La brecha salarial se reduce, pero la desigualdad de género permanece

Según un informe, la brecha salarial en Catalunya se redujo en 2019 por quinto año consecutivo, aunque todavía se sitúa por encima de los 5.000 euros de media mientras otros indicadores indican la clara desigualdad de género reinante en el mercado laboral catalán.

El XXI es el siglo de la imagen y las apariencias. Aparentar que la sociedad avanza, que las empresas son responsables y respetuosas y que lacras como el machismo y el racismo no tienen nada que ver con la toma de decisiones diarias en las grandes corporaciones. A ojos de la sociedad, cualquiera afirmaría que se está haciendo un buen trabajo y, si bien es cierto que se está avanzando en la igualdad de género, en el ámbito laboral el camino a recorrer es aún larguísimo. Así lo corrobora el informe de evolución de la brecha salarial de género en Catalunya en 2019, elaborado por el Observatorio del Trabajo y el Modelo Productivo, que concluye que la diferencia entre lo que cobran hombres y mujeres cayó en 2019, el último ejercicio con datos disponibles, por quinto año consecutivo. Esta afirmación por sí sola sería una gran noticia, pero queda empañada cuando se analizan los datos otorgados por el documento, presentado por Roger Torrent, consejero de Empresa y Trabajo.

Según el informe, el salario bruto anual medio en 2019 fue en Catalunya de 25.968,2 euros, cifra que supone un incremento del 1,6% respecto al año anterior. Por sexos, el salario masculino se situó en los 28.965,4 euros, un 1,1% más que en 2018, mientras que el femenino mejoró más, un 3,1%, pero se quedó en los 22.988,2 euros. La diferencia entre ambos sexos es todavía de 5.997,2 euros de media. Tanto el documento presentado por el consejero de la Generalitat, como otros estudios, indican que la subida del sueldo femenino, más acusado que el masculino, no tiene que ver únicamente con los cambios legislativos que impulsan la igualdad de género, sino porque las subidas del salario mínimo interprofesional podrían incidir de forma más importante sobre las mujeres que sobre los hombres porque “los trabajos más feminizados son los más mal valorados socialmente y los peores retribuidos”.

Otros indicadores de desigualdad

No solo la brecha salarial muestra que la desigualdad de género todavía afecta a un gran número de personas. Otros indicadores, como la tasa de paro o, la tasa de actividad o la distribución de las personas inactivas también contribuyen a retratar un contexto en el que las mujeres siguen estando en inferioridad en el momento de encarar el mercado laboral.

En ese sentido, según el informe Planes de Igualdad y condiciones de trabajo de las mujeres en Catalunya del sindicato CCOO, la tasa de actividad de los hombres de entre 16 a 64 años se sitúa en el 80,7%, mientras que la de las mujeres en el mismo rango de edad en el 75,8%. Como bien apunta el documento, esta segmentación ocurre en mayor medida según sube la edad, ya que las jóvenes de hasta 25 años presentan una mayor tasa de actividad que los hombres hasta esa edad. CCOO lo atribuye a que es un tramo de edad en el que se priorizan los estudios al trabajo, por lo que el dato tampoco es positivo. Si, además de por sexos, se divide también por nacionalidades, la diferencia es aún mayor, con un 81,7% de los hombres extranjeros activos por solo un 71% de las mujeres extranjeras, principalmente por la desocupación de las mujeres de origen marroquí, que no alcanzan el 50% de ocupación.

Otro de los indicadores que con más claridad refleja que queda un largo camino por recorrer es la distribución de las personas inactivas. En este caso, hay más hombres inactivos por estudios, un 20,4% frente a un 16,2%, por jubilación, un 58,6% frente a un 34,3%, y por incapacidad permanente, un 6,7% fente a un 4,9%. Solo en dos casos las mujeres superan a los hombres en este indicador, en la pensión sin jubilación, un 16,6% frente a un 3,1%, y en el de las tareas del hogar, con un 25,8% de las mujeres inactivas renunciando a trabajar por cuidar de su casa frente al 6,4% de los hombres.

¿Cómo mejorar?

La igualdad de género debe es la meta a alcanzar y para ello las administraciones tienen una gran trabajo. Según explicó Roger Torrent, desde el Govern se han impulsado iniciativas como el Plan de Choque de Políticas Activas de Ocupación, que pone a las mujeres como la prioridad. Desde el Servicio de Ocupación Pública de Catalunya se han anunciado inversiones de más de 289 millones para implementar iniciativas específicas que prioricen la ocupación femenina, además de programas exclusivos para mujeres como el fomento de la ocupación Trabajo y Formación línea mujer; cualificación y fomento de la ocupación para mujeres en situación de violencia machista, soporte a las mujeres en el ámbito rural y urbano; y formación profesional para la ocupación y la adquisición y mejora de competencias digitales.

También la ley trabaja en la dirección de la igualdad, con normas como la que obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a aprobar planes de igualdad que se deberá negociar en la forma que se determine la legislación laboral. Además las empresas obligadas a presentar cuentas de pérdidas y ganancias deben garantizar un equilibrio mínimo del 40% - 60% de sexos en sus consejos de administración. No obstante, en Catalunya las mujeres representan solo el 22,8% de los cargos directivos, el 25,3% de los cargos del consejo de administración y el 15,3% de los cargos de dirección general.

Además de las políticas, iniciativas como la Barcelona Woman Acceleration Week, en su segunda edición, también contribuyen a reducir la brecha salarial y a alcanzar la igualdad de género. El evento de este año tendrá lugar entre el 8 y el 10 de marzo y podrá seguirse de forma virtual. Este año, el protagonismo del evento lo tomará el análisis de la edad como uno de los factores que dificultan el desarrollo de la mujer en el mundo laboral, así como la importancia de que existan proyectos educativos en igualdad de género para seguir avanzando hacia una paridad real no solo a nivel laboral, sino también social. Durante el evento se reconocerán los avances en materia de igualdad de género y se expondrán los motivos por los que la cuarte revolución industrial, la digital, puede favorecer la incorporación del talento femenino en un ámbito que, tradicionalmente, ha sido masculino.

Con todo, desde los actores sociales o los sindicatos piden más, porque lo actual no es suficiente. Desde CCOO piden la implementación de la reforma laboral, el incremento del SMI, más planes de formación y educación con perspectiva feminista, más recursos para políticas activas y orientación personal y la ratificación del Convenio 189 de la OIT, que equipare los derechos laborales y de seguridad social de las trabajadoras del hogar. Asimismo, CCOO reclama al estado que “acabe de adaptar la directiva europea sobre conciliación, que tiene que regular igualitariamente los permisos para los cuidados de familiares y las fórmulas de trabajo flexible.