Modelos de negocio de TV de próxima generación a través del liderazgo

La proliferación de los servicios de streaming de vídeo bajo demanda (SVoD) ha generado un enorme cambio en nuestra manera de consumir contenido. Según el informe Ofcom-Media Nations Report 2020, los servicios de SVoD como Netflix, Amazon Prime Video o Disney+ han experimentado el mayor crecimiento de consumo. Si bien no cabe duda de que los confinamientos a nivel nacional en respuesta a la Covid-19 han llevado a un mayor consumo de contenido de SVoD, las cifras de junio seguían siendo un 11 % mayores que en las mismas fechas del año anterior.

Además, 2020 ha traído consigo la cancelación de eventos deportivos y la suspensión parcial o total de producciones y rodajes, con el consiguiente descenso en los ingresos publicitarios. Por lo tanto, la agilidad es ahora más importante que nunca para las emisoras, que necesitan hacer que sus modelos de negocio evolucionen para cumplir la creciente demanda de contenido por parte de sus espectadores. Los propietarios de medios buscan ahora, más que nunca, soluciones que les permitan digitalizar su negocio. La transición a un modelo de negocio digital les permite aumentar el volumen de contenido creado cuando lo necesiten y reducir costes. No obstante, en lo que a estas soluciones respecta, ninguna es la panacea. Las emisoras necesitan soluciones a medida que ofrezcan un equilibrio entre eficacia operativa, flexibilidad y rentabilidad. Es por ello que muchos están recurriendo a tecnologías como la nube y a plataformas distribuidas como la plataforma de colaboración HIVE de Sony o nuestra suite Ci de soluciones en la nube.

De acuerdo con Ofcom, las emisoras comerciales que emprendieron en su día una evolución digital están empezando a ver un aumento en sus ingresos: las ganancias publicitarias del vídeo bajo demanda (BVoD) han subido una media del 24% entre 2015 y 2019, rozando los 500 millones de euros el año pasado. Esto supone un muy necesario empujón para las emisoras que dependían de fuentes de ingresos publicitarios más tradicionales, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de dichos ingresos estaban ligados a eventos fijos. El sector de la emisión siempre ha dependido, y lo sigue haciendo, de los ingresos publicitarios. En vista de la creciente competencia de propuestas como Netflix o Quibi, el sector se ha visto obligado a generar nuevas formas de publicidad, como oportunidades digitales, para evitar pérdidas en esta fuente de ingresos. Aun así, los ingresos publicitarios siguen siendo impredecibles hasta el punto de que el sector de medios en conjunto se considera un gran riesgo en el ámbito financiero, lo que dificulta la obtención por parte de las emisoras privadas y los contribuyentes de medios (empresas de producción y de alquiler de equipo) del crédito necesario para invertir en infraestructura, hardware y software.

Habida cuenta del elevado coste que supone digitalizar por completo el modelo operativo de una emisora y la necesidad paralela de inversión casi continua en nueva tecnología (por ejemplo, la transición de HD a 4K), el sector no ha tenido más remedio que buscar nuevas formas de financiación. Las cadenas públicas tienen ventaja frente al sector privado, puesto que la inversión gubernamental es suficiente para mitigar el riesgo aparente. Este problema afecta a todo tipo de profesionales: desde autónomos que buscan comprar una única cámara hasta grandes emisoras comerciales que necesitan revolucionar sus modelos de producción. En consecuencia, empiezan a verse dos tendencias claras:

En primer lugar, cada vez existe un mayor interés por el alquiler y el préstamo de hardware y software en el sector de medios. Los pagos se aplazan más o el equipo se toma en préstamo en lugar de comprarse. A pesar de que esto reduce la necesidad de hacer grandes inversiones de golpe, es un modelo al que muchos fabricantes no terminan de acostumbrarse.

En segundo lugar, cuando los modelos de alquiler o préstamo no son viables, cada vez se ven más asociaciones de marcas. Esto se traduce en colaboraciones más frecuentes entre cada vez más agentes del ecosistema de la emisión en distintos proyectos. Dado que cada participante aporta su propia línea de crédito, la responsabilidad y el riesgo financieros se comparten, por lo que resulta más viable obtener la financiación necesaria para culminar el proyecto.

Otra clara tendencia que se viene observando recientemente es el cambio hacia la escalabilidad de las grandes producciones. Tradicionalmente, las emisoras debían asegurarse de que su infraestructura estuviera preparada para asumir los requisitos más exigentes de su calendario de producción de contenido. Por ejemplo: para cubrir eventos como un campeonato de atletismo, unas elecciones políticas o una gran producción televisiva, era necesario tener el mejor equipo y la mejor tecnología disponibles todo el año. Esos grandes eventos puntuales a menudo obligaban a las emisoras a recurrir a ciclos de inversión altamente adaptados e inflexibles durante años. Los avances en la oferta de SaaS y la tecnología de la nube en general, así como el auge de los modelos de alquiler o préstamo de hardware, permiten ahora a las emisoras generar una oferta base capaz de pivotar hacia modelos premium bajo demanda. Ahora es posible aumentar o reducir la escala de producción para cumplir requisitos específicos día a día.

Para que el sector avance, las emisoras necesitan acceder a estructuras de gasto más dinámicas y fuentes de ingresos publicitarios más flexibles. Pero esta responsabilidad no debería recaer exclusivamente en la emisora. La cadena de suministro depende en tal medida de varios elementos en el proceso, que el sector necesita más colaboración para adaptarse al cambio. A la espera de que se vean los efectos perdurables de la pandemia, la necesidad de colaboración y cooperación nunca había sido tan apremiante. Una forma en la que Sony ha contribuido a este propósito es a través del lanzamiento de su campaña interactiva online Rewrite the Future. A través de un programa de contenido y eventos online de Sony y sus homólogos del sector, esta campaña está específicamente orientada al modo en que las emisoras pueden adaptarse a un mundo transformado por las nuevas tecnologías, las nuevas exigencias del público y la pandemia.