Una idea para conectar la España vaciada

    El proyecto Zero Emissions Rural Sites para avanzar en movilidad inteligente de Cellnex descubre nuevas posibilidades para el desarrollo de las áreas rurales

    La crisis sanitaria del Covid-19, entre sus múltiples efectos colaterales, ha puesto de manifiesto una desventaja más de concentrar a la mayoría de la población en grandes urbes. La tantas veces llamada España vaciada ha sido la menos castigada por el nuevo virus y también los habitantes de esas zonas podrán recuperar la normalidad antes que en las ciudades. Hasta que no vuelva la normalidad por completo y se recupere la actividad cultural y frenética de las ciudades, la vida será mucho más placentera en cualquiera de estos pueblos por múltiples cuestiones (calidad del aire, contacto con la naturaleza, más cercanía humana...). Sin embargo, estos pueblos necesitan contar con la tecnología necesaria para seguir conectados al resto del mundo en esta sociedad digital. En este punto entra en acción el proyecto Zero Emissions Rural Sites, que impulsa Cellnex Telecom.

    La operadora de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas viene trabajando desde 2018 en el Circuit Parcmotor Castellolí de Barcelona en su Mobility Lab en un modelo para mejorar la conectividad de los vehículos entre ellos, de estos con las infraestructuras y también entre sus usuarios. En este recinto, las compañías del mundo del motor realizan todo tipo de pruebas orientadas a mejorar la seguridad al volante y explorar nuevas posibilidades de conducción autónoma y conectada. En ese escenario tienen a su disposición un innovador poste energético con emisiones cero y, entre otros elementos, panel solar, turbina eólica, antenas 5G, enlaces en banda E, cámaras de vídeo, sensores medioambientales...

    “Mobility Lab nos permite desarrollar y ensayar, conjuntamente con los actores del sector del automóvil, las tecnologías de conectividad que impulsarán el vehículo autónomo, y además conectado, que será clave para la movilidad del futuro tanto en entornos urbanos como interurbanos”, explica el director Global Comercial y de Innovación de Cellnex, Óscar Pallarols.

    Cellnex ya tiene operativas diferentes soluciones de conectividad móvil en las ciudades (en el proyecto V2X-Arch) que conectan elementos cada vez más inteligentes de la conducción urbana como los semáforos con los vehículos y los sistemas de emergencia (policía, equipos sanitarios...) Sin embargo, en ese proyecto desarrollado en el circuito de Castellolí los ingenieros de la compañía han descubierto que estas herramientas pueden servir también para dotar de mayor conectividad a las zonas rurales. “Como suele suceder, esto surgió de la necesidad. Nosotros no pensábamos en rural, pensábamos que cuando íbamos a hacer el despliegue allí tendríamos electricidad y medios como en todos los sitios y nos dimos cuenta de que no era así. Cuando empezamos a hacer cálculo y costes, vimos que hacer llegar la electricidad a todos los sitios donde necesitábamos prestar servicios de comunicación nos hundía el proyecto, que es lo que siempre pasa cuando se intenta hacer un despliegue en una zona rural”, explica Raúl González Prats, senior product manager y responsable del Mobility Lab de Cellnex.

    Fue así como cayeron en la cuenta de que tenían la posibilidad de generar nuevas opciones para el proyecto en un ámbito que realmente les interesa mucho ya que es en zonas rurales y en las carreteras donde actualmente suelen encontrar estas dificultades. Basta recordar que en España hay 180.000 km de carreteras, de los que alrededor de un 10% son vías de alta velocidad. “En teoría, en esas vías disponemos de electricidad y ancho de banda, pero en la práctica, menos del 5% de ese 10% tiene acceso fácil a la energía, por lo que desplegar cualquier equipo que facilite esa conectividad vehículo-vehículo o vehículo-infraestructura necesita de soluciones distintas a las que hay ahora”, explica el responsable del Mobility Lab. “Actualmente la conectividad precisa de equipos muy cerca de la carretera, aproximadamente cada 500 ó 900 metros. Si tenemos que tirar de acometida eléctrica a cada uno de los equipos, sería imposible... Si conseguimos fuentes de energía que nos hagan auto sostenibles tenemos gran parte del problema resuelto”, explica González Prats. Con ello, consiguen cuadrar el círculo y explorar nuevas formas de conducción más inteligente y segura, al tiempo que buscan nuevas maneras de conectar y dotar de la infraestructura necesaria a la España vaciada. “Una tecnología como ésta nos permitiría resolver dos problemas en las zonas sin cobertura móvil: la conectividad en la carretera y la de poblaciones que prácticamente están incomunicadas tecnológicamente”, concluye.