El sueño de los jugones

La nueva consola de Microsoft, la Xbox Series X, destaca por la rapidez en las cargas, por los gráficos 4K hasta 120 frames por segundo y también por su silencio

El aficionado a los videojuegos más sibarita pide reducir los tiempos de carga, gráficos de la máxima resolución posible y menús intuitivos. Si a eso sumamos uno de los catálogos de títulos más amplios de la historia del entretenimiento digital, tenemos el póker de ases. Todo esto es lo que ofrece la última consola de Microsoft, la Xbox Series X, que hemos tenido oportunidad de probar a fondo durante dos semanas. Recordamos que salió a la venta el 10 de noviembre acompañado de una hermana menor, la Xbox Series S -sin lector de disco-. Sus precios (499 euros la Series X y 299 euros la Series S) ya se alejan mucho de los 2.000 euros que nos costaría un buen PC de gama alta orientado a gamers. Hablamos de públicos distintos, lo sabemos, pero aun así hay que reconocer que la Xbox Series X incluye especificaciones técnicas propias de uno de esos otros equipos. Su GPU de 12 teraflops -frente a los 6 que tenía la Xbox One X-, su RAM de 16Gb -frente a los 12GB de su antecesora- o su CPU de ocho núcleos, que funciona a 3.8 GHz frente a los 2.3 de la Xbox One X son detalles a tener en cuenta. Aunque no queremos perdernos en especificaciones técnicas, estos tres datos bastan para comprobar la evolución de una máquina a otra. Y para apuntar hacia lo que podemos esperar de ella. A partir de ahora, preferimos centrarnos en lo que interesa de verdad, en cómo afecta ese cerebro mejorado a la experiencia de juego.

Pues bien. Una de las cosas que más se agradecen es la rapidez en los tiempos de carga. Se nos recomienda para ello descargar los juegos directamente en la consola -mantiene 1TB de capacidad-, aunque la verdad es que hemos jugado con un disco externo -el Cyberpunk 2077 de Seagate- y aun así hemos notado bastante diferencia con la consola anterior. Otra novedad es la posibilidad de saltar de un juego a otro manteniendo el punto en el que lo dejamos sin tener que pasar por todos los menús previos o seleccionar de nuevo la partida que estábamos jugando. Lo hemos probado por ejemplo con el ‘F1 2020’ y retomamos la carrera exactamente en la curva donde le dimos al pause para saltar a otra partida de uno de los juegos estrella ahora, el ‘Assassin’s Creed Valhalla’.

Otro detalle que no pasa por alto es la resolución gráfica. Para ello, necesitamos sí o sí una pantalla 4K y, según el juego, hemos conseguido los 120 frames por segundo. Esto último va a depender mucho del desarrollador de cada título. En algunos casos, como en ‘Dirt 5’, por ejemplo, se nos pide que elijamos entre una resolución y unos fps según nuestras preferencias. Todo indica que a partir de ahora se añadirá en las opciones de configuración de los juegos esas nuevas posibilidades para exprimir al máximo la consola...

Un detalle que quizá no sea lo más importante, pero que sí nos ha llamado mucho la atención es el silencio que se ha conseguido en este equipo. A priori, gestionar toda esa potencia requiere de ventilación. Y ya conocemos bien el ruido que suele generar esa parte de cualquier CPU. Las amplias rejillas de su zona superior e inferior parecen ser suficiente para refrigerar el equipo, dándole por cierto aire futurista a su diseño. Esto del silencio, cuando jugamos con unos auriculares o con un equipo de sonido a cierta potencia, pasa inadvertido y puede que no sea tan importante, pero para cuando utilizamos la consola como centro del entretenimiento del hogar para reproducir música o series o con cualquier otra aplicación alejada de los juegos, es algo que también merece la pena considerar.

A partir de ahí, lo importante es el catálogo de juegos, que en este caso es realmente impresionante. Entre los 40 títulos que acompañaron el lanzamiento de la consola podemos mencionar ‘Assassin’s Creed Valhalla’ (Ubisoft), ‘Bright Memory Infinite’ (Playism), ‘Call of the Sea’Raw Fury), ‘Chorus’ (Deep Silver), ‘Dirt 5’ (Codemasters), ‘Madden NFL 21’ (Electronic Arts) o ‘Yakuza: Like a Dragon’ (SEGA). A esos 40 hay que sumar otros 30 títulos que han ido saliendo desde noviembre hasta ahora. Y tampoco olvidar que, al margen de los últimos lanzamientos, otra ventaja de Xbox Series X (y S) es su retrocompatibilidad con miles de juegos, desde aquellos que salieron con la primera Xbox a la Xbox360 o la más reciente Xbox One.

En lo que no se han introducido novedades, sencillamente porque no era necesario, era en el pad de control y en el menú de navegación, que han demostrado su sobrada eficacia. Microsoft ya ha hecho los deberes lanzando la consola más potente hasta el momento. También ha puesto a trabajar a sus 15 estudios de desarrollo en el diseño de juegos que exploten al máximo las posibilidades de la máquina. A partir de aquí, ya dependerá de estos estudios y de los de terceras compañías sacar todo el partido a una máquina que tiene todos los ingredientes para mejorar la experiencia de juego tanto del jugador ocasional como del más fanático.