Arcano ficha en Cataluña y cierra un 2022 de récord con siete operaciones

La compañía incorpora a Carlos Gramunt en sus oficinas de Barcelona para acelerar su crecimiento en la comunidad, que ya representa el 30% de su volumen.

A pesar del parón en la compraventa de empresas en la recta final del año, el viento de cola de comienzos de 2022 permitirá a Arcano cerrar un ejercicio récord en Catalunya. La firma de análisis ha fijado la comunidad como uno de sus puntos estratégicos para crecer en el futuro, pues ya representa el 30% de las operaciones de M&A que hace en toda España. Para ello, ha incorporado a Carlos Gramunt, con una larga carrera en Caixabank, para acelerar en el territorio.

Arcano participó en la compraventa de hasta siete compañías en 2022. La última fue en octubre, con la venta del portal de suplementación deportiva Bulevip a Carethy Group. Antes, la firma asesoró la transacción de la empresa de desinfección sanitaria Vesismin Health -en septiembre-, los exprimidores Zummo -julio-, las clínicas veterinarias Vetsum -en junio-, los muebles de lujo Gunni & Trentino -en junio-, las panaderías Turris -en mayo- y la firma de radiofrecuencia Indiba -en febrero-.

“Hace años que tenemos presencia en Catalunya, pero ahora la hemos intensificado”, explica Borja Oria, consejero delegado de banca de inversión de Arcano, a elEconomista.es. “Tenemos muy buena relación con varios fondos catalanes y con la empresa familiar, por lo que al final era un paso natural ya que en la región se hacen, por ejemplo, el mismo número de operaciones que en Madrid”, compara.

Además de las siete operaciones de M&A acometidas durante los últimos doce meses, la firma también ayudó a los hoteles Abba a captar financiación de la Sepi. También trascendió que trabajan con Mundimotor en la búsqueda de fondos para impulsar su crecimiento.

“En 2021 cerramos cuatro operaciones, en 2020 fueron dos por culpa de la pandemia y en 2019 habíamos llegado a seis”, recuerda Oria. El fichaje de Gramunt, exdirector de empresas para Caixabank en Barcelona y exconsejero de Colonial, llega para acelerar el crecimiento, aunque la coyuntura económica no acompañe debido al enfriamiento del sector por las altas valoraciones de los vendedores frente a la perspectiva de una posible recesión en 2023.

“Tenemos que ser muy cautos y prudentes, porque es cierto que hay mucha incertidumbre por la situación geopolítica actual –la guerra entre Rusia y Ucrania- que ya hemos visto cómo está impactando en la economía, con un aumento de la inflación y la subida de los tipos de interés, que ha encarecido la financiación y ha hecho que las operaciones hechas a base de deuda sean más difíciles y más caras”, admite el directivo. No obstante, confía en tener la receta para sortear la dificultad. “Nos enfocamos en sectores que no están muy afectados por la inflación o que son capaces de trasladarla al cliente, como pueden ser la sanidad, la tecnología, la educación y la alimentación”, explica.

En los últimos años han sido las empresas familiares catalanas las que han protagonizado las principales operaciones. Sonadas fueron las ventas de los gigantes del cava, Freixenet y Codorníu, que pasaron a manos de la alemana Henkell y el fondo Carlyle, respectivamente. Otras grandes transacciones fueron las de Industrias Titán, Cirsa, Pronovias, Pastas Gallo, Grupo Miquel, Gaes y Ficosa, que en la última década han abandonado a sus accionistas de toda la vida para dar entrada a grandes grupos y firmas internacionales.

“Para nosotros, la empresa familiar es clave”, señala Oria. “Aunque cada compañía es un mundo, cuando ya se entra en cuarta o quinta generación, muchos empresarios tienen un componente más sofisticado, financieramente hablando, y están más abiertos a operaciones corporativas o fusiones que sus padres o abuelos no se plantearían”, añade.

Más complicado es hablar de fondos de inversión catalanes. Las grandes firmas nacidas en Barcelona, como Aurica, Suma Capital o Meridia ya tienen estrategias de inversión españolas y cada vez son más los vehículos con un enfoque paneuropeo. “No se invierte con criterio geográfico, sino con criterio de oportunidad; aunque sí es cierto que estando en Barcelona tienes la ventaja de estar más cerca de las empresas y familias catalanas. La cercanía te permite conocer bien a la compañía y eso siempre favorece”, sostiene.

No se vislumbra, asegura, una decadencia económica de la que se ha hablado mucho en los últimos años tras la pérdida de sedes sociales sufrida a partir del referéndum de 2017. Como ya explicaba esta revista en el número de diciembre, los fondos e inversores han vuelto a poner el ojo en el territorio. Y eso beneficiará a nombres como Arcano. “Nosotros lo que vemos son empresas con un alto crecimiento, vocación para exportar y ganas de crecer tecnológicamente”, zanja el dirigente.