El ‘Govern’ invierte 660 millones para evitar accidentes

Planes como el nuevo formato 2+1 para las carreteras, los informes de movilidad y las campañas de información y concienciación son la clave para reducir siniestros.

La seguridad vial es, sin duda, una de las prioridades de todas las administraciones públicas. En la carretera, el riesgo de sufrir lesiones es elevado en caso de accidente, pero la participación de casi la totalidad de la población en el desempeño de la movilidad complica la actuación de las autoridades competentes, que deben actuar sobre todo en el marco de la prevención para evitar dichos accidentes, que pueden ser fatales.

No obstante, los datos avalan que el trabajo se está haciendo bien. Hablamos que, durante la última década, la cifra de personas que han fallecido en las carreteras ha descendido notablemente, y lo ha hecho de forma sostenida. Si miramos al gráfico que acompaña esta información la tendencia es visible a simple vista. Cabe recordar que, en 2020, la cifra de accidentes, así como la de personas que sufrieron lesiones graves y la de personas que perdieron la vida en las carreteras es más baja a raíz de la pandemia, que nos obligó a confinarnos y, por tanto, a reducir nuestra movilidad a mínimos históricos.

Desde las administraciones públicas, a través del Servei Català de Trànsit, desde los cuerpos de seguridad del estado, en este caso los Mossos d’Esquadra, o entidades como el Racc, se trabaja cada día para reducir la cifra de personas fallecidas en las carreteras. Si preguntamos por el objetivo, la respuesta siempre es cero, pero todos insisten en que, al final, es un trabajo de todos conseguirlo. Desde su parte, solo pueden esforzarse en algunos aspectos, como la prevención, la disuasión de ciertos comportamientos o la concienciación y la aportación de información.

Estrategias para la prevención de accidentes

Si hablamos de accidentes mortales, sin duda los más graves a nivel de lesiones y fallecidos son los choques frontales. Cualquier carretera interurbana o urbana cuya división de carriles se forme únicamente por una línea es susceptible de ser un posible escenario de choque frontal. Las causas son muchas: el exceso de velocidad, un despiste, una posible emergencia médica desafortunada o causas externas no compatibles con la conducción, como el consumo de alcohol o drogas.

Para poner freno a este tipo de accidentes, la Generalitat tiene en marcha el despliegue del modelo 2+1, que, según han explicado recientemente, se extenderá a 420 kilómetros de carreteras catalanas. De momento, la inversión asciende hasta los 660 millones de euros y tendrá continuidad en el tiempo. Según la Generalitat, evitar los accidentes frontales tiene el potencial de reducir entre el 80% y el 100% de los accidentes mortales en las carreteras donde se ha actuado con este modelo. Según sus cálculos, interviniendo únicamente en el 7% de las carreteras catalanas se podría reducir la mortalidad en nuestras carreteras en un 20%.

Este proyecto de actuaciones se extenderá hasta 2030 con el objetivo de transformar cerca de 420 kilómetros que actualmente tienen un carril por sentido en lo que han llamado esquema 2+1. Este formato de carretera consiste en configurar tres carriles de circulación, en el cual el carril central se va alternando en un sentido y en el otro para habilitar tramos seguros de adelantamiento para los vehículos, ya que gran parte de los choques frontales se dan durante las maniobras de adelantamientos. En la mayoría de carreteras 2+1 se dispone una separación reforzada de los dos sentidos.

De momento, este modelo se puede encontrar en carreteras como la C-55, la C-16 o la C-58, vías muy importantes dentro del sistema de carreteras catalanas por ser las principales arterias de la Catalunya Central y de las comarcas del Vallès Oriental y Occidental. Según confirman desde la Generalitat, desde su implantación no se han registrado nuevos choques frontales o frontolaterales y las personas fallecidas en accidente de tráfico se han reducido en un 90%, mientras que los accidentes graves han caído en un 50%.

Información y campañas de concienciación

Además de las actuaciones de la Generalitat, las entidades como el Racc juegan un papel esencial en la seguridad vial, comunicando el estado de las carreteras, los resultados de accidentes, realizando estudios sobre la movilidad y realizando planes de concienciación que, como el programa Mou-te bé!, se dirige a niños y niñas, los futuros conductores. Entre sus estudios se encuentran el barómetro del Ciclista Urbano de Barcelona y entre sus campañas, la nueva movilidad ha obligado a abrir el espectro y a incidir no solo en los coches y las motos, sino en los patinetes, las bicicletas y los viandantes. Desde el Racc recuerdan que todos formamos parte de la movilidad y que es responsabilidad de todos evitar los accidentes.

La entidad valora muy positivamente los datos de accidentes más recientes, que indican que, pese al retorno de la actividad, la siniestralidad y la mortalidad en la carretera, pese a crecer, no ha vuelto a los niveles prepandemia. No obstante, sus datos reconocen tendencias negativas sobre las que trabajar, como el dato de que en el 45% de los accidentes mortales tienen una moto, como mínimo, entre los vehículos involucrados -gran parte de sus campañas de concienciación se dirigen a los moteros-, o que los moteros suponen más de la mitad de las víctimas mortales en los accidentes acontecidos en Catalunya. También detectan que comportamientos como no ceder el paso a los viandantes, circular entre carriles, haciendo zig zag o usando el carril bici siguen siendo habituales entre los motoristas, mientras que seis de cada 10 usuarios de patinete admiten circular a más velocidad de la permitida. Acciones de riesgo que se deben evitar.