El nuevo reto del modelo híbrido: la tecnología

Durante los años 2020 y 2021, las empresas han tenido que enfrentarse a diferentes retos derivados de la pandemia que hemos vivido a nivel mundial y muchos han sido superados con creces. Si bien el Covid-19 ha introducido muchas incertidumbres para las empresas en diversos sentidos, parece que una cosa es segura: el modelo de trabajo híbrido ha llegado para quedarse. Esto supone un nuevo reto a las compañías: la digitalización y cómo fidelizar a sus empleados, mucho más acostumbrados a trabajar por objetivos, en la distancia.

La consultora KPMG publicó recientemente los resultados de un estudio que ha realizado a 1.325 directivos, 50 de ellos españoles. Según leemos en sus conclusiones, gran parte de ellos afirmaba que quiere aprovechar la digitalización para construir un entorno laboral más flexible y, cerca de la mitad afirmaban que, en el futuro, sus empleados trabajarán de forma remota al menos dos o más días a la semana.

Está claro que lo que comenzó como una necesidad debido a las regulaciones obligatorias de distanciamiento social, ahora se ha convertido en una preferencia para muchos profesionales.

El modelo híbrido de trabajo conllevará muchos beneficios tanto para empresas como para empleados. Para los primeros, supone numerosos ahorros en términos de alquileres y otros gastos fijos que implicaban tener una oficina física. Para los segundos, supone beneficios en términos de ahorro en transporte, de conciliación familiar, comodidad, etc. Pero, para ambos, se presenta un nuevo reto: que todas las herramientas que se necesitan para trabajar en remoto funcionen correctamente. Esto es crucial para poder contribuir a la buena experiencia de un empleado en la compañía y para que repercuta positivamente en la productividad del mismo.

La longevidad del modelo de trabajo híbrido depende de la buena experiencia y productividad que tengan los empleados fuera de la oficina. Así, es importante reconocer la importancia de la experiencia digital del empleado (DEX) para implementar de manera efectiva este nuevo modelo de trabajo. Esto es algo que en países como Reino Unido ya se toman como una prioridad y que, en España, está empezando a tomar fuerza.

Durante la rápida y total transición al trabajo remoto que experimentaron muchas empresas durante la pandemia, los departamentos de TI, a menudo, no lograron brindar una experiencia digital perfecta en un entorno fuera de la oficina. Es importante tomar la experiencia del empleado como una prioridad y muchas empresas ya lo están haciendo: Al comprender las necesidades y preferencias digitales de todos los empleados y al construir un lugar de trabajo remoto personalizado para satisfacer estas demandas de una manera flexible y ágil, los empleados podrán trabajar con satisfacción, productividad y disfrute, independientemente de su ubicación.

Los empleados esperan, cada vez más, la misma calidad de experiencia digital fuera de la oficina que tendrían en la oficina. Actualmente, y derivado de esto, su percepción de las TI sigue siendo negativa. El impacto negativo que tiene una mala experiencia de TI en los empleados es tangible. Una nueva investigación de Citrix en abril de 2021 concluyó que el 45% de los trabajadores se sintieron desilusionados con su empresa debido a la mala tecnología en el lugar de trabajo, lo que demuestra que no se puede ignorar la DEX, especialmente porque el trabajo remoto no es de ninguna manera una situación temporal.

Se debe adoptar un enfoque personalizado y proactivo de los problemas técnicos para que los equipos de TI se adapten con éxito a un nuevo modelo de trabajo híbrido. El año pasado demostró a los departamentos de TI y a los directivos que deben tener conocimiento y visibilidad de la experiencia digital del empleado independientemente de su ubicación, en lugar de esperar a que los empleados informen de los problemas.

El poder identificar problemas del empleado antes de que ocurran y resolverlos, contribuirá en gran medida a evitar un enfoque lento y manual de los problemas que agota los recursos y la productividad entre los empleados y los equipos de TI por igual.

En diferentes estudios que hemos realizado desde Nexthink, hemos comprobado que los empleados pierden cerca de dos horas por semana en problemas relacionados con la tecnología, lo que equivale a 100 horas (dos semanas laborales) al año. Si realizamos un cálculo muy sencillo, para una empresa con 10.000 empleados, esto podría equivaler a cerca de medio millón de euros por semana y casi 21 millones de euros por año perdidos, por tiempo de inactividad de TI.

Los equipos de TI deben adoptar un enfoque proactivo frente a reactivo de la experiencia de TI. En lugar de que los empleados llamen al servicio de asistencia técnica cuando tienen un problema, el departamento de TI debería estar atento a solucionar los problemas antes de que un empleado se dé cuenta de que hay uno. Al identificar y resolver problemas antes de que se conviertan en algo que afecte al servicio, el riesgo de interrupciones y el tiempo de inactividad de los empleados se reduce drásticamente. Esto permite una productividad óptima de los empleados, sin importar si se encuentran en casa o en la oficina.

Dado que el cambio a modelos de trabajo más flexibles se ha convertido en algo inevitable para muchas empresas, los equipos de TI deben adaptarse para asegurarse de que este sistema funciona de manera eficaz para los empleados. Los equipos de TI que no adoptan un enfoque más especializado para el empleado se arriesgan a experimentar la frustración de sus empleados y al desgaste posterior.