Cuando hay que elegir entre electores, alcachofas y patos

Este mes de mayo acabará con elecciones municipales, aunque la precampaña hace meses que está en marcha. Los partidos con responsabilidades de gobierno aprovechan para completar proyectos pendientes que agraden a los ciudadanos y anunciar nuevas iniciativas para el futuro, más o menos realistas. Por su parte, la oposición se enfoca en las críticas a las deficiencias actuales y promesas de soluciones para todo. Pero unos y otros tienen algo en común, toda su estrategia se dirige a captar votos.

En este contexto, el sector económico recuerda que hay un tema pendiente crucial para el futuro de Barcelona y del conjunto de Catalunya: el aumento de capacidad del Aeropuerto de El Prat para ganar vuelos intercontinentales y mejorar así las conexiones internacionales. Pese a la relevancia del asunto, el calendario electoral juega en contra, ya que no da votos, e incluso puede penalizar en las urnas. Las posibles soluciones siempre tienen un perdedor. Por ejemplo, las lagunas adyacentes al aeropuerto si se amplía la pista corta para los aviones de largo radio, así como los campos de cultivo cercanos si se amplía dicha pista y se protegen otras zonas del entorno para compensar el impacto ambiental. Conversando con un vecino del Baix Llobregat, lamentaba que hasta ahora “todo el mundo ha pensado en los patos, pero nadie en las alcachofas”, en referencia a la oposición a invadir el espacio natural de La Ricarda o el Remolar, pero sin entrar en la derivada de la afectación a los cultivos.

En cualquier caso, mientras los políticos no perciban que agricultores y ecologistas suman más votos que los habitantes del entorno, no contemplarán la solución más sencilla: operar a máxima capacidad a costa de un mayor impacto acústico de los aviones al despegar sobre zonas residenciales.