Tecnología 5G democrática

Motorola amplía su familia G con un terminal que incluso se atreve a hablar dos lenguas indígenas del Amazonas

Cinco años atrás, los fabricantes de procesadores nos contaban que para el año 2020 los teléfonos móviles desaparecerían como tales dispositivos. Según sus previsiones más futuristas, estos productos se disgregarían en varios componentes que llevaríamos semi implantados cerca del oído, de la garganta, en una especie de gafas también inteligentes... Ha llegado el 2020 e incluso andamos mediados en el 2021 y seguimos teniendo que llevar el smartphone en el bolsillo y administrar las aplicaciones desde su pantalla. Lo que sí ha cambiado y para bien es la accesibilidad a esta herramienta ya indispensable en nuestra vida diaria para trabajar, estudiar, comunicar o simplemente divertirnos. En el mercado encontramos productos que pelean y miran cara a cara a productos premium con especificaciones técnicas más modestas y precios muy competitivos. Objetivo: que todos puedan acceder a la última tecnología.

Uno de los últimos terminales presentados por Motorola, el Moto g50, es un buen ejemplo de esto que venimos comentado. Por los 269 euros que cuesta este terminal tenemos un dispositivo compatible con las últimas redes 5G, con 4GB de RAM, con 64 o 128 GB de almacenamiento interno y con el procesador Snapdragon 480 5G. Como vemos, no utiliza ni mucho menos el cerebro más avanzado de Qualcomm, pero sí ofrece esa capacidad del 5G para lograr menor latencia y ofrecer una conectividad ultrarrápida. Otra de sus características estrella es la duración de la batería de 5.000 mAh, con la que podemos aguantar hasta dos días enteros sin necesidad de recargar con un uso aceptable. Esta característica es algo que ya se está convirtiendo en habitual para este fabricante incluso en sus terminales de gama media como el que nos ocupa.

Tampoco han descuidado Motorola el apartado de cámaras, quizá la mayor exigencia de quienes van a comprarse un móvil. Sus diferentes lentes pueden captar imágenes con hasta 48 megapíxeles de resolución, aunque ya aprendimos hace tiempo que la calidad final no solo se mide en el número de megapíxeles, sino en otros muchos aspectos, en los que también se defiende bien. Entre ellos, podemos mencionar un sensor que permite realizar tomas súper nítidas con cualquier luz y desde cualquier ángulo. O la tecnología Quad Pixel que incorpora, capaz de ofrecer cuatro veces más sensibilidad a la luz, o la Visión Nocturna, que saca aún más detalles en entornos oscuros. El sensor específico Macro Vision nos permite tomar instantáneas de detalles sin distorsión, nos acerca 2,5 veces más al sujeto que un objetivo estándar. También cuenta su cámara trasera o principal con un sensor de profundidad, perfecto para lograr el desenfoque perfecto en cada caso. Para su cámara delantera, la de los famosos selfies, la resolución se reduce hasta los 13MP y una apertura de f/2.2. En cuanto a su pantalla, es Max Vision HD+ de 6,5 pulgadas con una relación de aspecto panorámico de 20:9 y presume de una tasa de refresco de 90 Hz, lo que ayuda a reducir el retardo por ejemplo a la hora de jugar.

Un detalle que nos ha llamado la atención de este Moto g50 y que para el usuario español pasará desapercibido, pero que es de valorar es su esfuerzo por la accesibilidad y reducir la desigualdad. Es ahondar un poco o llevar al extremo eso de lo que hablábamos al principio de la democratización de la tecnología. Con este dispositivo, Motorola inicia una etapa de mayor integración y de compatibilidad con las lenguas indígenas habladas en el Amazonas.

Para lograrlo, ha introducido dos lenguas latinoamericanas en peligro de extinción en estos dispositivos a través de Android, en concreto de la versión 11, que es la que utiliza. “Este es un paso importante hacia una experiencia móvil más inclusiva para todos los usuarios y Motorola también ha decidido abrir estas opciones de idioma, compartiendo esta emocionante innovación con otros OEMs y allanando el camino para que más lenguas indígenas se añadan a Android en el futuro”, explican desde la compañía.

Como en el resto de dispositivos de la familia Moto G, el usuario puede personalizar al máximo los ajustes y la manera en la que accede a diferentes aplicaciones, se mueve por los menús o trabaja en dos cosas al mismo tiempo con My UX. También incluye las Acciones Moto, que nos permiten encender la linterna, abrir la cámara o desactivar el sonido -entre otras posibilidades- con un movimiento concreto en cada caso del terminal en el aire.