¡Que viva México, corredores!

En ‘Forza Horizon 5’, uno de los mejores juegos del año, podemos conducir hasta 500 vehículos de distintas categorías por cenotes, ruinas mayas, pueblos típicos, playas, desiertos, selvas, etc.

Entre los juegos de velocidad, hay dos sagas que destacan por derecho propio en el universo XBox: ‘Forza Motorsport’ y ‘Forza Horizon’. Mientras que en la primera de ellas conducimos carreras siguiendo un guion, de evento en evento, en un calendario más o menos fijado; en la segunda la libertad no parece conocer límites en un mundo abierto. En la quinta edición de ‘Forza Horizon’ el avión de carga que aparece al inicio de estos juegos hace escala en tierras mexicanas. Allí monta la estructura del Festival Horizon y se nos invita a participar en eventos de todo tipo. Aunque también hay carreras al uso, encontramos otras muchísimas cosas que hacer, desde un sprint a un salto, recorrer una zona campo a través, competir en una carrera con un avión o con un tren, localizar vehículos ocultos, tomar imágenes... Los objetivos se expanden para aportar mayor variedad al volante.

La pregunta obligada al comentar un juego de velocidad es si estamos ante un título arcade o de simulación. Si bien es cierto que en los últimos años la mayoría de juegos de este género buscan agradar a todos los jugadores, ya sean los más exigentes y realistas como los menos ortodoxos con eso de la mecánica y los daños, en este caso también se incluyen todo tipo de ajustes para que todos nos sintamos cómodos según nuestros gustos. Así, podemos habilitar o deshabilitar todo tipo de ayudas a la conducción y reducir o no los daños para no acabar en la cuneta a las primeras de cambio, pero lo cierto es que el título nos parece mucho más cercano a lo arcade que a la simulación. Por supuesto que los 500 vehículos incluidos en el juego y que tenemos que ir desbloqueando, comprando o recuperando de garajes abandonados suenan y lucen distintos y se comportan de forma diferente, pero si pensamos que esos coches siguen como si tal cosa después de un salto de 40 metros, que siempre caen de pie como los gatos, o que no se despeinan tras haber arrancado de cuajo cactus de tres metros o atravesado lagunas, pues nos inclinamos más hacia lo arcade. Y es que todo aquí está pensado para favorecer la jugabilidad. Un último detalle de ello es que cuando andamos buscando eventos nuevos, podemos -sin necesidad de salir al mapa principal- activar en la cruceta izquierda del mando varias opciones según lo que nos apetezca hacer en ese momento. Así, si lo que queremos es competir en una carrera, la prueba estrella en cualquier título del género, se lo pedimos a nuestra asistenta, Anna, y nos marcará en el GPS el camino hacia el reto de ese tipo más cercano a nuestra localización.

Ya si salimos al mapa principal, puede llegar a resultar hasta agobiante la cantidad de iconos de distintos tipos que podemos llegar a ver a medida que avanzan las horas de juego. Casi llegan a superponerse y merece la pena aprenderse qué representa cada icono para elegir bien a qué evento inscribirnos. Y si no, la aventura es la aventura, porque todas las pruebas tienen su interés y nos permiten ir saltando de un vehículo a otro y de un encargo a otro.

También a medida que recorremos y conocemos más sobre este mundo abierto obtenemos nuestra propia casa, donde establecer nuestro campamento, y personalizar al avatar con un armario repleto de opciones, algo que lucirá en las animaciones y escenas entre evento y evento, cuando no estamos al volante. Y si el juego es rico en esas opciones de personalización del conductor, imaginaos a la hora de tunear a los vehículos, tanto en apariencia externa como por dentro.

Sobre la localización, el escenario elegido en esta ocasión para ‘Forza Horizon 5’, es muy apetecible y lo cierto es que los desarrolladores del juego le han sabido sacar todo el partido por la diversidad de entornos representados. Tan pronto estamos conduciendo por un cenote que investigando por templos mayas, atravesando desiertos, circulando por zonas de costa, selvas, pueblos típicos con sus casas multicolores, etc. Quienes hayan visitado de verdad el país podrán recordar con ‘Forza Horizon’ algunos de esos espectaculares entornos. Si en la anterior entrega tuvimos la oportunidad de movernos a nuestras anchas por Reino Unido, ahora toca hacer lo propio por México.

El juego explota las posibilidades de las consolas de última generación, con gráficos hiperreralistas y unos efectos de iluminación que destacan sobre todo en las carreras nocturnas y cuando la climatología hace de la suyas y aparece la lluvia, la niebla, el polvo, etc. Como viene sucediendo en los títulos de Xbox Series X/S, el juego nos da la posibilidad de ajustar la máxima resolución de pantalla sacrificando a cambio frames por segundo, por lo que también en este sentido se nos da la opción de elegir. El juego, considerado ya uno de los mejores del catálogo de las consolas de última generación de este 2021, no puede faltar entre los fans del género de velocidad.

Hemos aprovechado ‘Forza Horizon 5’ para probar también el nuevo servicio que Microsoft lanzó el pasado 17 de noviembre y que nos permite jugar directamente en la nube, incluso cuando no tenemos la consola cerca y queremos acceder a nuestra cuenta de Xbox Game Pass en el móvil, utilizando para ello un mando bluetooth. De esta manera, los seguidores de Xbox pueden jugar a los títulos de Xbox Game Pass desde la nube en consolas Xbox Series X/S y Xbox One con una suscripción Xbox Game Pass Ultimate. ¿Qué permite? Entrar en los juegos rápidamente sin instalación y reservar espacio en el disco duro para aquellos títulos que solemos jugar más a menudo. A cambio de esa suscripción de 9,99 euros al mes también podemos unirnos a la sesión de un amigo en cuanto recibimos su invitación para jugar a un título que no nos hemos descargado todavía -esta opción nos da pie a compartir los gastos de esa suscripción-. También podemos jugar a una selección de títulos actualmente solo jugables en la última generación de consolas. Y, como comentábamos, ofrece esa posibilidad de poder echar una partidita desde cualquier lugar, a través de la app específica de Xbox Game Pass en el móvil y con el mando, un kit que cabe en cualquier maleta de viaje.