La HP Reverb G2, la nueva realidad más inmersiva

La realidad virtual se ha ganado un espacio de honor entre las novedades tecnológicas de mayor progresión en los últimos meses. En tiempos de pandemia, los escenarios virtualizados no sólo han cotizado al alza debido a las imposiciones de movilidad reducida, sino que también se han democratizado de forma extraordinaria. Entre los accesorios más potentes del mercado sobresalen las nuevas gafas VMR de HP reverb G2. La primera toma de contacto pone de manifiesto que HP ha creado un hito en el segmento, al provocar un antes y un después en el mundo de la realidad virtual. Cuando hablamos de estos entornos virtuales, cualquiera podría imaginarse la experiencia inmersiva para disfrutar de un videojuego. Pero todas esas expectativas teóricas se desbordan en cuanto las gafas de HP forman parte de nuestra nueva realidad. Una vez más, hasta que no se prueba, no se puede valorar realmente las sensaciones. Y es así. Los vídeos que explican el funcionamiento de este tipo de ópticas se quedan cortos, nunca alcanza su objetivo ya que la imagen percibida en la pantalla siempre será plana, en dos dimensiones, huérfana de la tercera. Aclarado lo anterior, HP y VALVE han trabajado conjuntamente para ofrecer un producto bastante competitivo. Entre otras cosas, gracias a la resolución de 2160 X 2160 de “cada ojo”. Lo anterior se enriquece con un sistema de sonido “flotante”, donde los cascos no están en contacto con el oído. Y gracias a ello -y a la calidad acústica alcanzada- se asegura una inmersión sobresaliente, con unos altavoces también diseñados por VALVE.

Los 114 grados de grado de visión no son los más ambiciosos del mercado, pero ofrecen una visibilidad lo suficientemente generosa. En el capítulo visual, el producto destaca por su virtuosismo cromático, con colores ciertamente naturales. La luminosidad es otro factor a destacar, ya que proporciona una mejora sustancial respecto a otros modelos de la competencia. Respecto al tracking, las gafas de Realidad Mixta de HP se han puesto casi a la par que los primeros de la fila gracias a sus cuatro cámaras (dos frontales y dos laterales). Es cierto que, por impedimentos físicos, siempre existirán puntos donde dichas cámaras no podrán monitorizar el movimiento de los mandos. Ante esa laguna, la Inteligencia Artificial de las gafas sale al rescate. Pese a que siempre exista margen de mejora, en líneas generales no se aprecian problemas a la hora del seguimiento de las manos, dentro de los juegos.

Además, el punto exacto donde el ojo consigue el mejor enfoque y nitidez puede resultar más pequeño en comparación a otros modelos, pero su resolución en imbatible. También merece una mención las almohadillas de las gafas, provistas de unos imanes, lo que facilita la ergonomía para quitar y poner la careta frontal. Los mandos exhiben el talento de VALVE en asuntos de diseño. En este caso, dispone de 6 grados de libre movimiento, con un trackpad reemplazado por dos botones. La guinda de las gafas podría ser su ligereza. Después de un tiempo de uso, el peso siempre se hace sentir sobre nuestras cabezas, pero en el caso de HP está resuelto con eficacia gracias a sus 500 gramos distribuidos con sistema de velcros ciertamente preciso. De esa forma, incluso con horas de uso, apenas se aprecia la carga de otras gafas del mercado.