Mi casa la calienta un centro de datos

La industria europea de Cloud y Centros de Datos ha firmado un Pacto para conseguir la neutralidad de carbono en el año 2030. La compañía Interxion ya aprovecha en Estocolmo el calor que desprenden sus servidores para abastecer de energía a los hogares de la capital sueca

Los centros de datos se han convertido en apenas una década de vida en infraestructuras críticas. De no existir, a serlo o significar casi todo. Si se desenchufaran todos, casi se pararía el mundo -o buena parte de él-. En ellos reside todo lo relacionado con la famosa nube. Allí está nuestro correo electrónico, los servicios de vídeo y juegos en streaming, Internet en suma... Nuestra vida diaria y la actividad económica e industrial dependen también de su correcto funcionamiento. Entre 2010 y 2018, el número de servidores a nivel mundial se multiplicó por 26. Un único apunte para hacernos a la idea de su relevancia: en 2018 los centros de datos en su conjunto consumieron el 1% de la demanda global de energía: 198 teravatios-hora (TWh). Como nota positiva, pese al incremento de la actividad y capacidad de estas instalaciones, en continua expansión, su consumo energético se mantuvo estable desde 2015. Eso, a pesar de que en esos años el tráfico de internet se triplicó y las cargas de trabajo IT en centros de datos se duplicaron. Para final de este año, se espera reducir la energía utilizada hasta los 191 TWh/año.

Ahora, la industria europea de Cloud y Centros de Datos ha firmado un Pacto para conseguir la neutralidad de carbono en 2030. Aclarado queda que son instalaciones con una alta demanda de energía, por lo que todos los esfuerzos para reducir esa huella de carbono son bienvenidos para ganar en sostenibilidad y proteger el medio ambiente. Los puntos principales de este acuerdo contemplan la compra de energía 100% libre de carbono, herramientas para la conservación del agua que necesitan en la refrigeración de estos equipos, el reciclaje de servidores y la reutilización del calor de los centros de datos.

Ya hay iniciativas singulares sobre cómo estas compañías están avanzando en esa dirección de la descarbonización. Uno de los proyectos que más nos han llamado la atención es el que ya tiene en marcha Interxion en Estocolmo. Su centro SOT6 cuenta con un sistema de reciclaje de calor para calefactar las viviendas de esta ciudad. La iniciativa se ha puesto en marcha en colaboración con las administraciones públicas y con compañías energéticas como Stockholm Exergi, que gestiona ese excedente de calor. Según los datos que ofrece esta compañía, una carga de 10MW en un centro de datos podría calentar 20.000 viviendas residenciales.

Desde el centro STO6, que cuenta con 3.300 metros cuadrados de espacio técnico, Interxion entrega agua caliente a una temperatura de al menos 65-80 grados directamente a la red de calefacción urbana de Estocolmo. Desde Interxion nos explican que en estos momentos están en contacto con otras ciudades para replicar el modelo.

Explican fuentes del sector que su propósito es seguir mejorando su eficiencia energética. Así, aunque los servidores se alimenten con energía 100% proveniente de fuentes renovables, para compensar las emisiones de los vehículos del personal, el combustible de los grupos electrógenos o los gases de los equipos de climatización o la gestión de residuos, desde Interxion han iniciado el proyecto Reforestum. Desde 2017, esta compañía ha adquirido derechos de compensación de la huella de carbono equivalentes a 478 metros cuadrados en un bosque de cinco hectáreas y alrededor de 5.000 árboles en Picos de Europa.