Eduardo Gómez, director General de ESIC, la Escuela de Marketing & Business: “Los expertos en inteligencia artificial y robótica se encuentran ahora entre los más solicitados”

Las instituciones de enseñanza están demostrando su capacidad de adaptación e innovación ante la pandemia. En educación superior, ESIC, Escuela de Marketing & Business, encontramos ‘aulas inteligentes’ y sistemas inmersivos para que el alumno que no pueda asistir de forma presencial tenga en ‘online’ el mismo nivel de formación. Hablamos con Eduardo Gómez, director general de ESIC, del papel que está asumiendo la tecnología en todos estos cambios y también sobre cuáles son los profesionales más demandados. “Al igual que en 2008, en esta crisis también hemos apostado por crecer y estamos poniendo en marcha una universidad que verá la luz en septiembre de 2021”, adelanta

¿Cómo está yendo el curso en ESIC en estas circunstancias excepcionales?

En nuestro caso, la vuelta a las aulas ha sido satisfactoria. En ESIC llevábamos varios meses dando forma a nuestra nueva metodología, a la que hemos llamado Transformative Learning, y la pandemia lo que ha hecho es acelerar su llegada. Se trata de un enfoque novedoso del que ya está implementada una parte, pero todavía quedan fases que poner en marcha, cuando la situación lo permita.

¿Cómo les ha impactado esta crisis sanitaria?

En todo este tiempo, nos hemos esforzado para que el alumnado sufriese lo menos posible el impacto de la pandemia. Para nosotros, lo relevante es que tanto sus objetivos de aprendizaje como las competencias inherentes a cada asignatura se vean cubiertos, independientemente de si asiste a clase de forma presencial o presencial en remoto. Todas las crisis son momentos para repensar qué queremos y podemos cambiar, y así lo hemos afrontado siempre en ESIC. De hecho, al igual que en 2008, en esta ocasión también hemos apostado por crecer y estamos poniendo en marcha una Universidad que verá la luz en septiembre de 2021 y construyendo un nuevo edificio para la Business School de 21.000 metros de campus.

¿Estaban preparados tecnológicamente para una vuelta ‘online’?

Hoy en día, todas nuestras aulas disponen de una combinación de pizarra digital, con una pantalla auxiliar para ver al alumnado que está en remoto, varios micrófonos en el aula y una cámara de alta definición. Todo esto ha supuesto un esfuerzo importante y ahora es el momento de aprender para conseguir perfeccionar y evolucionar el modelo junto al alumnado. Me gustaría destacar el papel fundamental que ha tenido el profesorado, que se ha adaptado rápidamente para impartir las clases en presencial remoto y que ha supuesto adaptar la metodología.

¿En qué consiste el concepto de ‘aula inteligente’?

Es un concepto que coincide con cómo están preparadas nuestras aulas hoy en día. El aula ya no tiene un espacio concreto. El alumnado, se encuentre en el lugar en el que se encuentre, pueda participar y colaborar. Este tipo de aulas requieren no solo de la implantación de tecnología, sino también la adaptación de la metodología para poder exprimir al máximo sus beneficios. De esta manera, conseguimos implementar la tecnología con un propósito concreto, y no implementarla por implementarla.

En el ámbito universitario y de la educación superior, en el que los contactos personales son tan importantes y todo lo vivido más allá de las clases es tan importante, ¿cómo se puede compensar en estos momentos la pérdida de ese componente social...?

Es muy difícil, por no decir imposible, compensar la falta de contacto cara a cara, de forma personal y presencial. Precisamente por eso, y porque creemos en la importancia del aula como punto de encuentro y de toma de contacto entre los estudiantes, Transformavite Learning en gran medida apuesta por la presencialidad. Por el momento, por la situación que atravesamos, se ha implementado solo la fase en la que mitad del alumnado se encuentra en un aula física y la otra mitad de forma remota. En el futuro, cuando la situación se revierta, implementaremos la metodología en su totalidad y aquí el componente presencial cobra mayor protagonismo.

¿Va a cambiar el orden de las profesiones y profesionales más demandados?

En los próximos años debemos estar preparados para abordar grandes problemas. Para ello, es importante cambiar la forma en que tomamos decisiones y conseguimos información. Competencias como la gestión de personas, la coordinación con otros, el pensamiento crítico y el análisis o la inteligencia emocional ayudarán a afrontar escenarios complejos. Actualmente, entre los profesionales más demandados se encuentran los especialistas en inteligencia artificial, los ingenieros de robótica de crecimiento anual, los data scientists, los ingenieros de confiabilidad cloud, los especialistas en el éxito del cliente y en desarrollo de ventas.

¿Cómo va a transformar la pandemia la manera de trabajar?

La pandemia nos ha obligado en un corto periodo de tiempo a aprender aquello que se suponía nos iba a llevar años. Por ejemplo, aprender a liderar un equipo que está trabajando en remoto, a ser productivos y concentrarnos desde casi cualquier lugar, o a poner en práctica habilidades como la resiliencia o la adaptación al cambio. En el caso de ESIC, nos hemos dado cuenta de ello, y también queremos preparar a nuestro alumnado para enfrentarse a este nuevo escenario. Si los conceptos académicos son importantes para el desarrollo y el aprendizaje, también lo son las habilidades personales. La transformación, la adaptación, la resiliencia o la capacidad de implementar el pensamiento lateral ante situaciones de incertidumbre serán herramientas cada vez más buscadas entre los profesionales.

¿Qué opinión le merece la regulación del teletrabajo por parte del Gobierno?

Parece claro que el teletrabajo ha llegado para quedarse, la obligatoriedad de trabajar desde casa que vivimos durante el confinamiento ha ayudado a las empresas y a los trabajadores a confiar en esta nueva forma de trabajo. Eso sí, hay que tener en cuenta que, precisamente por ser durante una situación excepcional, no hemos aprendido a teletrabajar, sino más bien nos hemos adaptado a ello, como se ha visto con las jornadas laborales infinitas o la falta de espacios apropiados para trabajar desde casa. Por tanto, creo que poco a poco tendremos que buscar la fórmula perfecta para que el teletrabajo se implante en nuestras vidas de una forma ordenada y regulada.

¿Y cómo cree que va a afectar la pandemia al mundo del marketing y la manera de hacer negocios?

Creo que la nueva realidad obliga a las organizaciones a poner en marcha una rapidaptación. Esto es, adaptar la organización a la carrera mientras se está compitiendo. Las empresas deben revisar, si es necesario, el modelo de negocio, su modelo de digitalización o incluso rehacer y repensar sus relaciones con los clientes. Retenerlos y fidelizarlos, marcará quién sobrevive y quién no. Las empresas han comprendido que el marketing es una herramienta fundamental para que comuniquen el valor diferencial de sus productos.

¿Están sabiendo o más bien ‘pudiendo’ adaptarse las empresas?

Me alegra enormemente ver cómo las empresas de todos los sectores y de todos los tamaños han innovado, se han adaptado y han sido capaces de sacar su mejor parte en esta área. Hemos podido ver campañas muy novedosas que han provocado un mayor engagement a los consumidores habituales y han sido capaces de seguir mantenido una imagen de marca fresca y atractiva en estas circunstancias.

¿Ve posible aprovechar esta oportunidad para ir cambiando las cosas hacia otro modelo productivo? ¿Cómo debería ser?

Como ocurrió con la crisis de 2008, el debate sobre el modelo productivo vuelve ahora al centro, si bien el foco ha pasado de la construcción al turismo. En este sentido, resulta decisivo elegir bien los campos en los que podemos competir y ser potencia mundial -biotecnología, energías renovables, microelectrónica, etc.- para centrar en ellos todos nuestros esfuerzos, porque cuanto más desarrollada está una tecnología, más difícil es empezar a competir en ella.