Internet de las cosas: el aliado en la seguridad de las empresas y las personas

El Internet de las Cosas, o lo que de forma abreviada conocemos como IoT, no es algo nuevo. Es una tendencia que evoluciona a ritmo imparable, y que, según Forrester, en 2021 estará más centrada en optimizar la atención médica en remoto, las oficinas inteligentes, los servicios de geolocalización y la monitorización remota de activos. Es decir, será un elemento clave para solucionar muchos de los problemas que vienen derivados del Covid-19.

Teniendo en cuenta esto, y aunque, en lo que a la seguridad se refiere, nos vienen a la cabeza los retos que acompañan a esta tecnología, cuando hablamos de IoT realmente estamos hablando de un aliado para las empresas y las personas. Porque no debemos olvidar que la seguridad engloba multitud de ámbitos, y en su práctica totalidad hablamos más de capacidades que de retos, ya que el IoT tiene multitud de casos de uso que protegen la seguridad en organizaciones de una amplia variedad de sectores.

Por ejemplo, para la localización de activos y personas, la tecnología IoT permite, entre otras cosas, conocer con total precisión dónde se encuentran los equipos de trabajo y activos dentro de una instalación específica, mejorando el trabajo diario y la actividad operativa y de seguridad de la compañía. Esto supone una gran ventaja para diferentes ámbitos, como centros comerciales, trasporte público, fábricas, hospitales, hoteles, edificios gubernamentales, residencias, etc., ya que permite reforzar y optimizar las tareas de los vigilantes, la gestión del personal de mantenimiento, limpieza, etc., avisar si se detecta alguna anomalía, prevenir también la pérdida desconocida de objetos o equipaje, localizar activos de alto valor o controlar las visitas, la afluencia de acompañantes y la asistencia a eventos.

También se están desplegando sensores inalámbricos basados en IoT en supermercados, farmacias o para controlar activos inmobiliarios, porque ayudan a controlar la temperatura, la humedad o la luminosidad, alertan de cambios bruscos o de incidencias durante el transporte de medicamentos, ayudan a mantener espacios saludables y ahorrar recursos o detectan si un inmueble ha sido abierto a través de puertas y ventanas.

Las empresas están instalando cada vez más lo que conocemos como manómetros digitales; soluciones basadas en IoT que llevan la tecnología Wireless a todos los puntos de control en una instalación antincendios o en cualquier instalación industrial o civil con agua a presión, para que tengan un control ininterrumpido en un aspecto vital para la seguridad de las instalaciones, y en la continuidad productiva como es la protección contra incendios.

El seguimiento y rastreo de activos en el sector de transporte y logística es fundamental, ya que este tiene que proteger un importante volumen de mercancías todos los días. Más aún con el notable crecimiento que ha experimentado el comercio electrónico en estos últimos meses. Por eso está recurriendo a soluciones de IoT para garantizar la seguridad en el transporte y las cadenas logísticas, y facilitar la gestión de flotas con aspectos como el control de la actividad, control de la temperatura, monitorización de vehículos, operaciones, cargas y conductores, etc.

Por otro lado, no podemos olvidarnos de los casos de uso más importantes para la protección de la enorme cantidad de trabajadores que tienen que desempeñar su actividad en entornos remotos, aislados o bajo condiciones peligrosas; con el uso de dispositivos IoT, estos podrán enviar alertas e indicar su localización exacta ante cualquier emergencia.

Por último, también podemos referirnos a un caso de uso que hemos desarrollado, ya que ahora, más que nunca, se ha convertido en la obligación de cualquier empresa o institución porque contribuye en la protección de la salud de las personas. Me estoy refiriendo a la desinfección y desodorización de los espacios, ya sea en oficinas o en plantas industriales. Y es que respiramos hasta 16 kilogramos de aíre al día -casi ocho veces más que los alimentos o líquidos que ingerimos-, llegando a estar el 90% de nuestro tiempo en interiores, en cuyos espacios las partículas pueden mantenerse varias horas flotando en el ambiente. Además, la tos o un estornudo hacen que dichas partículas puedan alcanzar de 6 a 8 metros de distancia.

Está demostrado que los sistemas de purificación de aire mejoran significativamente la calidad del aire interior, reduciendo virus, bacterias, gases, compuestos orgánicos volátiles, moho y olores hasta en un 99.99%, mientras que una tecnología avanzada de oxidación de la atmósfera brinda ambientes interiores frescos, aire limpio. Además, son muchos los beneficios que obtenemos cuando desinfectamos y desodorizamos los espacios.

Por eso los sistemas de desinfección con tecnología IoT ya se están utilizando con bastante frecuencia en espacios de mayor afluencia de público, como los centros comerciales, colegios, supermercados, residencias, hospitales, bancos o instituciones públicas. Eliminan todo tipo de microorganismos de cualquier superficie -incluso de los conductos de climatización-, acaban con los gérmenes y moléculas de olor sin filtros ni químicos; no dejan residuos químicos, y permiten aumentar la productividad del personal. Además, al utilizar la tecnología IoT, el proceso de desinfección y purificación se puede llevar a cabo incluso en remoto, simplificando y agilizando aún más este proceso.

En definitiva, considerar la tecnología del Internet de las Cosas o IoT como aliado es la clave para sobrevivir en una situación de incertidumbre como la que nos ha tocado vivir en estos momentos. Y hay muchos motivos para ello. En primer lugar, porque está demostrado que sus beneficios superan con creces los retos que podría plantear. Y qué mayor beneficio que la protección, no solo de las empresas, sino de la salud de las personas, una preocupación que se ha visto incrementada por la situación de pandemia actual.