Objetivo: reducir la brecha digital para 150 millones de personas

Un tercio de los niños del mundo, alrededor de 463 millones de estudiantes, no pudieron acceder a la enseñanza a distancia durante la pandemia

Las compañías tecnológicas han superado la pandemia con nuevos bríos. Han sido las artífices de que hayamos podido seguir trabajando, comunicándonos y consumiendo incluso en los peores momentos de la crisis y eso también tiene su premio en resultados económicos. Por eso se encuentran en una situación de cierta ventaja para avanzar en otro campo importante, el de la sostenibilidad y la equidad. “Hemos establecido algunos de los objetivos climáticos más agresivos y completos del sector tecnológico”, comenta Nuria Arocas, responsable de sostenibilidad en HP. La firma acaba de presentar la memoria de sostenibilidad de 2020 y, sobre todo, ha anunciado sus nuevos compromisos para los próximos ejercicios. “A las empresas se les va a juzgar no por los beneficios, sino por los valores que aporten a la sociedad. Para 2030 nos queremos convertir en la empresa tecnológica más sostenible y justa del mundo”, añadía Montse Serra, directora de soluciones para empresas en HP.

Para avanzar en esa dirección, se han planteado objetivos “a corto, medio y largo plazo”. En el pasado año, HP redujo la huella de carbono en un 4%, las emisiones de gases de efecto invernadero de los productos en un 33%, aumentó el plástico reciclado en todo su portfolio hasta el 11%, y disminuyó los envases de plástico de un solo uso en un 19 %. La compañía ha anunciado que también mantiene el 100 % de su estrategia de deforestación cero para el papel original HP y alcanza el 99% para los embalajes de papel.

Más allá de ese compromiso con el medio ambiente, hay otros retos incluso más acuciantes sobre la mesa. Durante el Covid-19, según Unicef, un tercio de los niños de todo el mundo en edad escolar, alrededor de 463 millones de estudiantes, no pudieron acceder a la enseñanza a distancia. De ahí que HP se proponga “acelerar la equidad digital para 150 millones de personas en 2030”. Lo hará con su iniciativa HP PATH (Partnership and Technology for Humanity), un programa con el que se promoverán acciones y asociaciones locales para abordar los retos de las comunidades más desfavorecidas en todo el mundo centrándose en la educación, la sanidad y la creación de oportunidades económicas.

“Nuestra estrategia de impacto sostenible está ayudando a fortalecer nuestras comunidades al tiempo que estimula la innovación y el crecimiento en todo nuestro negocio. La creación de tecnologías que inspira el progreso ha sido siempre una de las mayores fortalezas de HP, y seguimos comprometidos para alcanzar los objetivos que nos hemos fijado”, ha declarado Helena Herrero, presidenta de HP para el sur de Europa. “A medida que la tecnología digital transforma muchos aspectos de nuestra vida y la de nuestras empresas, existe un peligro real de dejar a muchas personas atrás. No podemos permitir que esto ocurra”, ha concluido Herrero.

Aunque la brecha digital siempre ha existido, la pandemia de Covid-19 puso de manifiesto su importancia y se amplificó en todo el mundo. Desde la compañía entienden que esta desigualdad digital está en su punto álgido y que seguirá creciendo si no se trabaja de forma coordinada para encontrar soluciones. Más allá de la educación, la brecha digital puede ralentizar el acceso a una atención sanitaria moderna y a oportunidades de trabajo competitivas, “ya que la transformación digital sigue acelerándose y el acceso a la tecnología es clave para conseguir estos avances”, apuntan.

HP considera que la verdadera equidad digital requiere de cuatro elementos clave: el hardware (p. ej. un ordenador portátil o una impresora); la conectividad (p. ej. el acceso a Internet); la calidad, el contenido relevante (p. ej. los materiales de aprendizaje); y la alfabetización digital (p. ej. las capacidades para utilizar la tecnología). Para reducir la brecha digital, el trabajo de HP se centrará en cuatro comunidades específicas que tienen más probabilidades de sufrir la brecha digital: mujeres y niñas; personas con discapacidades (incluidas las poblaciones de edad avanzada), comunidades de color y grupos marginados, así como educadores y profesionales.