Y lo digital se convirtió en lo normal

La Fundación Telefónica considera que “la recuperación de la crisis sin duda será digital”. Y urge a un acuerdo sobre los principios éticos para evitar una sociedad a dos velocidades

Ha costado lo suyo, pero al final se ha conseguido. En este último año y medio, nos hemos puesto las pilas como nunca antes para aprovechar la tecnología para mejorar nuestras vidas: para evitar colas y esperas innecesarias, para hacer avanzar la medicina online, también el teletrabajo, la educación a distancia, las compras por internet, etc. Ahora la Fundación Telefónica da fe de todos estos cambios en su último Informe de la Sociedad Digital en España 2020-2021, al que ha bautizado como El año en que todo cambió. En su presentación y en sus páginas corroboran todos estos progresos que hemos analizado y sobre los que hemos escrito largo y tendido desde marzo de 2020. Pero conviene recordar, por ejemplo, cómo en unas semanas se dio un impulso a la digitalización que hubiera costado cinco años.

Los responsables de la Fundación Telefónica sacan pecho sobre cómo las infraestructuras de red han soportado la inusitada demanda, sobre todo en los inicios, cuando de un día para otro todos nos pusimos a trabajar en remoto, a aprender desde casa, a matar el tiempo divirtiéndonos con las plataformas de contenidos digitales (cine, música, videojuegos, etc.). “España ha sido el único país que, estando entre los más castigados por la pandemia, no ha tenido problemas con la red. Ha hecho frente a un aumento de la demanda espectacular”, explica Pablo Gonzalo, responsable de conocimiento y cultura digital de Fundación Telefónica. Añade que “España cuenta con una de las infraestructuras de redes más avanzadas de Europa, que ha soportado uno de los desafíos más importantes de este siglo: migrar nuestro trabajo, nuestro ocio, nuestra vida al mundo digital y amortiguar los confinamientos y todas sus dificultades asociadas”.

Añade que la crisis que hemos vivido ha traído consigo una normalización de este proceso en la sociedad española y ha hecho que a lo largo de 2020 se produzca un avance tecnológico en todos los ámbitos, tanto en los hogares como en las empresas. Desde la Fundación Telefónica están convencidos de que la recuperación sin duda será digital. “La aportación de la actividad digital a la economía española se aproxima ya al 19% del PIB y creemos que tiene que ser el punto de partida y una de las palancas de la recuperación”. Pero los autores de este trabajo también hacen un llamamiento a la solidaridad: “Esta recuperación digital también tendrá que ser sostenible. Además, estos dos elementos se retroalimentan en un ciclo virtuoso que tenemos que aprovechar porque también es verdad que la pandemia ha traído consigo el ensanchamiento de ciertas brechas, sobre todo las que tienen que ver con las brechas sociales, porque no ha afectado a todos por igual. Creemos que a partir de ahí tenemos que conseguir que esta recuperación económica nos ayude a cerrar estas brechas, que sea una recuperación para todos. Por eso pensamos que tiene que haber un acuerdo sobre los principios éticos y los valores sobre los que queremos afrontar esta recuperación, para que no haya una sociedad que funcione a dos velocidades con ganadores y perdedores”, apunta Pablo Gonzalo.

Uno de los ámbitos en los que más se ha notado la transformación digital ha sido en el empresarial con crecimiento como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la robótica industrial o los servicios en la nube. Recuerda el responsable de conocimiento y cultura digital de Fundación Telefónica que durante el confinamiento las empresas se vieron obligadas a seguir prestando servicios en un entorno en el que había que minimizar el contacto físico con proveedores, trabajadores clientes. “Todo eso ha producido un cambio de mentalidad ya que casi el 70% de los gerentes españoles afirma haber acometido algún tipo de transformación digital en su negocio como respuesta a la pandemia”.

Todos estos cambios también tienen su repercusión en el mundo laboral. “La nueva situación requiere una fuerza de trabajo y un talento que también sean digitales”, explica Gonzalo. Y apunta el dato que facilita la Comisión Europea, que ha calculado que en 2020 el mercado europeo se enfrentaba a una carencia de unos 750.000 expertos en tecnología. “Este es uno de los grandes retos que tenemos que afrontar y que poner de relevancia”, destaca. El informe señala que, a pesar de la importancia de las competencias tecnológicas -las denominadas hard skills, cada vez hay más expertos que destacan el papel relevante que van a adquirir las soft skills, es decir, aquellas más relacionadas con la personalidad y no tanto con los conocimientos técnicos. “El perfil del profesional del siglo XXI deberá combinar de forma equilibrada las competencias digitales con una serie de habilidades más asociadas al carácter humano y a las formas de relacionarnos y comunicarnos con los demás”, leemos en el estudio.

En ‘Sociedad digital 2020-2021’ se analiza la penetración de diferentes tecnologías en el tejido empresarial e industrial. Se habla por ejemplo del ‘blockchain’, que “avanza lentamente pero con paso firme”. En la actualidad, solo una de cada diez empresas tiene proyectos en este campo, pero las perspectivas apuntan que hasta 2023 superará a la media europea, pronostican sus autores. “Y en 2030 el ‘blockchain’ habrá producido un aumento del PIB español de 24.000 millones de dólares y habrá creado un total de 227.000 puestos de trabajo”, concluyen.

Dos de las tecnologías que han seguido creciendo en 2020 son el internet de las cosas (IoT) en el ámbito de la empresa, y la robótica en el industrial. De acuerdo con el INE, el IoT es la tecnología de vanguardia más utilizada por las empresas en España. Las compañías de mayor tamaño son las que hacen más uso de esta tecnología, en concreto, una tercera parte de las de más de 250 empleados, frente al 25% de las que tienen entre 50 y 250 trabajadores, y el 14% de las de menos de 50. Y donde se abre una nueva etapa es en el mundo de la robótica industrial. “Comienza una migración de la robótica desde los entornos controlados a los espacios libres, y desde los sectores especializados al resto del tejido productivo. España se encuentra entre los quince primeros países en términos de instalaciones anuales de robots industriales”, destacan.

También apuntan desde la Fundación Telefónica a la necesidad de un Pacto Digital. Este “debe basarse en un nuevo modelo de gobernanza que sea capaz de combinar los aspectos sociales, ambientales y económicos y asegurar al mismo tiempo una transición digital sostenible a largo plazo”, concluyen.