
El atractivo de Barcelona obliga a encontrar espacio logístico donde no lo hay
Catalunya y, especialmente, Barcelona, son localizaciones muy atractivas para los operadores logísticos. La situación privilegiada de la región y la ciudad condal, que además cuenta con infraestructuras clave como el Puerto de Barcelona y el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y con la proximidad de una gran cantidad de compañías que producen en el área metropolitana, llaman la atención de las empresas que buscan un punto desde el que gestionar sus operaciones logísticas. Catalunya es el paso entre Europa y la península y el Puerto de Barcelona uno de los más importantes del Mediterráneo.
Sin embargo, hay un problema en Barcelona que en otras grandes ciudades, como Madrid, por ejemplo, no tienen. El espacio es muy limitado. La ciudad limita con mar y montaña y con una zona urbanizada hasta la saciedad, que deja un espacio dedicado para la logística que se queda muy por debajo de lo que la demanda necesita. Según explican desde la consultora CBRE, los datos son claros. La contratación logística cerrará 2022 en Catalunya con uno de los datos más importantes de la última década, marcando una tendencia positiva que no parece que se vaya a cortar el año que viene. Sin embargo, el CBRE advierte, el espacio es muy limitado y la oferta está llegando a su fin. ¿Qué ocurrirá cuando eso pase? Que los operadores logísticos deberán buscar alternativas.
Antes, además, los precios de alquiler del espacio disponible, que ya están subiendo, alcanzarán cotas poco atractivas para los inversores, que empezarán, de nuevo, a buscar otras localizaciones más asequibles. La nueva moda de la reconversión industrial, que reforma naves industriales en desuso o abandonadas por el cierre de las compañías que antes las gestionaban es una buena opción para que estas infraestructuras no queden ocupando espacio sin ningún tipo de sentido y se reciclen en suelo logístico perfecto para las nuevas operadoras. Catalunya debe fomentar esta actividad para compensar la caída del espacio disponible y así permitir oportunidades a todas las operadoras que vean en Catalunya el sitio ideal para instalar un polo logístico. Recuerden, una fábrica cerrada no tiene trabajadores, un centro logístico ofrece oportunidades laborales a muchos niveles y de distinta cualificación.
Sin embargo, en Catalunya estamos muy mal acostumbrados a llegar tarde a todo, otro ejemplo es la reindustrialización de Nissan, que cerró en 2021 sin planes concretos y que todavía está buscando una nueva dirección. Lo que parece claro es que, al menos parte de su superficie, se destinará a logística, mientras que la otra parte a nuevos usos industriales. Está en marcha el período de presentación de ofertas para ocupar sus cientos de miles de metros cuadrados, pero el término se ha alargado por las dudas de los aspirantes. A ver cuánto tardamos en tener respuestas concretas sobre el futuro de la fábrica.