Cómo digitalizar una fábrica de quesos

García Baquero impulsa la transformación de su fábrica tradicional de Alcázar de San Juan en Ciudad Real de la mano de Siemens

La digitalización es fundamental para adaptarnos a las demandas de los consumidores, que buscan hoy una personalización cada vez mayor tanto en texturas, sabores y formatos. Esto ha dado lugar a que nuestras plantas se enfrenten a un mayor volumen de referencias y productos”. Así lo explica Miguel Ángel García Baquero, CEO de García Baquero, que ha emprendido la digitalización de su fábrica tradicional de quesos de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real.

La crisis sanitaria y económica del Covid-19 ha puesto a prueba la capacidad productiva y de distribución de la industria de alimentación y bebidas, que está demostrando estar a la altura de esta situación excepcional. Esto está siendo así debido en parte a que el sector lleva más de 30 años en un constante esfuerzo tecnológico y empresarial para convertirse en el primer sector manufacturero del país, el que más empleo cubre y el que más exporta. “Sin embargo, en comparación con otros sectores -como por ejemplo- el farmacéutico, el químico y el del automóvil, este sector tiene un exceso de plataformas de automatización muy heterogéneas y que adolecen en su mayor parte de estandarización en forma de guías de especificación en el área de comunicaciones, software y hardware industrial”, explica Manuel Cadenas, responsable del sector de Alimentación y Bebidas en Siemens DI España.

El proveedor alemán de tecnología considera que son muchas las ventajas de la automatización en este sector, pero que entre sus hándicaps detectan un “exceso de plataformas de automatización muy heterogéneas”. Por ello, explican que contar con una plataforma estandarizada puede acarrear grandes mejoras y sobre todo reducción de los costes ocultos. Recuerdan asimismo que cuando una empresa industrial decide realizar una inversión hay una tendencia a centrarse en los costes inmediatos, que en realidad suponen solo el 30% del coste total de la inversión. A su juicio, hay que considerar otros costes ocultos como las paradas, el soporte o la expansión de planta, que pueden llegar a representar el 70% de los costes totales de la inversión.

Recuerda Miguel Ángel García Baquero: “Nuestra fábrica de Alcázar de San Juan, desde que naciera a mediados de los 70, ha sido todo un emblema para la compañía. Su digitalización nos permite impulsar la producción para hacerla más eficaz manteniendo la misma calidad en todos nuestros productos”. Añade que tenían clara desde el principio cuál era la meta a conseguir con este proceso: “Conseguir una alta disponibilidad de los sistemas, fortalecer la ciberseguridad de nuestra planta y obtener una robustez de nuestra red industrial, y Siemens nos garantizaba su consecución desde el principio, como finalmente acabó sucediendo”.

Su socio tecnológico recuerda que, entre las ventajas de digitalizar una planta como ésta se encuentra un ahorro en los costes del ciclo de vida. Esto es así porque es más rápido diagnosticar las paradas que se producen porque hay menos hardware y software. También toda la configuración y la programación queda unificada en el mismo sistema. Además, se necesitan menos referencias de recambios, algo ventajoso para el inmovilizado. Por otro lado, no hay que olvidar un incremento de la productividad por la integración de sistemas, una mejora de la operación y mantenimiento y una reducción del tiempo de puesta en marcha y un más rápido retorno de la inversión. Los beneficios, según Siemens, también afectan a la seguridad en la factoría al existir menos problemas con las actualizaciones y, por tanto, menor vulnerabilidad a los ataques. También se recurre a herramientas modernas para gestionar los activos y el diagnóstico. Esta digitalización también permite la conexión de la fábrica al negocio, lo que se puede considerar la base de la digitalización industrial. Esto se ve relacionado con que “las máquinas hablan el mismo lenguaje y los datos se transmiten fácilmente y también con el hecho de que fábrica y negocio convergen, pero mantienen también su independencia para garantizar la ciberseguridad”, explica Manuel Cadenas..