El poder de la inteligencia artificial para mejorar la sociedad

Tenían razón los informes que pronosticaban hace solo cinco años que la inteligencia artificial se convertiría en una de esas tecnologías capaces de inundar todos los sectores. Encontramos por todas partes ejemplos de sus -hasta hace muy poco insospechadas- posibilidades. El último de ellos y que llevamos a nuestro reportaje de portada, lo tenemos en el mundo del fútbol. Pues sí. Los algoritmos de AWS y Microsoft ya son capaces de anticiparse y barruntar, con alto porcentaje de acierto, cuándo nuestro equipo va a marcar un gol. Estos sistemas son tan listos que también pueden alertar de cuándo un jugador está próximo a lesionarse... A partir de ahí, los técnicos pueden rediseñar sus estrategias y poner medios para que algo que no deseamos que ocurra termine sucediendo. Sin abandonar el terreno deportivo, en el caso del motociclismo, equipos como Ducati, que acaba de proclamarse campeón del mundo de fabricantes en Moto GP, aprovechan la analítica de datos y el potencial de los equipos de Lenovo para que los pilotos y las motos rindan al máximo. Y el resultado es notorio.

La inteligencia artificial hace ya tiempo que también entró en los hogares para limpiarnos la casa con los robots aspiradores, que son capaces de trazar la ruta idónea, de recalcular su trabajo... También a través de los asistentes de voz, que saben interpretar nuestro lenguaje y tienen la respuesta correcta siempre a mano. En una entrevista que publicamos en este número con el responsable español de Alexa -el asistente de Amazon- incluso nos reconoce que ya trabajan para que este servicio se adelante a nuestras inquietudes. De esta manera, cada vez tendremos que hablar menos con él porque sabrá qué vamos a querer en cada situación...

Como suele ser habitual, antes de que la inteligencia artificial entrara en nuestras casas, esta tecnología ya había sido testada y con éxito en muy diferentes campos, en instituciones públicas y en el entorno empresarial. En industria 4.0, la sensorización de las plantas permite llevar un registro y una trazabilidad de múltiples procesos también con la meta última de mejorar la productividad, de planificar mejor el trabajo y las paradas técnicas gracias a esos detectores de posibles averías o de parámetros incorrectos en la producción. En el sector público, ya hace mucho que los cuerpos de seguridad del Estado utilizan sistemas para anticiparse a la comisión de delitos, y no solo de aquellos relacionados con la Agencia Tributaria. En esta misma revista publicamos varios años atrás un reportaje en el que dábamos cuenta de esas prácticas. Sería deseable que el sistema judicial pudiera incorporar este tipo de alertas y mecanismos de control, por supuesto, manteniendo todas las garantías procesales, para ganar en agilidad y para evitar en la medida de lo posible la concesión de terceros grados o medidas de gracia que tienen muy difícil justificación. Y pondremos definitivamente la inteligencia artificial al servicio del bien común.