Los nuevos trabajos del futuro

La demanda de profesionales TIC se duplica cada dos años en España al tiempo que el paro juvenil en menores de 25 años alcanza el 40%.

De ahora en adelante, habrá que tener cuidado con la clásica pregunta que solemos hacer a los pequeños: “¿Y tú qué quieres ser de mayor?” Las profesiones del futuro son aquellas relacionadas con la nube, con el desarrollo de aplicaciones, la inteligencia artificial y la ciberseguridad. Hay que reconocer que aún no son lo suficientemente atractivas como para desbancar -tópicos aparte- a las de futbolista, actriz, astronauta o influencer, pero todo se andará. Ya las hay que pueden empezar a captar su atención, como la de piloto de drones. La multiplicación de usos y aplicaciones de estos artilugios voladores no tripulados ha creado una nueva profesión. También las impresoras en 3D han aumentado las opciones para los amantes del diseño y el desarrollo de nuevos productos... Así que la tecnología se ha propuesto revolucionar el mercado de trabajo. Busca nuevos perfiles.

Demanda disparada

Desde la Comisión Europea siguen recordando el déficit real de profesionales formados en habilidades digitales. La demanda es incluso mayor tras la aceleración tecnológica que ha provocado la pandemia. De ahí que nos hayamos querido preguntar por qué perfiles profesionales van a reclamar más las empresas de aquí a unos pocos años. Teniendo en cuenta también el porcentaje altísimo de jóvenes ninis en España, con una tasa de desempleo del 40% en menores de 25 años, también estos pueden recibir alguna pista para dar el salto con éxito a la vida laboral.

Creador de carne artificial

Risto Linturi parece tenerlo todo para adivinar cuáles serán esos oficios del futuro: es emprendedor, es experto en innovación y tecnología y encima es finlandés. Sí, el país europeo a la vanguardia, del que siempre parecen venir las nuevas tendencias en tecnología. Según él, entre los currículos más reclamados estarán el de creador de carne artificial, el de supervisor remoto de trabajadores robot, el de policía de ciberseguridad, el de inspector de inteligencia artificial, el de guía turístico para viajes de realidad virtual... También pronostica buena salida laboral a los agricultores urbanos, a los limpiadores de paneles solares, a aquellos que se dediquen a personalizar herramientas de inteligencia artificial e incluso para los responsables de verificar la identidad y la información.

Si consultamos el último estudio al respecto del Foro Económico Mundial, el ránking de profesiones del futuro resulta algo más cercana en el tiempo. En ese listado ocupa la primera plaza el científico de datos que ayude a sacar partido a los lagos y mares de información que van recopilando las empresas. Muy relacionada con la anterior, en segunda posición, encontramos a los profesionales encargados de las tecnologías de almacenamiento de datos. A continuación, estos expertos economistas hablan de los desarrolladores de herramientas y aplicaciones y de la gestión de la ya mencionada inteligencia artificial. Entre otras áreas profesionales que ganarán peso en los próximos lustros, incluyen la alfabetización digital, la computación científica y las redes informáticas.

212.673 ofertas en 2021

Según el informe Tech Cities 2021 de Mampower y Experis, la demanda de especialistas TIC en España se duplica cada dos años, hasta el punto de que en 2021 supera los 212.673 posiciones, frente a las 113.776 de 2019 y las 55.099 de 2017. “Un salto notable que responde a la digitalización de las empresas españolas, quienes, a su vez, atienden a una mayor sofisticación y digitalización del consumidor local y apuestan por la tecnología como herramienta competitiva”, explican los autores de este trabajo. Esa mayor demanda también se traduce en un mejor salario: estos profesionales reciben un sueldo medio de 37.660 euros al año, lo que significa que está 11.000 euros por encima de la media nacional, situada en 26.500 euros. Estos oficios están ubicados sobre todo en Madrid, aunque también esto va cambiando gracias al teletrabajo. Sus especialidades son las soluciones de transformación de negocio, todo lo relacionado con la nube y su infraestructura, los servicios de datos...

Cómo formarse para estos trabajos

Cuando se habla de las profesiones del futuro, siempre salta la misma cuestión aún por resolver: la descoordinación, brecha o desajuste existente entre las instituciones de enseñanza oficiales y lo que demandan después las empresas y el mercado laboral. Así quedó de manifiesto en el debate que siguió a la presentación del informe Tech Cities 2021. Expertas de compañías como Deloitte y Fujitsu reclamaban también mayor peso de las disciplinas STEM entre las estudiantes. Para ayudar a trazar ese itinerario formativo para quienes se apunten a un futuro profesional tecnológico, queremos ofrecer a continuación algunas claves.

La consultora española S4G aporta su propia solución a esa falta de adecuación entre el mundo académico y el laboral: “Una empresa que no se preocupa por la formación de sus equipos deja de ser competitiva”, nos explica Laura Maseda, Employee Experience Manager de esta firma. “Sobre todo, en un contexto económico en el que los clientes demandan soluciones que resuelvan sus necesidades casi en tiempo real”, aclara. Para ayudar a los nuevos profesionales que llegan de la universidad a adaptar sus conocimientos a la realidad que demandan las empresas, han puesto en marcha la S4G Academy. “Son los propios compañeros quienes forman en las últimas tecnologías y tendencias (inteligencia artificial, dashboard empresariales, analítica avanzada...)”. Añade Maseda que “buscan jóvenes con talento, con conocimiento en tecnología, habituados a trabajar y crecer en equipo y que, sobre todo, sepan añadir valor a todo aquello que hacen”.

Objetivo: vender más

En general, lo que buscan todas las empresas, ya sean tradicionales o startups, es ampliar su cartera de clientes y mercados. Vender más, en definitiva. Así lo ven desde Paradigma, que aprecian que solo hay tres formas de conseguirlo: “Conociendo mejor a los clientes y sus necesidades aplicando la inteligencia artificial, siendo ágiles en el diseño de metodologías de trabajo y gestión de flujos de procesos, y optimizando costes aprovechando la nube o el machine learning”. Nos lo resume Patricia Hernández, responsable de People en Paradigma. También en esta empresa han optado por crear su propia escuela, donde aúnan su vocación de estar siempre a la última en las tecnologías más punteras fomentando a la vez cuatro valores: “El compañerismo, la excelencia, el compromiso y la innovación”. “En el Paradigma Institute, los alumnos aprenden cómo se desarrolla software de la mejor calidad en formato bootcamp con sesiones de trabajo orientadas a proyectos reales, clases presenciales, ejercicios y autoformación guiada”, añade Hernández.

Preguntada por esos profesionales del futuro, la responsable de Paradigma añade que son los arquitectos de datos y nube, los científicos de datos, los ingenieros de machine learning, los diseñadores de experiencia de usuario... Reconoce también que, a la hora de elegir a los futuros compañeros de equipo, no solo valoran los grados más técnicos en ingeniería informática, telecomunicaciones, física o matemáticas y estadística, sino también su dominio de otras disciplinas más alejadas de los chips como las bellas artes, el marketing o la administración y dirección de empresas.

Para hablar de uno de los campos con mayor demanda de profesionales, el de la ciberseguridad, Ignacio Ruiz-Larrea, responsable de consultoría en TransUnion España, nos explica que “hace unos años no existían equipos especializados en la detección de fraude en muchas de las entidades españolas y actualmente todas tienen, en mayor o menor medida, puesto el foco en esta prevención por el daño que deja en la entidad y los consumidores”. Pronostica que muy posiblemente “en un futuro, los departamentos de fraude se convertirán en departamentos especializados en verificación de la identidad utilizando Big Data, Internet de las cosas (IoT) u otras fuentes de información que actualmente no disponemos”.

No todo es conocimiento

Los expertos consultados para hablar de las profesiones del futuro y de cómo formarse para ellas coinciden en que no todo es conocimiento. Cada vez son más determinantes a la hora de decantarse por un candidato u otro las llamadas habilidades blandas. Para Jaime Rodríguez González, Business Partner en Unisys España, “más allá de la formación reglada que elija el estudiante, lo más importante es una inversión en habilidades como capacidades de comunicación y de negociación, gestión de conflictos, empatía, trabajo en equipo...” Añade que estos aspectos no se enseñan en la universidad, pero que se convierten en fundamentales para trabajar en ambientes de trabajo como el actual, en el que la colaboración a distancia y entre equipos multidisciplinares es la norma. “De la misma manera, las habilidades de negociación son esenciales hoy en día ya que todos los profesionales tienen que negociar, sin importar el grado de responsabilidad ni el puesto concreto que se ocupa”, afirma. Para este experto, las profesiones más demandadas serán aquellas que estén relacionadas con la nube y, concretamente, con SAP y Salesforce, así como con la analítica de datos. “Se buscan perfiles capaces de analizar e interpretar datos y que sean capaces de sugerir soluciones adecuadas basadas en toda esta información”, añade.

Desde otra compañía tecnológica, desde la consultora de desarrollo digital Syntonize, uno de sus responsables, Manuel Navarro, recomienda destruir tópicos en torno a la enseñanza reglada, siempre considerada como la más importante o de referencia en el currículo. “Estudiar puede ser un concepto que se puede entender mal y asociarse a recordar cosas de memoria, sacarse títulos, o carreras...” Para Syntonize, la tecnología se basa sobre todo en aprender y practicar, tanto en el ámbito del desarrollo como del diseño y, por eso, cada vez se ofrecen más cursos de formación especializada en diferentes áreas atendiendo a las necesidades del mercado y, sobre todo, entrar en una espiral de aprendizaje constante”. Dejan claro desde esta firma que quienes se decidan por una carrera profesional tecnológica están abocados y deben comprometerse a la formación continua. “Todo cambia constantemente y hay que estar en la brecha y dispuesto a seguir aprendiendo y conociendo cosas nuevas, para reinventarse constantemente como profesional y hacerse valer en un mercado muy competitivo”.

Añaden sin reparo que es importante que el estudiante evalúe con sinceridad sus capacidades y aptitudes, si se ve capaz y con tiempo de afrontar una ingeniería o si prefiere hacer un ciclo superior o un bootcamp, que “son opciones muy válidas para acceder al mercado laboral”. Incluso reconocen que hay que “perder el miedo al qué dirán cuando se opta por algo que no es la universidad, especialmente a día de hoy, ya que la formación no universitaria tiene una calidad altísima y muy buena salida. Lo que hace a un buen profesional no es siempre su formación, sino su dedicación y su inquietud por mejorar”, concluyen.