Ahora te oigo, ahora no te oigo

Cualquier viajero habitual reconoce con facilidad los auriculares de diadema de Sony WH-1000XM con sistema de cancelación de ruido. Esa característica los ha convertido en los últimos años en los preferidos para subirse a un avión por su capacidad para aislarnos del molesto ruido de la cabina. Cuando nos los ponemos, aunque aún no hayamos activado la música, dejaremos de oír el exterior. Ésta sigue siendo la seña de identidad de sus sucesores, los WH-1000XM4, recién lanzados (380 euros). Los hemos probado y comprobamos que ahora anula aún más ruido, que afecta a las frecuencias medias y altas. Incluye también múltiples ajustes y configuraciones y podemos decir que se han vuelto más inteligentes.

Para cuando queremos escuchar a alguien que nos habla, basta cubrir el auricular derecho y no solo desactivará el sistema de cancelación de ruido, sino que pausará la música. Esto ya lo teníamos en el modelo anterior. Ahora, también detecta nuestra voz, interpreta que queremos iniciar una conversación, deja oír el exterior y pausa la reproducción en curso. Por esa capacidad para provocar el silencio, son perfectos también para trabajar con la máxima concentración, ya sea en casa, en el tren...

Como curiosidad técnica, este sistema de cancelación de ruido funciona gracias a dos micrófonos insertados en cada auricular, que incluyen un sensor de ruido. Este captura el ruido ambiental y transmite los datos a un procesador. Un algoritmo procesa la cancelación en tiempo real, una operación se repite 700 veces por segundo. Conviene llevarlos de viaje y por eso los WH-1000XM4 incluyen un estuche en el que trasladarlos protegidos y plegados. También ayuda a su transporte, pero sobre todo a la comodidad para tenerlos puestos varias horas, la ligereza del producto. Una vez abiertos, se nos recomienda instalarnos en el móvil una app -Sony Headphones Connect- para configurar múltiples parámetros. Las opciones más importantes y clásicas, como en cualquier equipo de audio, es la adaptación de los agudos y graves a nuestro gusto. Pueden reforzarse unos u otros, darle más importancia a la voz con un modo coral, y elegir entre otros modos preestablecidos bautizados como alegre, emocionado, suave, relajado o locución. Si no nos convenciera ninguno de ellos, podemos realizar los ajustes de forma manual en el ecualizador para los diferentes rangos de frecuencias.

Los auriculares pueden funcionar con el cable adjunto con conexiones bañadas en oro y también mediante Bluetooth. Si optamos por esta segunda opción, es posible emparejarlos a dos dispositivos a la vez, uno para la escucha de música y otro para atender llamadas. Los WH-1000XM4 sabrán en cada situación de cuál recibir la señal oportuna. Cuatro micrófonos se ocupan de garantizar el buen sonido de nuestra voz en las llamadas o al utilizar los asistentes de Google o Alexa.

Sus sensores de movimiento detectan cuándo nos los quitamos y ponemos en el cuello. Entonces, pausa la música hasta que nos los volvamos a colocar. Aun así, su batería ofrece 30 horas de autonomía y con solo diez minutos de carga tenemos para seguir con ellos otras cinco horas. Los auriculares, ya sean en negro o en gris plata, no incluyen más que dos discretos botones de encendido y emparejamiento. Sin embargo, la superficie que cubre el oído derecho es un panel táctil para las funciones básicas (volumen, paso de canciones y pausa). En la app, podemos activar la función de sonido adaptativo para que los auriculares reconozcan los espacios que recorremos en nuestra rutina diaria y se amolden a ellos (transporte público, trabajo...). También podemos configurarlos para que siempre deje oírnos sonidos como los anuncios por megafonía. Incluso la app nos pide que hagamos fotografías de nuestras orejas para adaptarse a su forma...

Reproduce los estándares de audio de máxima calidad (DSEE Extreme y LDAC) y frecuencias en un rango de 4 a 40.000 Hz. Por todo lo dicho, los WH-1000XM4 renuevan el liderazgo en productos con cancelación de ruido. Permiten aislarnos el ruido exterior y disfrutar de la música sin la necesidad de subir innecesariamente el volumen y dañar el oído.