Sergi Martín, director general del área de negocio de Robotics & Discrete Automation de ABB en España: “Prevemos crecer entre un 10% y 20% anual en robótica en los próximos cinco años”

ABB lleva más de un siglo en España, desde que compró una eléctrica de Sabadell en 1907, y actualmente emplea a más de 450 personas en sus instalaciones catalanas, que incluyen un centro de desarrollo global para soluciones robotizadas mediante metrología, y un centro de excelencia global en soluciones digitales para robótica.

La planta de ABB en Sant Quirze del Vallès está especializada en robótica, una de las cuatro áreas de negocio en las que se divide el grupo suizo, junto con electrificación, tracción y automatización, y en todas las divisiones ocupa la primera o segunda posición mundial. Los orígenes de ABB se remontan 130 años atrás, y se reivindica como la primera compañía que transportó energía en alta tensión; constructora de la primera turbina de vapor en Europa; pionera en locomotoras de alta velocidad y una de las primeras en robótica industrial, así como la primera compañía del mundo en fabricar diamantes sintéticos, y su ambición se sigue proyectando hacia el futuro, con proyectos como la robótica colaborativa y un nuevo sistema de propulsión eléctrica para barcos alternativo a las tradicionales hélices e inspirado en el movimiento de las aletas de las ballenas.

ABB es un gigante presente en más de 100 países, pero como proveedor para otras empresas es casi invisible para los ojos del consumidor ¿cómo está presente en la vida cotidiana?

Cuando suena el despertador por la mañana y enciendes la luz, ese interruptor puede ser ABB. El programador de la domótica, del aire acondicionado, de la calefacción o de la alarma de casa también puede ser ABB. El motor del ascensor y la tracción del metro o el tren y su catenaria también es ABB, así como los cargadores para vehículos eléctricos y la robótica industrial, y un largo etcétera. Desde que conectas algo a la corriente hasta que lo usas, ABB está representada en toda la cadena.

¿Cuál es el principal segmento de negocio en robótica?

En España existen 14 líneas de pintura de automóviles, de las que 13 han sido diseñadas por ABB. La automoción ha representado el 60% del negocio tradicionalmente, aunque ahora están ganando peso otros sectores industriales, la logística y los servicios.

Eso debe requerir de nuevos tipos de robots...

Antes lo habitual eran grandes máquinas para automatizar producción metidas en jaulas para no golpear a los humanos. Ahora sigue habiendo grandes robots para procesos industriales, pero con sensores que los ralentizan o los detienen en función de la proximidad de personas a su alrededor, y también hay robots más pequeños que colaboran con las personas, robots que se mueven de un lado a otro autónomamente... Ha cambiado hasta el color de los robots. Antes eran naranjas para advertir de peligro, pero ahora los hacemos blancos.

ABB Sant Quirze inauguró en 2020 el primer centro de innovación colaborativa del grupo dedicado a la robótica para clientes en Europa, para desarrollar tecnologías digitales y de automatización para empresas...

Es un ejemplo de colaboración con un balance muy positivo, porque las empresas pueden probar y encontrar soluciones a medida, y porque el nuevo espacio se ubica donde en 2012 se anunció el cierre de nuestra planta de motores eléctricos porque había dejado de ser competitiva. Entonces se perdieron 150 empleos, pero ahora somos muchos más empleados que antes de aquel anuncio.

¿Qué se produce ahora en Sant Quirze?

Fabrica visores 3D para robots y productos para aplicación en prensas y ejes de robot (con uso en automoción y otros sectores), además de realizar reparación de robots y otros servicios, aunque destaca por la ingeniería. Por ejemplo, el tener programadores para visión 3D nos ayuda a posicionarnos para hacer nuevas propuestas vinculadas a la inteligencia artificial.

¿En qué se traduce todo esto a nivel de inversiones?

De los 8 millones de inversión de ABB en España en 2022, 2,3 fueron en Cataluña. La idea es mantenernos sobre los 2,5 millones. Depende de cómo avancemos en el diseño de productos, que se hace principalmente en nuestras instalaciones de China y Estados Unidos. Nosotros como solution centers presentamos proyectos, y en Barcelona somos activos. Respecto al potencial de I+D en España, el año que más invertimos, en 2012-2013, fueron 21 millones, y 10 fueron para robótica.

¿Apuntan a nuevas áreas de negocio?

Independientemente de las cuatro áreas de negocio del grupo, estamos dividiendo el mercado en grandes cuentas, con clientes como Renault, Volkswagen, Inditex o Amazon, y pymes, donde vamos a enfocarnos en procesos que no son de manufactura, es decir, en robots realizando tareas de valor añadido que no son fabricación. Ahí se enmarca la adquisición de Asti en Burgos en 2021, como empresa especializada en robots móviles para intralogística, lo que sería como una Roomba gigante para transportar mercancías de un lado a otro de una nave. Y para pymes también queremos potenciar soluciones para compactar el área de fabricación, y que se pueda producir más en el mismo espacio.

¿Cuál es el pulso actual en robótica?

Un área que va a crecer más rápido de lo habitual es la robótica colaborativa. La robótica tradicional de grandes cuentas está creciendo a un ritmo del 5-7% anual; en robótica móvil auguramos un 20% anual los próximos cinco años, y la robótica colaborativa va a estar en medio, sobre un 12-13% de crecimiento anual.

¿Qué es la robótica colaborativa?

Es una tecnología que permite la interacción segura y eficiente entre humanos y robots en un entorno de trabajo compartido. A diferencia de los robots tradicionales, que operan detrás de barreras de seguridad, los robots colaborativos o “cobots” están diseñados para trabajar codo con codo con las personas, compartiendo tareas y espacios de trabajo de manera segura. La robótica colaborativa nos permite llevar la automatización a multitud de entornos empresariales fuera del ámbito industrial, como centros de logística, o incluso supermercados o centros de salud, permitiendo que las personas se centren en tareas de mayor valor añadido y dejando que los robots realicen las tareas más rutinarias. ABB fue pionero en 2015 en robótica colaborativa con el lanzamiento de YuMi, y desde entonces hemos lanzado la segunda generación de YuMi y la gama de robots colaborativos GoFa. Tienen características como que están compuestos de materiales blandos, para no dañar en caso de colisión.

¿Y a qué se deben las elevadas perspectivas para la robótica móvil?

A que va más allá de su aplicación industrial. La automoción es ahora el 50% de la facturación, pero la siguiente automoción en el mundo de la robótica es la logística. Está creciendo muy rápido y con muchos volúmenes, con inversión en I+D y tecnología, con aplicaciones como la visión 3D para el despaletizado o la inteligencia artificial para el doblado de prendas.

¿Y tienen más sectores de interés?

El sanitario, a través de laboratorios y hospitales, pero no para robótica asistencial, sino para la preparación de muestras, realización de tests, movimiento de medicinas entre centros, etcétera. Queremos llevar lo aprendido en grandes cuentas y automatización en robótica colaborativa a un sector más exigente. Además, en el dibujo general de sectores y empresas hay una base que lo sustenta todo, que es la automatización. Ofrecemos la conexión de todos los robots de ABB a la nube para coordinarlos y extraer datos y analizar si estamos produciendo bien; gemelos digitales para programarlos y dar asistencia en remoto cuando se producen incidencias; un entorno de programación sencillo... Esa capa digital tendrá un área de negocio propia que medirá la rentabilidad de esa capa, apoyando a las demás áreas para crecer.

¿Qué consigue una empresa con la robotización y automatización?

Las empresas buscan básicamente cuatro cosas a las que podemos contribuir: simplicidad, flexibilidad, productividad y calidad.

La facturación de ABB España en 2022 fueron 560 millones, un 13% más, y tuvo pedidos por 800 millones, un 42% más. ¿Qué perspectivas hay para este año?

Seguir creciendo a doble dígito en robótica en los próximos cinco años, entre el 10% y el 20% anual. En otras áreas es más cambiante, porque por ejemplo tracción varía mucho dependiendo de cuando llegan grandes contratos.

¿Qué marca su plan estratégico?

Estamos empezando el plan estratégico 2023-2028, y el objetivo es simplificar mucho la estructura a nivel interno, y que la robótica sea mucho más asequible para entrar en nuevos segmentos de manera más rápida. Nos vamos a apoyar en personalizar soluciones, con robots modulares.

¿ABB España trabaja para el exterior?

El 30% de la facturación es exportación, porque creamos soluciones para que otros países las vendan.

¿Me puede dar algún ejemplo de contrato relevante?

Un acuerdo importante fueron los pedidos de Stadler Valencia en 2022 por 170 millones de dólares para impulsar más de 300 nuevos trenes y locomotoras mediante tecnologías de tracción de alta eficiencia, para diversas redes europeas de ferrocarril en países como España, Portugal, Reino Unido, Alemania y Austria. Por otro lado, Repsol ha elegido tecnología ABB para mejorar el rendimiento de sus cinco centrales hidroeléctricas de mayor capacidad de generación en España, y Endesa para su terminal portuaria de almacenamiento de gas natural licuado (GNL) en Los Barrios (Cádiz).

ABB ha comprado y vendido empresas en los últimos años. ¿Cuál es la estrategia actual?

En robótica vamos a ver movimientos en el área de software, con crecimiento orgánico e inorgánico. Ya tenemos el ejemplo de Sevensense hace un par de años, que ha servido para desarrollar un producto que lanzaremos a finales de este año, para navegación guiada por visión de los robots móviles.

¿Hay posibilidad de compras en España?

El tejido industrial es muy interesante, sobre todo en Cataluña, donde hay mucha digitalización y software. Algo podría surgir.

En Cataluña, entre sus clientes destacan de los sectores del papel, la siderurgia y el Puerto de Barcelona ¿Qué otros sectores son relevantes?

Aquí destaca la potencia de los clústers. Es una alianza a través de la Generalitat que nos funciona muy bien para captar talento, iniciativas y crear redes de contactos con otras compañías. Hay iniciativa de entendimiento.

¿Y dónde hay más potencial de mejora?

El sector de la alimentación y bebidas, que es importante en Cataluña, tiene un gran potencial en automatización y digitalización, con capacidad de optimización en aspectos como la cadena de frío. En España, las empresas industriales tienen un coste energético medio que supone el 24,6% de sus costes de explotación. Si puedes reducirlo optimizando el consumo, es un ahorro muy importante que te permite ser competitivo. Y también hay mucho recorrido en digitalización. Mover datos es mucho más eficiente que mover materia, pero almacenar datos cuesta mucho dinero, porque los centros de datos requieren una potencia energética brutal de refrigeración, y nosotros ofrecemos la tecnología para reducir el consumo.