David Fernández, CEO y fundador de Eskariam: “La crisis del Covid-19 va a provocar un aumento de las demandas colectivas”

David Fernández es el CEO y fundador de la compañía de servicios jurídicos Eskariam. Especializada en demandas colectivas y con varios casos sonados y ganados en su corta historia, basa su desarrollo en una plataforma tecnológica que permite a un particular interponer una demanda desde el móvil en cuatro sencillos pasos

Ante un sistema judicial anquilosado y excesivamente burocratizado, ya hay empresas que permiten interponer una demanda a golpe de clic en cuatro sencillos pasos y desde el móvil. Es el caso de Eskariam, una compañía de servicios jurídicos orientada a las demandas colectivas. El demandante solo paga en caso de victoria. Si no, el despacho asume los gastos del proceso. Desde su fundación en 2018, ya ha conseguido la razón para los ganaderos ante el cartel de la leche después de que en julio de 2019 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia multara con 80 millones de euros a las industrias lecheras por manipular el precio en más de un 10%. También ha recuperado más de 200 millones de euros para quienes compraron una casa y las promotoras no les entregaron las viviendas. Hablamos con el fundador y CEO de Eskariam, David Fernández, sobre cómo funciona su plataforma y sobre cómo la tecnología puede ayudar a hacer justicia. Nos recuerda que “la situación provocada por el Covid-19 no paraliza el derecho a reclamar” y augura que “la pandemia va a provocar un aumento en las demandas colectivas”.

¿Qué peso representan las demandas colectivas?

El sector de demandas colectivas o masivas en Europa, y en España, antes del Covid-19 estaba teniendo crecimientos del 21%, dentro de un mercado jurídico con crecimientos estables del 4%.

¿Qué circunstancias favorecen ese aumento de este tipo de demandas?

Todo ello motivado por la legislación y la jurisprudencia europea favorable al consumidor y una transformación del negocio apalancada en las nuevas tecnologías que facilita el ejercicio de sus derechos a los afectados.

¿Cree que la situación provocada por el Covid-19 va a provocar demandas masivas en los tribunales?

La situación excepcional de la crisis del Covid-19 puede afectar de lleno al área de las negligencias médicas, donde ya se preveía un crecimiento muy fuerte en litigiosidad para los próximos años.

¿Puede poner ejemplos de esas demandas y de las instituciones y compañías o sectores que serán objeto de esas demandas?

Hay que pensar que la situación provocada por la pandemia no paraliza el derecho a reclamar, por ejemplo, a los ganaderos afectados por el cartel de la leche sancionado por la CNMC en 2019, ni a personas que hayan perdido todos sus ahorros en la compra de una vivienda, ni aquellos afectados por infracción de la “lex artis” -errores en diagnóstico médico-, etc. Es decir que, a las demandas masivas ya existentes, se suman y, en muchos casos se agravan, aquellas motivadas y derivadas de la situación actual.

Esperan un aumento de trabajo...

En ese sentido, previsiblemente se iniciarán acciones legales por la problemática derivada del fallecimiento de ancianos en residencias, por errores derivados de una mala interpretación o aplicación de un protocolo, por la deficiente o incorrecta protección de los trabajadores de determinados colectivos, etc. Hasta el momento se ha hablado por ejemplo de posibles demandas contra el Gobierno por la desprotección de los sanitarios.

¿Cree que podría prosperar?

Nuestra empresa en este momento no está promoviendo este tipo de acciones, somos muy respetuosos con la situación. Consideramos que ahora mismo es momento de estar unidos y no fomentar crispación. Lo cual no quita para que, una vez superada ampliamente la crisis del Covid-19, estudiemos al detalle la posibilidad de interponer demandas defendiendo los derechos de los afectados.

¿Qué otras demandas masivas esperan?

Esperamos mucha litigiosidad en bancario, competencia, vivienda y negligencias médicas. Y derivado de forma directa de la situación provocada por el Covid-19, litigiosidad por resolución de alquileres, por incumplimiento contractual de empresas funerarias, y por abuso hacia consumidores.

¿Qué papel juega la tecnología en Eskariam?

Destacaría dos ventajas fundamentales. Para nuestros clientes, la facilidad que ofrece nuestra tecnología para interponer una demanda. En cuatro minutos se da el usuario de alta, sube la documentación necesaria, se valida, y si está de acuerdo firma la hoja de encargo, desde el móvil, u el ordenador.

Esa tecnología también repercutirá a la manera de tramitar ese alto número de demandas...

Sí, la segunda ventaja la disfrutamos nosotros en nuestra gestión. En ese sentido, la única forma de enfrentarte a la masividad que exige nuestro sector es a través de procesos claramente definidos, que se soporten en tecnología ya existente y validada en otros sectores. En nuestro caso, tenemos absolutamente estandarizados todos los procesos, y varios tipos de tecnología, abierta y subcontratada que da soporte a nuestra fase de captación comercial y atención al cliente, tecnología propia que da soporte a toda la fase de preparación de la demanda, y subcontratamos tecnología de terceros para nuestra fase de producción o jurídica.

Los demandantes solo pagan en caso de que ganen el caso. ¿Eso anima a que haya más demandantes?

Sí, sin duda. Nuestro modelo de negocio es sencillo. Nos posicionamos siempre del lado del demandante, y sólo demandamos respecto de aquellos casos donde tras un análisis jurídico, financiero y técnico, verificamos que vamos a ganar con una determinada rentabilidad y un horizonte temporal concreto. Este hecho nos permite ofrecer a nuestros clientes una propuesta de valor insuperable, asumimos frente a él todos los gastos derivados del procedimiento, y en caso de perder asumimos las costas del contrario. Sólo en caso de ganar y de que el cliente recupere lo que es suyo cobramos un porcentaje de la cantidad recuperada.

¿Un número mayor de demandantes da más fuerza a la hora de reclamar esos derechos?

Esta pregunta es muy interesante por varios motivos. Tener un mayor número de demandantes a la hora de reclamar un daño, a corto plazo, permite poder construir un caso desde el punto de vista jurídico y financiero mucho más completo. Y a largo plazo permitirá, si los procedimientos siguen correctamente su curso y se abre la ventana de negociación, negociar con más fuerza.

¿La excepcionalidad del estado de alarma puede convertirse en excusa para no reconocer determinados derechos -como la devolución de cuotas por servicios no prestados, entre tantos otros-?

En los contratos de tracto sucesivo, como sería un gimnasio, de conformidad con las medidas aprobadas por el Gobierno durante el Estado de Alarma, se deberán ofrecer al consumidor opciones para recuperar el servicio más adelante, y, si el cliente no acepta, entonces tienen que devolverle la cuota.

¿Qué habría que hacer para avanzar en la digitalización de la justicia? ¿Ve voluntad de dar pasos en ese sentido?

Considero que la situación provocada por la pandemia del Covid-19 podría ser motivo para que, de una vez por todas, se impulse la renovación completa de la forma de trabajar en el ámbito de la justicia. No se trata de digitalizar, que sería algo más o menos sencillo. Habría que ir bastante más allá. Se trata de desarrollar una nueva forma de comunicarse, de interrelacionarse entre las partes, de aumentar presupuesto y dotar de medios humanos y técnicos, que permitan implementar procesos y tecnología útil orientada a objetivos claros y precisos. Esto no es nada nuevo para la administración del Estado. Y sino dígame usted, ¿cuál es la maquinaria más perfecta que existe en España con un objetivo claro: recaudar dinero? La Agencia Tributaria Española.