El tiempo del modelo de negocio compartido

La economía colaborativa se estaba consolidando ya antes de la pandemia por el auge de la digitalización y las políticas de carácter sostenible. Ya desde los inicios del propio concepto de economía compartida, muchos actores supieron demostrar el valor de revolucionar lo probado a través de la idea de compartir y de lanzar conceptos innovadores y digitales, como el comercio online, las redes sociales, las empresas de plataforma, o el carsharing o uso compartido de coches. La economía colaborativa ha demostrado que se encuentra ahora en una posición prometedora.

Tomando como ejemplo el carsharing, incluso antes de la pandemia, desde SHARE NOW, como líderes del mercado europeo de coches free-floating, ya observamos la tendencia a realizar viajes más largos, de hecho, las restricciones han intensificado aún más esta tendencia. Esta evolución se debe sobre todo al cambio de comportamiento de los clientes. Por ejemplo, los desplazamientos cortos diarios están disminuyendo debido al teletrabajo, mientras que los viajes más largos para hacer pequeños recados van en aumento. En este momento de cambio, la clave para que el sector de la movilidad compartida pueda sobrevivir es adaptarse a las nuevas tendencias en el comportamiento de sus clientes e incorporarlas a su oferta de servicios, por ejemplo, permitiendo alquilar un coche por días en vez de ofrecer un servicio por minutos.

En el contexto actual en el que nos encontramos la gente se preocupa cada vez más por escoger la forma más segura de desplazarse. Especialmente en las zonas urbanas, buscan una opción de movilidad individual y sin contacto. Esto representaría un nuevo reto para la movilidad alternativa, y a la vez una oportunidad para impulsar la multimodalidad con más fuerza a largo plazo. Los habitantes de los entornos urbanos definen cada vez más una combinación de movilidad que satisfaga sus necesidades de movilidad flexible y fiable. Como resultado, la industria de la movilidad, y la economía compartida en particular, estarán cada vez más interconectadas. El Covid-19 nos ofrece la oportunidad de ser más digitales e innovadores. Los conceptos de flexibilidad, digitalidad e innovación juegan un papel central. Tres aspectos que siempre han unido a la economía colaborativa y que ahora le dan una ventaja competitiva decisiva.