Tan olvidados como esenciales

Los centros de datos, considerados infraestructuras críticas, han sido otro de los héroes ocultos del confinamiento

Cuando toca escribir sobre los centros de datos, los diseñadores de esta revista se echan las manos a la cabeza. ¿Otra vez fotos de aburridos servidores? Tiene su lógica. Sin embargo, estas instalaciones tan poco atractivas pueden considerarse los héroes inanimados y ocultos de estos meses de confinamiento de la población. No fue casual que el Gobierno las declarase infraestructuras críticas y a sus trabajadores esenciales. De hecho, incluso en los días de encierro más estricto en los días previos a la Semana Santa un tercio de los trabajadores de Interxion -la compañía por la que pasa la mitad del tráfico de Internet en España- tuvieron que seguir yendo a sus instalaciones para asegurar el mantenimiento y atender aquellas peticiones de sus clientes que no se podían gestionar en modo remoto.

Los centros de datos han permitido durante todo este tiempo el teletrabajo, la educación a distancia, las videoconferencias con los seres queridos, el boom del comercio electrónico, los videojuegos online, los servicios de vídeo y música en streaming, y un largo etcétera de la sociedad de Internet que ha hecho más liviano el confinamiento para frenar la expansión de la pandemia. Junto a las redes de comunicaciones -de las que sí se ha hablado mucho estas semanas- y las redes eléctricas -igualmente reconocida su importancia ya histórica-, los centros de datos reclaman ahora su protagonismo. Por la experiencia sabemos que, si falla cualquiera de estas tres patas, el taburete de Internet tal y como lo conocemos hoy, no funciona.

Estas infraestructuras críticas han soportado en estos meses cargas de trabajo inesperadas que han aumentado un 38,4% en el caso de España y un 78,6% en Reino Unido o un 109,3% en Italia. Nos explican desde Interxion que “el confinamiento ha hecho crecer el uso de las redes y el tráfico de datos, y ha cambiado también el origen y el destino de las cargas IT, que han fluctuado de las empresas a los hogares, incrementando la necesidad de interconexión”. Pese a ese incremento en España cercano al 40% en demanda de procesos, la velocidad de descarga solo se redujo un 8%. En Interxion, que igual almacena y gestiona información de grandes empresas del Ibex-35 como de pymes, los tres centros de datos que tiene en Madrid han triplicado las demandas de cableado para interconexión de operadores y empresas de streaming y gaming. Si habitualmente hay 10.000 circuitos y lo normal es una subida mensual de peticiones en torno al 2%, en los pasados meses de marzo y abril, ha crecido entre un 7% y un 8%. Quizá cuando volvamos a ver una imagen de un servidor, igual se nos escapa un gracias por todas las cosas que nos permiten hacer. Mejor no imaginarse ahora mismo lo que supondría quedarnos sin Internet...