Los mejores inventores merecen un premio

La Fundación James Dyson convoca hasta el 30 de junio a los más creativos para su certamen anual. La joven española Judit Giró se impuso el año pasado a 1.800 candidaturas

Quien haya aprovechado este año tan atípico para diseñar algún invento revolucionario que mejore la vida de las personas tiene ante sí una buena oportunidad para enseñarlo al mundo. La Fundación James Dyson, el fundador e ingeniero jefe de la marca de aspiradoras británica, acaba de presentar una nueva edición de su concurso internacional de inventores. Hasta el 30 de junio hay tiempo para preparar un sencillo vídeo y otros materiales con los que explicar sucintamente los pormenores del futuro artilugio. El certamen premiará con 35.000 euros al ganador internacional en la categoría general, con otros 35.000 al mejor proyecto en sostenibilidad y además habrá otros dos finalistas internacionales que recibirán 5.800 euros cada uno y 27 ganadores nacionales (2.300 euros).

La joven española Judit Giró sabe bien lo que es alzarse con este reconocimiento en su máxima categoría. Así lo hizo en la edición pasada con The Blue Box, rompiendo estereotipos y tópicos sobre el menor peso de las mujeres en las especialidades STEM. Su proyecto se propone llevar las pruebas diagnósticas de cáncer de mama a casa. Un jurado compuesto por 20 ingenieros y presidido por James Dyson eligió la iniciativa de Giró. “El dispositivo pretende ser una revolución en el campo de la investigación, ya que permitirá que, en un futuro, las mujeres puedan realizarse una prueba de cáncer de mama a través de la orina, y en casa, sin dolor, sin radiación y de bajo coste”, explicaba Giró cuando recibió el premio. The Blue Box se impuso sobre los 1.800 proyectos presentados al certamen en el último año. Gracias al premio del concurso, esta joven emprendedora ha comenzado los procesos de patente en California y ha montado una sede en España, para atraer inversores y startups de Europa.

El proyecto seleccionado como ganador nacional en la última edición fue a parar a otras dos jóvenes, María de la Sierra González-Palencia Soria y Alicia Muñoz Segovia, estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid. Su iniciativa no puede ser más oportuna en estos tiempos de pandemia, si bien los orígenes de sus investigaciones se remontan tiempo atrás, al año 2017. Ambas trabajan en nuevos diseños de mascarillas respiratorias para mejorar la calidad de vida de los enfermos crónicos. Éstas mejoran la ventilación mecánica no invasiva y permite que el paciente pueda utilizar la mascarilla de tres formas diferentes en un solo producto. “Los jóvenes quieren cambiar el mundo y este premio les ayuda a hacerlo, proporcionándoles una financiación crucial, una validación y una plataforma para lanzar sus ideas. El 65% de los ganadores internacionales comercializan sus ideas, en un contexto en el que el 90% de las nuevas empresas fracasan”, explica James Dyson.