José Tormo, director general para el sur de Europa de Aruba: “Ahora que las empresas tienen que hacer más con menos, la tecnología puede resultar muy útil”

La nube y el ‘Edge computing’ han amortiguado en muchos sectores un impacto aún mayor de la crisis provocada por la Covid-19 en la economía y en nuestras vidas. De la mano de José Tormo, director regional para el Sur de Europa de Aruba, queremos conocer cómo está cambiando el mundo y el papel de la tecnología.

¿Cómo está evolucionando 2021 en el sector de la nube? ¿Se están consolidando las tendencias de 2020 por la pandemia?

2020 supuso un enorme frenazo de la economía, pero también un aumento exponencial en el uso de soluciones Cloud y seguridad para la gestión y la securización del Edge. Este incremento ha servido para que los CEO aceleren los procesos de transformación digital y para que tendencias como el Cloud y la inteligencia artificial (IA) aplicadas a los procesos y al teletrabajo se hayan consolidado llegando a alcanzar la categoría de esenciales. Estamos atravesando una situación en la que las empresas tienen la necesidad de hacer más con menos, y en esta tarea la tecnología puede resultar extraordinariamente útil.

¿Qué lecciones podemos extraer de esta crisis? ¿Qué ganaremos para siempre?

El teletrabajo y el modelo de consumo de la tecnología como servicio. Es un modelo que no obliga a realizar una previsión de presupuesto para la transformación digital. Esto es crítico en un contexto en el que las empresas están en crisis. En lo tocante al teletrabajo, muchas empresas se han dado cuenta de que sus empleados pueden seguir siendo productivos, aunque estén trabajando desde sus casas, y que el teletrabajo tiene ventajas tanto para la empresa como para el empleado. Dicho esto, es necesario hacer un análisis profundo en cada organización de qué procesos o actividades de su cadena de valor se pueden adaptar, y qué cambios serían necesarios para que se puedan realizar sin pérdida de calidad por un trabajador que está conectado de forma remota. Se identificarán actividades que de momento requieren presencia física de los trabajadores y actividades que tras un proceso de adaptación a corto-medio plazo podrá realizarse en remoto. Este análisis va a dar un mayor peso a métricas basadas en el cumplimiento de objetivos.

Dice el CTO de Aruba que la fuerza del trabajo híbrido ha llegado para quedarse. ¿Asistimos a un cambio de mentalidad? ¿Importa lo que hace el trabajador y no desde dónde lo hace...?

Así es, hay muchos trabajadores cuyos puestos van a convertirse en puestos de trabajo remotos permanentes porque los CEO se han dado cuenta de que son más productivos y esto -además- supone un ahorro en costes. La tecnología ha salvado a muchas compañías garantizando la continuidad de negocio. Este nuevo modelo de trabajo ha llegado para quedarse, aunque habrá que hacer adaptaciones para que el puesto remoto sea permanente. Los cambios van a venir a muchos niveles. De hecho, va a incidir sobre cómo van a ser las relaciones con el empleado.

¿Esos cambios también van a afectar al diseño de las oficinas?

Sí, los entornos empresariales van a pasar de ser entornos de cubículos a ser lugares donde se celebran reuniones y encuentros con empleados para compartir experiencias. Somos personas y el toque humano tiene que mantenerse. Las Tecnologías de la Información (TI) también pueden contribuir a ello proporcionando medidas que ayuden a respetar el distanciamiento físico y el uso de espacios de forma segura, todo ello con herramientas basadas en IA y analítica.

¿Qué previsiones manejan desde Aruba para este año?

Este año los departamentos de TI van a emprender un viaje hacia el Intelligent Edge y van a comenzar a desarrollar las infraestructuras que se necesitan para ello. Porque no solo se trata de conectar elementos a la nube, sino de saber cómo están conectados los usuarios y los dispositivos del Internet de las cosas (IoT) y cómo utilizar los datos que se generan en el Edge puede promover nuevas experiencias y resultados de negocio. Y por supuesto, los equipos de TI llevarán a cabo estos cambios a medida que el impacto de la Covid-19 siga estando presente, por lo que necesitarán las competencias esenciales que proporciona el Intelligent Edge para permitir a empresas de todos los sectores apoyar más a los trabajadores en remoto, proporcionar las capacidades necesarias para volver a la oficina con total seguridad, y garantizar la continuidad de su negocio.

¿Cómo definiría el ‘Edge’ en palabras sencillas?

Es el lugar en el que confluyen personas y dispositivos y donde se generan los datos para ser tratados. Me refiero a sitios como el centro comercial, una oficina bancaria, una tienda. Es el lugar en el que las personas están con sus dispositivos móviles generando datos. En ese borde, en pocos años gracias al Internet de las cosas (IoT) vamos a tener 55 millones de dispositivos que van a generar una ingente cantidad de datos -que se generan en el Edge (dispositivos, sensores)- y que van a necesitar ser tratados allí donde se generen para aportar valor a las empresas. Cuando se pueden tratar esos datos allá donde se producen y las empresas adquieren la capacidad para transformar esos datos en decisiones, hablamos del Intelligent Edge.

¿Y qué beneficios reporta a la empresa?

La clave está en cómo utilizar los datos que se generan en el Edge para promover nuevas experiencias y resultados de negocio. Cuando avancemos hacia un mundo post pandemia, el Intelligent Edge, combinado con modelos flexibles de consumo como servicio, ofrecerá a las empresas la seguridad, los datos y la flexibilidad que necesitan para adaptar y tener éxito en lo que seguramente sea un entorno de negocio increíblemente dinámico.

¿También en el ‘Edge’ hay problemas de seguridad?

Estamos en la década de los datos y la seguridad tiene que ser una parte intrínseca de la red. Por ejemplo, en una fábrica de coches si alguien altera el comportamiento de los robots para que hagan cosas distintas para las que fueron diseñados, pueden comprometer toda la línea de fabricación de vehículos. Puede haber muchos ataques de este tipo. La tecnología de seguridad es algo que proporcionamos en este Intelligent Edge. También la inteligencia, hay que ser capaces de predecir dónde pueden producirse los errores y los ataques antes de que se produzcan.

¿Cómo pueden asumir en este contexto las empresas nuevas inversiones en digitalización?

Ya estamos poniendo en práctica varias vías de actuación. Por un lado, la financiera con la que contribuimos a paliar esa falta de liquidez, a través de nuestro departamento HPE Financial Services, flexibilizando pagos, retrasándolos u ofreciendo imaginativas formas de financiación. Concretamente, estamos viendo cómo los clientes tienen como objetivo la flexibilidad. Están adoptando la red como servicio (NaaS), ya que proporciona mayores opciones para la provisión de soluciones tecnológicas tanto en las instalaciones locales como en la nube, incluyendo el acceso a los últimos componentes de red de hardware y software, además de servicios cognitivos basados en la IA para sacar el máximo partido a los datos.

¿Qué está frenando una mayor implantación o desarrollo del ‘Edge’? ¿Cuáles son esos inconvenientes o barreras que frenan su desarrollo?

Dos cosas, falta de liquidez y un cambio de mentalidad. El primero está ligado a la situación que se ha generado a causa de la crisis y que hace que las empresas tengan menos recursos, pero mayor necesidad de acelerar la transformación digital, es decir; con menos recursos han de hacer más cosas. Nosotros les ayudamos con modelos de provisión flexible de tecnología impulsados con el paraguas que suponen los 50 millones de euros nuestra parte financiera, de Hewlett Packard Enterprise ha puesto sobre la mesa para ayudar a nuestros clientes.

¿Igual es que aún no se ven claros esos beneficios?

El cambio de mentalidad que todavía tiene que producirse -que es histórico- pasa por que las empresas entiendan los beneficios que les aporta la red, que les aporta lo virtual. Nuestra estrategia consiste en “evangelizar” a aquellas empresas que todavía no ven claros los beneficios de invertir en nuevas tecnologías. También es preciso explicarles que pueden acceder a soluciones muy completas cuyo uso puede gestionarse bajo un modelo de pago por uso. En nuestro caso, en muy corto espacio de tiempo, el 100% de nuestro porfolio va a estar disponible en un modelo as a service para adaptarnos a las nuevas necesidades y cambios en los modelos de consumo de tecnología por parte de nuestros clientes.

¿Qué beneficios reporta a la cuenta de resultados? ¿Cómo se refleja en ello?

El beneficio se articula en dos vectores: la tecnología en sí misma -y todo lo que ésta proporciona- y la forma en la que la provisión as a services incide en las compañías, que pasan de no poder afrontar el coste total de un proyecto de transformación digital, a ser capaces de implementar toda la tecnología que necesitan, al ritmo al que sus negocios la demandan, con lo que -además- les ayudamos a convertir en variable un gasto que antes era fijo. En primer lugar, son clave para el personal de TI las soluciones como la AIOPS -o lo que se entiende por automatización e IA- que permiten automatizar procesos, detectar, diagnosticar y reparar los problemas que podrían tener un impacto negativo en la red, reduciendo así en un 80% la carga del personal TI. Esto libera al equipo de invertir tiempo en gestionar la red, para poder dedicarlo a proyectos de mejora para la empresa. Este ahorro de tiempo supone un impacto directo en el coste ya que no necesitas tantos recursos humanos para gestionar la red y el que tienes puede dedicar tiempo a centrarse en tareas de mayor nivel que atiendan el core del negocio.

¿Entre esas prioridades está la satisfacción de los usuarios?

Uno de los indicadores en el que las empresas se están centrando más es en la satisfacción del usuario. En este sentido, los datos crecerán en volumen e importancia. Habrá más empresas que aprovechen el poder de los datos para impulsar la innovación y obtener mejores resultados de negocio y, por tanto, enriquecer la experiencia de empleados y clientes. A partir de las interacciones de nuestros clientes, estamos comenzando a ver una transformación donde la mayoría de los datos serán generados fuera del centro de datos o la nube.

¿Puede poner algún ejemplo de uso?

En el sistema sanitario, un hospital puede ofrecer a los pacientes y familiares un seguimiento preciso de aquello que es de su interés. Por ejemplo, los familiares de un paciente, tras una intervención pueden tener noticias sin necesidad de esperar a que venga un médico. El paciente puede recibir resultados de pruebas de forma automática, esto mejora de forma positiva los tiempos de espera.

En lo concerniente a la gestión del hospital, gracias a la analítica, podemos maximizar el uso de espacios, si tenemos por ejemplo monitorizado el uso de los quirófanos y somos capaces de saber cuándo quedan libres, desinfectarlos y prepararlos para una siguiente intervención permitirá hacer más intervenciones al día, lo que genera un impacto en ingresos. Algo similar ocurre con el control de material móvil como sillas de ruedas, carros de alimentación, medicinas, fonendoscopios, etc. Tenerlo controlado y saber dónde están permite -por un lado- no perder material, y -por otra parte- maximizar su uso.