Nicolás Loupy, director general de Dassault Systèmes para España y Portugal: “Las empresas españolas prefieren adoptar los cambios cuando han visto que ya funcionan”

El diseño en 3D lleva más de tres décadas en la industria. Desde los sectores aeronáutico y de automoción, se ha ido expandiendo al resto de sectores industriales. Para hablar del modelado en 3D hablamos con Nicolás Loupy, director general para España y Portugal de Dassault Systémes, especializada en este campo

¿Qué aporta el modelado 3D a la industria?

El reto hoy en día es, apoyándose en una maqueta virtual en 3D, digitalizar los procesos industriales de una compañía y de su cadena de suministro para confeccionar un verdadero gemelo digital del producto. El gemelo digital es fruto de una continuidad digital entre procesos industriales y está basado en un modelo de datos de una plataforma tecnológica, como lo es 3DExperiende de Dassault Systémes, permitiendo a las compañías tener un mayor control y optimización de sus productos y procesos y conseguir una mayor eficiencia y productividad. Igualmente, permite a las compañías ofrecer nuevos servicios de mantenimiento inteligente a sus clientes, comprometerse más con ellos y diferenciarse de su competencia.

¿En qué situación se encuentra la industria española en la adopción de este tipo de innovaciones?

La industria española está adoptando estas tecnologías de forma lenta, pero segura. Tradicionalmente, las empresas de aquí no son demasiado amigas del riesgo, prefieren adoptar los cambios cuando han visto que estos funcionan o están asentados en otros territorios, pero tiene que ver más con ser cautos y dar pasos sobre seguro. Precisamente, herramientas como 3DExperience existen para impulsar y favorecer estos cambios, para hacerlos más sencillos, más útiles y que los beneficios de usar esta tecnología se puedan ver desde el primer momento.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de empezar a trabajar con estas tecnologías?

Aunque no me gusta mucho generalizar, diría que las empresas industriales españolas buscan evolucionar minimizando el riesgo de sus decisiones, a diferencia de otros países en los cuales se puede ver que ser pionero con una nueva tecnología es una clara forma de diferenciarse en el mercado y de posicionarse antes y mejor en el ‘top of mind’ del consumidor y de las empresas. Concretamente, en España, para vender tecnología disruptiva, la que implica transformar procesos de negocio, es importante tener la capacidad de demostrar a las empresas industriales que dispone de serias referencias y experiencia en empresas muy similares.

¿Puede poner algunos ejemplos de éxito para hacer ver las virtudes de estos modelos?

Se puede nombrar muchos clientes como Airbus, Boeing, Renault, Peugeot, Tesla... y en España CAF, El Corte Inglés, Batz... todos usan 3DExperience de Dassault Systémes para transformar su procesos industriales y seguir creciendo y satisfaciendo sus propios clientes.

¿Cree que existe demasiada reticencia a la hora de adoptar este tipo de tecnologías?

No creo que las empresas estén reacias a este tipo de cambio tecnológico. Pero pienso que crear una visión, una estrategia empresarial, y llevar a cabo esos cambios es complicado especialmente para pequeñas y medianas empresas, con menos recursos humanos y financieros que las empresas más grandes. Son cambios profundos, complejos, de gran calado en el entramado de las empresas, con lo que es normal encontrar una lógica resistencia. Sin embargo, estas tecnologías pueden ayudar enormemente a estas empresas de multitud de formas. En cierta medida, son todo oportunidades que se nos presentan para seguir trabajando de manera constante para seguir llevando estas tecnologías a las empresas que más lo necesiten y así seguir expandiendo estas soluciones.

¿Las pymes también pueden beneficiarse de estas mejoras?

La evolución y comunicación de estas soluciones tecnológicas, como la posibilidad de trabajar con software en la nube, van a facilitar mucho su puesta en marcha, permitiendo a las pymes conseguir un retorno de inversión más rápido y sin la necesidad de disponer de un equipo técnico administrando sistemas complejos.

Solemos relacionar estos modelos o nuevos modos de trabajo con la automoción, pero se pueden aplicar en otros sectores. ¿En cuáles se consiguen mejores resultados?

El sector de la automoción y el aeronáutico han sido pioneros en implementar herramientas de diseño 3D y software PLM (Product Lifecycle Management) y por eso se vincula este tipo de tecnología a este sector. Realmente, crea valor en muchos sectores, desde fabricantes de máquinas, de trenes, de instalaciones energéticas hasta el sector de la moda o de la construcción, donde este tipo de tecnología puede ayudar en diferentes niveles: se incrementa la capacidad de colaboración entre empleados y subcontratistas, permite un mayor control de la propiedad intelectual de la compañía, se reduce la necesidad de realizar prototipos físicos, se reduce el ‘Time To Market’ de un producto nuevo, reduce desperdicios... Y estos son sólo algunos de los beneficios.

¿Quizá les cuesta a estos empresarios entender las ventajas del gemelo digital?

Creo que el valor y los beneficios del gemelo digital son muy intuitivos y fáciles de entender para empresarios y directivos. Lo verdaderamente retador es saber dibujar el camino desde la situación actual (el AS IS) hacia la situación futura (el TO BE), lo que obliga a gestionar un cambio a muchos niveles.

¿Qué tipo de ahorros supone trabajar con estos sistemas?

Las ventajas y beneficios del gemelo digital, como comentaba anteriormente, son múltiples. Podemos incrementar la capacidad de colaboración entre empleados y subcontratistas, con una plataforma tecnológica facilitando el trabajo simultáneo en un proyecto utilizando un una única fuente de datos común a todos, se controla la propiedad intelectual de la compañía, se reduce la necesidad de realizar prototipos físicos, con lo que también disminuye el ‘Time To Market’ de un producto nuevo, reduce desperdicios y permite ofrecer nuevos servicios a los clientes, como un servicio de mantenimiento inteligente predictivo que proporciona una mejor eficacia y disponibilidad.

Ha sido elegido vicepresidente de la cámara de comercio franco-española. ¿En qué punto se encuentran las relaciones comerciales entre los dos países?

Creo que la relación entre Francia y España está mejor que nunca, a todos los niveles. Francia es un país con el que España mantiene importantes vínculos y cuya presencia en la industria española es significativa. Además de ser su principal cliente comercial, las exportaciones a Francia suponen un 15% del PIB y España supone para Francia el segundo socio comercial después de Alemania. Los productos más exportados a Francia son automóviles, equipos y componentes de automoción, productos de fundición, equipamiento de navegación aérea, materias primas y manufacturas de plásticos, confección, combustibles y lubricantes y material eléctrico. Las empresas francesas radicadas en España emplean a más de 700.000 personas.

¿A qué retos se enfrentan en estos momentos las relaciones comerciales entre ambos países?

El principal reto es hacer seguir creciendo las exportaciones e importaciones, para crecer conjuntamente. Para seguir desarrollando este vínculo bilateral en el mundo industrial, Francia, a través de la Cámara de Comercio Franco-Española, www.lachambre.es, se ha propuesto ser el país colaborador en el IV Congreso de Industria Conectada 4.0 organizado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España. Esperamos tener la oportunidad de intercambiar buenas prácticas a nivel institucional y poder compartir experiencias de transformación digital por sectores de actividad a través de los testimonios de grandes y pequeñas empresas de ambos países.