Superada la ‘operación bikini’

Dynabook lanza su portátil más liviano, el ‘Portégé X30L’, de 870 gramos. Enfocado al perfil profesional, destaca por sus procesadores de última generación y su alta autonomía.

En unos tiempos marcados por la movilidad, todos los fabricantes de ordenadores portátiles están inmersos en una batalla por ver quién ofrece el dispositivo más liviano. HP ya consiguió bajar la barrera del kilogramo de peso con su Dragonfly y ahora Dynabook -ex Toshiba- hace lo propio con su Portégé X30L. Hemos tenido oportunidad de probarlo unas semanas y lo primero que hay que decir de él es que sus 870 gramos de peso en su versión de pantalla de 13,3 pulgadas lo hacen realmente transportable a cualquier lado. Aunque su presentación tuvo lugar en la pasada edición de la feria de tecnología CES, que se celebra en los primeros días del año en Las Vegas, no ha sido hasta ahora cuando ha iniciado su comercialización en el mercado español. En cuanto a su precio, está en la órbita de este tipo de portátiles premium y de perfil empresarial: según diferentes configuraciones posibles, ronda los 1.510 euros más IVA (versión G-11R).

El objetivo de los ingenieros que han trabajado en él era conseguir esa reducción de peso al tiempo que se mantenía la robustez del equipo, tanto por dentro como por fuera. En cuanto al chasis, al estar fabricado en materiales ligeros, incluso da la impresión de que pueda resultar algo flexible. El teclado, en negro y retroiluminado, también es resistente ante eventuales salpicaduras. En cuanto a las medidas (308x211,8x17,9 milímetros) su altura máxima viene determinada por el grosor de la entrada de red, porque, pese a ser un equipo pensado para la movilidad, no se ha querido renunciar a una conexión que puede resultar clave en determinados momentos.

Así, gana la utilidad o la funcionalidad frente al diseño y tenemos unos laterales literalmente agujereados con entradas que, aunque nos pese, vamos a necesitar y nos van a salvar la vida en bastantes ocasiones. Así, el Portégé X30L, además de esta entrada de red LAN RJ45, es generoso en conexiones: un puerto USB 3.1 Tipo C de 1ª generación compatible con transferencia de datos, carga y vídeo; dos puertos USB 3.0 compatibles con Sleep-and Charge; una salida de vídeo HDMI, un conector para auriculares y micrófono externo así como una ranura para tarjeta Micro SD. Su cámara web integrada ofrece resolución HD (1.280 x 720) e incluye sistema de infrarrojos para el reconocimiento facial.

Cuando encendemos la pantalla, nos ha agradado poder trabajar incluso en exteriores en los momentos centrales del día gracias a sus 470 nits de brillo. La resolución es Full HD y no es táctil por mucho que busquemos la manera de activar esta posibilidad en un modo tableta que nos aparece de vez en cuando en la pantalla.

Ya en su interior, encontramos procesadores Intel de décima generación i7-10510U y 8GB de memoria interna RAM. Para el almacenamiento interno, cada vez más en desuso por el auge de herramientas de colaboración y almacenamiento en la nube, se mantiene un TB de capacidad.

Desde Dynabook ponen el foco en las opciones de seguridad que han implementado en este Portégé X30L, que incluye los más exigentes estándares de Microsoft, también con ese sistema mencionado de reconocimiento facial, lector de huellas incluido en el touchpad y cifrado avanzado (TPM 2.0). Para el sistema operativo, se ha optado por Windows 10, como cabía esperarse en un terminal de estas características y muy pensado para un perfil empresarial.

Otro punto a favor de este equipo es la autonomía que le concede su batería de iones de litio dispuesta en cuatro celdas, que, según las tareas que estemos desarrollando con él, puede superar las 14 horas de trabajo. Estas mediciones, siempre aproximadas, garantizarían de sobra una jornada entera de trabajo.