Turismo, tecnología y talento
El año 2020 ha supuesto un antes y un después en la reciente historia de la Humanidad. La aparición de la pandemia por el Covid-19 ha sacudido un estilo de vida que parecía estable en prácticamente todo el mundo para demostrarnos que somos mucho más vulnerables de lo que nos creíamos. La incertidumbre se ha apoderado de sectores como el sanitario, social, político, económico, empresarial y, por supuesto, el turístico, sin duda, uno de los que más han sufrido como consecuencia de la pandemia, sobre todo en un país eminentemente turístico como España.
Lo cierto es que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que uno de los elementos que ha evitado una, en otros tiempos, casi paralización total del mundo ha sido la tecnología, que prácticamente de la noche a la mañana se ha visto en el centro de una especie de efecto en cascada en favor de la transformación digital en miles y miles de empresas de todo el mundo. Y desde luego, en sectores como el turismo.
Esa clara apuesta por la transformación digital está afectando tanto al sector público como a la empresa privada, que están acelerando un proceso que, en muchos casos, se habría llevado a cabo dentro de unos años y, desde luego, a una velocidad mucho menor que la actual.
Sin olvidar que muchas compañías, situadas en un confortable éxito garantizado por un histórico de varios años, habrían seguido como hasta hace poco más de un año: estancadas tecnológicamente, sin apostar por la innovación.
Porque la pandemia, de un plumazo, se ha llevado todas las posibles excusas para posponer una revolución digital que ha supuesto, por ejemplo, la creación de nuevos modelos de negocio basados en la propia tecnología, nuevas formas de comunicación con los clientes, un modelo híbrido de negocio y una tecnología de la información ágil y en continua evolución. En esta nueva realidad, en este nuevo escenario, el sector turístico tiene, y tendrá, mucho que decir.
Sin duda, nos enfrentamos a un escenario a diez años vista repleto de cambios, en el que la economía digital tenga más peso casi día a día y con la tecnología como auténtico motor de impulso económico. Sobre todo, en sectores como el turístico, que también ha tenido, tiene y tendrá que reinventarse para competir con otros países, algunos históricos; otros emergentes en este campo, y salir ganador.
Porque no olvidemos que es mucho lo que la tecnología está haciendo, puede hacer y hará para apoyar un nuevo despegue, una segunda edad de oro del turismo español. Por ejemplo, la captación de nuevos turistas que hasta ahora hayan optado por otras posibilidades, incrementar la estancia media de los turistas y su gasto en destino, mejorando la tasa de repetición gracias a una experiencia de viaje inolvidable y, por supuesto, la presencia digital en las tres fases de que consta un viaje: Motivación y decisión, Estancia y, por último, Recuerdo y recomendación.
Sí, todo suena muy bien. ¿Pero, cómo hacerlo? ¿Con qué herramientas tecnológicas puede contar el sector turístico para ello? Con muchas, por ejemplo, las soluciones biométricas como el reconocimiento facial de huellas y el check-in digital, las soluciones contact less lideradas por pulseras inteligentes o aplicaciones y, en general, la presencia en dispositivos móviles que, todas ellas, suponen una clara e imparable mejora de la tan buscada experiencia de usuario del turista.
Sin olvidar la gestión de toda la información relacionada con el futuro cliente mediante el big data y la cada vez más presente Inteligencia Artificial o, en general, la digitalización y optimización de todas aquellas gestiones que sea posible, algo en continuo aumento.
Sin embargo, para que esta tecnología sea algo más que un revulsivo para el sector turístico, en la actualidad nos encontramos ante un auténtico reto, y es la falta de profesionales TIC cualificados. Porque no olvidemos que, en estos momentos, y en un sector como el tecnológico, quien innova es la gente con talento. Y la hay. Pero el auténtico reto al que nos enfrentamos es encontrarla para poder producir esa innovadora tecnología.
Y es que, aunque pueda parecer difícil de entender, uno de los grandes retos de la empresa TIC es, precisamente, encontrar profesionales con el talento necesario para acometer proyectos de distinta envergadura. Porque hay una lucha encarnizada por el talento. Y estamos convencidos de que el futuro está ahí, en ese talento, pero hay que buscarlo y, por supuesto, hacer todo lo posible por retenerlo.
Las empresas tecnológicas deben potenciar esa búsqueda y apostar por un claro proceso de deslocalización, con profesionales trabajando ahí donde se encuentre el talento. Y con ello, ayudar aún más en el crecimiento de un dañado sector turístico.
Creemos que la innovación tecnológica debe ir, siempre, de la mano del negocio, en este caso, del turístico. Y en esta alianza tácita hay que contar con un talento cada vez más difícil de encontrar, pero que puede marcar un antes y un después. Y todo ello para revitalizar un sector muy dañado en los últimos meses, pero que, si entre todos hacemos las cosas bien, puede no sólo volver a tener el esplendor que ha tenido en España, sino incrementar su presencia en un Producto Interior Bruto (PIB) que, sin duda, no refleja la enorme importancia económica y, sobre todo social, que tiene.
Quizá sea el momento indicado de cambiar el mensaje y hablar no tanto de Sol y playa como de Turismo, Tecnología y Talento.