Las empresas locales alzan el vuelo en un MWC que recupera el pulso

Las empresas catalanas más punteras estuvieron presentes en la edición 2022 del congreso tecnológico, con protagonismo para la realidad virtual, la inteligencia altificial y nuevos transportes

El Mobile World Congress (MWC) 2022 iluminó el final del mes de febrero e inicios de marzo con las últimas novedades internacionales en tecnología, y las empresas catalanas no se quisieron perder una cita que recuperó el pulso y el camino hacia la normalidad. Todavía no se alcanzaron las magnitudes prepandemia, pero el balance fue mucho mejor que en la edición testimonial de 2021, que tuvo lugar en junio en vez de en febrero para intentar esquivar los rebrotes del Covid-19.

En el caso de las empresas catalanas presentes con el apoyo de la Generalitat, el mayor impulso se dio en las startups. Así, mientras que en 2019 participaron 77 en el Mobile World Congress (incluyendo entidades y centros tecnológicos) y 33 en el congreso paralelo para los emprendedores 4YFN, este 2022 han sido 52 las presentes en el MWC, y 50 en el 4YFN. Muchos de quienes acuden con un expositor, repiten de años anteriores, por los contactos que consiguen en la feria y por la rápida evolución del sector, que hace que haya novedades para explicar.

Las empresas catalanas despuntan en ámbitos como el de la salud, la educación y la seguridad, con soluciones basadas en la realidad virtual y aumentada, la inteligencia artificial y el blockchain, y en muchos casos con una trayectoria vinculada de alguna forma a las universidades, cada vez más activas en Catalunya en investigación aplicada y en el apoyo para que las buenas ideas se conviertan en negocios. Algunas tienen ya su producto en el mercado, y otras esperan el despliegue normativo que debe permitir la comercialización de sus prototipos, como las que apuestan por la movilidad del futuro, tanto de personas como de mercancías. Y elEconomista ha hablado con varias de ellas.

En el caso de la inteligencia artificial, Imotion Analytics permite convertir cualquier cámara de vigilancia en un detector automático de personas, objetos e incluso estados de ánimo, con aplicaciones ya en uso en el mercado para el control de aforos, identificación de plazas libres de aparcamiento en exteriores, detección de peleas, segmentación del perfil de visitante de un local (co parámetros como sexo y edad) y control de la experiencia de cliente, entre otros ejemplos. Entre sus clientes ya se cuentan Renfe, Adif, Aena, Ikea y la cadena hotelera Campanile, y también cuenta con socios como Prosegur y Securitas, que pueden ofrecer valor añadido a sus cámaras con la tecnología de esta empresa catalana nacida en 2015.

Más reciente es Inmersia, nacida en 2020 para desarrollar unas gafas 2x1, útiles tanto para realidad aumentada como virtual, con un formato ligero y un precio asequible gracias a un sistema óptico propio que convierte unas gafas de apariencia normal y cristales transparentes en una ventana inmersiva al mundo virtual con el mayor arco de visión disponible hasta la fecha. Está en plena ronda de financiación de 500.000 euros para completar el perfeccionamiento del sistema óptico, y espera tener el producto definitivo para 205, con una versión intermedia alimentada por el móvil en 2023.

El transporte del futuro

También pensando en una solución innovadora y mucho más barata que la competencia actual nació en 2019 la catalana Advanced Air Mobility, un erotaxi de dos plazas para entornos urbanos e interurbanos con una hora de autonomía en vuelo eléctrico en la que puede recorrer hasta 250 kilómetros, y que puede despegar y aterrizar en cualquier helipuerto pese a que no lo hace en vertical, sino en poca distancia horizontal (entre 30 y 50 metros), lo que requiere menos energía. El prototipo, categorizado como utltraligero, ya puede volar con piloto y pasajero, mientras que el futuro pasa por que sea de conducción autónoma y con un precio de unos 200.000 euros, frente a los varios millones de euros de los competidores.

También en el ámbito del transporte, pero en este caso de mercancías, Aldora Tech propone drones para el reparto de última milla de paquetes de hasta 3Kg, con una autonomía de 60 kilómetros a una velocidad de hasta 120 kilómetros por hora. Los drones, mayoritariamente producidos mediante impresión 3D con fibra de vidrio y de carbono como materiales, no requieren aterrizar para hacer la entrega, ya que pueden hacer descender el paquete con una cuerda de hasta 30 metros de longitud. Con una ronda de 300.000 euros abierta ahora, prevé tener 50 drones y facturar un millón para finales de 2023.