El asesino más ‘profesional’
El Agente 47 culmina la trilogía de ‘Hitman’ con misiones por entornos abiertos de Dubai, Dartmoor, Berlín, Chongqing, Mendoza y las montañas de los Cárpatos
Mejor dejar las cosas claras desde el principio: el videojuego del que hablamos en esta ocasión exige reflexión, sangre fría y mucha calma. Si queremos meternos en la piel del Agente 47, el protagonista de ‘Hitman 3’, más vale que nos armemos de paciencia y nos tomemos las cosas con bastante tranquilidad. Para quienes a estas alturas aún no lo conozcan, diremos que se trata de un asesino ‘profesional’ y muy meticuloso que quiere pasar lo más desapercibido posible. Así que, antes de cometer cada uno de los encarguitos que se nos van ofreciendo, lo más recomendable es pasar un tiempo recorriendo los escenarios para trazar el mejor plan. De esa forma exploraremos dónde podremos escondernos en cada caso, en qué momento es mejor atacar a la víctima, qué tendremos que hacer para aislarla del resto de los personajes, cómo ocultaremos el cadáver, cómo nos las apañaremos para no dejar ningún rastro y por dónde abandonaremos el lugar sin levantar ningún tipo de sospecha. Cada caso requiere de una estrategia clara.
‘Hitman 3’ viene a cerrar la trilogía que ha marcado bastante el género del sigilo durante los últimos años. Este, que vivió momentos gloriosos con la saga ‘Metal Gear’ y algunos de los juegos de Tom Clancy, se va a quedar ahora algo huérfano de títulos. De todas formas, para cuando hayamos exprimido las posibilidades de ‘Hitman 3’, tendremos en nuestras manos el nuevo juego con James Bond como protagonista. En él trabajan ya los mismos equipos de desarrollo de Hitman.
El Agente 47 tiene aquí nuevas misiones por seis extensas localizaciones: el rascacielos más alto del mundo, en Dubai; una mansión en Dartmoor, en Reino Unido; una discoteca de Berlín; las calles de Chongqing, en China... También viajaremos a Mendoza, en Argentina y a las montañas de los Cárpatos, en Rumanía. Además, al adquirir Hitman 3, tenemos acceso a las anteriores localizaciones de los dos juegos que le precedieron, en total unas 20, y en parte remasterizadas.
Aunque exista un hilo argumental enlazando todas estas misiones en escenarios diferentes, el juego nos permite la posibilidad de saltar de una a otra, aunque antes nos advierte de que convendría concluir la previa para evitar ‘spoiler’. Cada misión es una historia, en la que tenemos la oportunidad de conocer mejor a nuestros objetivos para ponernos en situación e ir trazando la estrategia. Como algunos de ellos son bastante escurridizos, la cosa se complica. Sirva de ejemplo la misión inicial en el rascacielos Burj Khalifa de Dubai. Mientras se celebra una fiesta, el objetivo permanece encerrado en una de las suites del hotel, bien protegido.
El juego, además, al recrear la realidad con tanta verosimilitud, consigue que cada asesinato sea único. Al ofrecer una amplia variedad de herramientas y posibilidades, cada jugador cumplirá la misión de una forma diferente. En nuestras manos está emplear unos recursos u otros, actuar de una o de otra manera. Para cuando concluimos la misión, el juego nos dará una puntuación dependiendo del tiempo empleado y de las sospechas que hayamos levantado. Y así podremos rejugar las misiones para apurar el estilo y probar alternativas más eficaces.
Gracias a esa variedad de oportunidades y diversidad de escenarios, a veces da la impresión de que estemos en varios juegos dentro de uno solo. Tan pronto estaremos apostados en una colina con un rifle de francotirador como en una fiesta en un lujoso yate o haciendo de detective en una mansión. En este último caso, para abordar a los objetivos, nos haremos pasar por un inspector en busca de pruebas para resolver una extraña muerte.
Otro elemento que no nos pone la cosa fácil es la cantidad de personajes que solemos encontrar por estos escenarios. Todos ellos se mueven libremente e interactúan gracias al motor Glacier, que permite gestionar hasta 300 personajes no jugables a la vez. A cualquiera de ellos podemos dejar inconsciente en cualquier momento para quitarle su ropa y hacernos pasar por camareros, mecánicos o lo que se nos antoje en cada ocasión. Pero también es cierto que cualquiera de ellos dará la voz de alarma si observa en nosotros una actitud sospechosa.
Aunque ya hemos dicho que ganamos puntos si actuamos con rapidez, la verdad es que merece la pena disfrutar con los escenarios, plagados de detalles, y observar, por ejemplo, los reflejos de las luces de neón de las calles de Chongqing en el asfalto mojado. El nivel de detalle llega a tal punto que, cuando llueve, apreciamos cómo la ropa del Agente 47 se va humedeciendo poco a poco. Todo ello ayuda a la ambientación y a transmitir esa sensación de realidad.
Si adquirimos la versión para Playstation 4 o XBoxOne y luego nos pasamos a la nueva generación de consolas, también se actualizarán los contenidos y sobre todo sus posibilidades técnicas a Playstation 5 y Xbox Series X y S. En estas últimas consolas, podemos disfrutar de una resolución 4K a 60 frames por segundo con soporte HDR. El juego también recupera las gafas de realidad virtual de Sony, permitiendo una acción inmersiva aunque, como es lógico, a menor calidad gráfica