La creación de contenidos un nuevo salto
Cada minuto, en el mundo, se realizan dos millones de búsquedas en Google, se publican 41.000 publicaciones en Facebook y se difunden online 347 nuevos artículos a través de Wordpress. A partir de estos datos proporcionados por Qmee, parece evidente que en tan sólo 60 segundos cambia por completo el escenario online disponible para los usuarios, que a menudo se encuentran en dificultad para seguir con atención lo que realmente les interesa. Desde el punto de vista de los creadores de estos contenidos, la competencia es muy alta y a menudo no se consigue interceptar al público objetivo.
Esto sucede porque los datos que hay que analizar, antes de la realización de un proyecto, son muchos y no están armonizados entre sí. Además, porque el proceso creativo se encuentra con la intervención humana que no siempre es capaz de organizar de forma óptima los datos que dispone para transformarlos en valor. Por lo tanto, se considera un campo caótico en el que moverse puede no ser fácil. Es en esta necesidad de muchas realidades económicas donde encaja Contents, empresa MarTech fundada en 2017 por Massimiliano Squillace con la intención de revolucionar la creación de contenidos mediante el uso de la inteligencia artificial. La plataforma opera en el sector de la creación de contenidos e implementa herramientas innovadoras para el descubrimiento de tendencias para editores y e-commerce. En concreto, las herramientas necesarias para la creación y distribución de contenidos se ofrecen en modo SaaS (Software-as-a-Service), desde el análisis de tendencias hasta la generación automática de textos gracias al NLG.
La tecnología no sustituye al hombre, sino que integra su trabajo, ayudándole a obtener valor. Desde el punto de vista técnico, todo parte de la recogida de datos, un primer análisis de los mismos y la elaboración de predicciones sobre tendencias que luego se procesan a través del algoritmo propio. Estos fluirán hacia el aprendizaje automático que permitirá identificar patrones y tomar decisiones con una mínima intervención humana. Además, gracias al Deep Learning y redes neuronales, que simulan la estructura del cerebro humano, a medida que se introduzcan datos, el aprendizaje automático mejora. Se trata de una verdadera predicción de la personalidad a través del uso de la inteligencia artificial.