Los USB, elementos clave en la seguridad de los datos a la hora de teletrabajar

En los últimos tiempos estamos afrontando una nueva realidad que ha ganado impulso rápidamente en España como es el teletrabajo, una tendencia que en otros países de nuestro entorno es más habitual. En este sentido, es importante destacar que, dado que estamos en las primeras etapas de implantación de este modelo de trabajo, algunas empresas están iniciando el proceso para contar con la infraestructura técnica necesaria para llevarlo a cabo, por lo que poco a poco se van viendo mejoras que hacen que, quizá en no mucho tiempo, se convierta en una realidad extendida en las empresas españolas.

Los nuevos tiempos y escenarios profesionales presentan un cambio de paradigma en los que se van desvaneciendo poco a poco los espacios físicos como eje central de la actividad laboral en favor de nuevos modelos de trabajo a distancia. Ante este escenario, no cabe duda de que el teletrabajo ofrece grandes beneficios, pero también presenta nuevos retos, por lo que es necesario buscar nuevas soluciones a los problemas que puedan surgir. Por tanto, las áreas corporativas en las que más se está trabajando son las de la movilidad y seguridad de los datos, uno de los principales activos de las empresas en la era moderna.

En este sentido, para favorecer el transporte y acceso a los datos, uno de los elementos que juega un papel fundamental son los USB, unos pequeños dispositivos que ofrecen la posibilidad de almacenar cantidades de información cada vez más grandes y portarlos a cualquier lugar sin ningún inconveniente. Sin embargo, son también los dispositivos más vulnerables en términos de robo de información, ya que además de que se pueden perder fácilmente, apenas cuentan con medidas de seguridad. De hecho, desde Kingston recientemente hemos llevado a cabo una encuesta que indica que el 71% de los usuarios en España ha perdido al menos una vez un USB sin protección con información privada.

A lo largo de los últimos años, hemos sido testigos de algunos ejemplos que recalcan la importancia de contar con dispositivos protegidos para evitar filtraciones de datos por pérdida o robo de un USB. En 2017, un viandante se encontró en una calle al oeste de Londres un USB con información que contenía detalles como la ruta que emplea la Reina Isabel II cuando transita por el aeropuerto de Heathrow, la ubicación de las cámaras de vigilancia, disposición de la red de túneles e incluso rutas de escape.

Por otra parte, investigadores de Google, la Universidad de Illinois Urbana-Campaign y la Universidad de Michigan realizaron un estudio con el objetivo de conocer patrones de comportamiento al encontrar un USB. Para ello, escondieron 297 dispositivos por el campus de la universidad, y descubrieron que el 98% de las unidades habían sido encontradas, y que, de estas, el 45% habían conectado el USB y habían abierto al menos un archivo.

Por tanto, la conclusión es clara: la tendencia es abrir el dispositivo que se ha encontrado previamente, por lo que, si no está protegido, el propietario se arriesga a que cualquiera tenga acceso a la información almacenada.

Evidentemente, son muchos los datos que alertan sobre los peligros asociados a los USB, sobre todo ahora que el teletrabajo empieza a tener una mayor presencia como modelo de trabajo. Sin embargo, desde Kingston queremos compartir las claves para hacer un buen uso de este tipo de dispositivo y convertirlo en el mejor aliado para el trabajo en remoto.

Es fundamental que tanto las empresas como los trabajadores apuesten por emplear dispositivos que tengan medidas de seguridad como el cifrado, puesto que los USB que cuentan con esta característica son uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta una estrategia de Prevención de Pérdida de Datos (PPD) sólida. Los más efectivos son los que cuentan con seguridad basada en hardware, un sistema que sirve como protección frente a las principales vías de ataques más utilizadas.

Este mismo método, que no requiere del uso de software, también ofrece una compatibilidad multiplataforma completa con cualquier sistema operativo o cualquier otro equipo integrado que cuenta con una salida para USB y sistema de almacenamiento de datos. Facilidad de implantación y uso son otros de los beneficios que se pueden disfrutar de este servicio.

En Kingston contamos con la línea de productos IronKey, una gama que cumple con los más exigentes cánones de seguridad -inclusive aquellos que se contemplan en el RGPD- para la protección de datos, minimizando así los riesgos de filtración de datos. Gracias a estos procesos de cifrado y autentificación completamente autónomos, todos los parámetros de seguridad críticos tienen lugar dentro de la propia unidad y nunca se comparten con el dispositivo huésped. Este enfoque permite que estos procesos se desarrollen con total independencia del software o el sistema operativo.

Por otra parte, es clave poner en marcha medidas de higiene digital centradas en el uso de estos productos. Además de contar con medidas de seguridad propias del dispositivo, es necesario que los usuarios adopten algunos hábitos, como el de analizar -con un antivirus- el dispositivo cada vez que lo vayan a conectar a un equipo, con el objetivo de detectar cualquier posible documento infectado con algún virus informático. Asimismo, es clave concienciarse de la necesidad de no entremezclar los datos personales y los corporativos, por lo que recomendamos almacenar estos datos en dispositivos distintos.

En definitiva, en Kingston somos conscientes de los riesgos que pueden venir como consecuencia del uso de USB, pero también destacamos los múltiples beneficios que estos dispositivos pueden aportar si se usan correctamente. Por tanto, animamos a las empresas y empleados a impulsar el uso de estos sistemas de almacenamiento como parte integral de su estrategia de protección de la información en entornos de trabajo en remoto.