contrario.

¿Qué hace falta al iniciar un proceso de este tipo?

Podemos decir que hemos digitalizado la colaboración, de modo que el proceso es realmente ágil. Insisto: se trata de obtener máximo retorno con mínima inversión de tiempo. La empresa tiene que registrarse en Atlas Tecnológico y pulsar el botón ‘Iniciar proyecto’. Le pedimos que nos describa su necesidad y detalles de su negocio y activamos nuestra maquinaria: el siguiente paso es consultar a tres directivos colaboradores para que nos ayuden a diagnosticar la solución tecnológica y a localizar a los posibles socios, después contribuimos a facilitar la definición del proyecto y, en algún caso, acompañamos a la empresa hasta que ve satisfecha su necesidad.

¿Qué consejos daría a las empresas que aún duden de dar ese paso?

Que despejen la nebulosa que muchas veces tenemos delante a la hora de marcar prioridades en nuestro negocio y aterricen cuanto antes su necesidad, porque la capacidad para incorporar las nuevas tecnologías digitales va a diferenciar a los ganadores y perdedores en el mercado en pocos años. Es importante que los CEO y los comités de dirección se comprometan, porque la transformación digital implicará muy probablemente un cambio de cultura. Y, sobre todo, no se trata de introducir tecnología porque sí, la tecnología no es un fin en sí mismo, sino que lo principal es tener claro cómo mejorar y potenciar el negocio y, a continuación, dotarse de las herramientas necesarias. Es fundamental que el área de tecnología, tanto de información como de operaciones, esté alineada con el área de negocio.

¿La pandemia ha provocado una aceleración de esos intentos de digitalizarse?

Los problemas que han tenido muchas empresas para teletrabajar y operar en remoto sus instalaciones, durante un tiempo en el que se exigía distancia social, ha puesto a muchos directivos frente a frente ante la realidad de que la digitalización no es una opción, sino un imperativo. El problema es que muchos de ellos no saben exactamente en qué consiste, qué partes de su organización están listas y cuáles necesitan adaptarse con urgencia. Una de las primeras demandas que estamos percibiendo es la de interconectar todos los sistemas de información de las empresas, para saber con qué datos pueden contar y procesarlos. Otra necesidad imperiosa es conseguir talento. Y también es clave acceder a tecnologías adaptadas a las peculiaridades de cada sector. En la digitalización no cabe el café para todos.

¿Cómo se hace hueco una nueva consultora (y aún pequeña) frente a los gigantes del sector? ¿Qué ofrecéis frente a Accenture, KPMG...?

En realidad, Atlas Tecnológico no es una consultora. De hecho, hay un buen número de ellas que forman parte de nuestro ecosistema. El valor de Atlas Tecnológico es su papel de conector. Las relaciones existen en el mercado, pero no se trata de que una empresa vaya a una ventanilla única y le presenten un menú de opciones. Digitalizarse no consiste en comprar un ordenador en Amazon. en este gap enorme que hay entre el confiar en las soluciones tecnológicas que vas a incorporar y el saber qué tienes que hacer y cómo, hay un trato personal muy importante. La confianza permite reducir ese gap en el tiempo y hasta en el espacio diría, porque Atlas Tecnológico tiene un componente de geolocalización de las empresas clave. En ocasiones, el problema es encontrar una compañía de sensorización en Huelva o de automatización en Burgos.

¿Qué supone la entrada de Atlas Tecnológico en Lanzadera, de Juan Roig?

Para nosotros, es un paso fundamental. Tenemos apenas un año de vida y con 1.600 empresas registradas hemos conseguido articular un ecosistema industrial único en España. Con el añadido de que contamos con la experiencia y el conocimiento que garantizan un buen servicio a nuestros clientes. En Lanzadera ofrece una metodología de desarrollo de negocio muy interesante y muchas de sus startups y empresas de base tecnológica ya son clientes nuestros y nos canalizan proyectos continuamente. Es clave para nosotros seguir incorporando empresas emergentes también dar servicio dentro del sistema de interproveedores de Mercadona.