Impossible Bakers cierra una ronda de financiación de 700.000 euros

La compañía ha vivido un inicio fulgurante en el que los clientes desbordaban su capacidad de asumir los pedidos, lo que ha obligado a este obrador digital a crecer rápido invirtiendo en personal, instalaciones y maquinaria para cumplir con sus demandas y sus planes para la empresa.

Nadie dijo que para triunfar en el siglo XXI, se debía innovar tecnológica o digitalmente. Pese a que la gran mayoría de empresas emergentes que buscan crecer y consolidarse pertenecen al sector tecnológico, o ven en la tecnología un pilar de su negocio, Impossible Bakers demuestra que, en realidad, no hace falta. Basta con reconocer una necesidad e intentar satisfacerla, si es de la forma más sencilla mejor. Impossible Bakers, en palabras de Núria Coll, una de las socias fundadoras y directora de comunicación de la compañía, “es el primer obrador que elabora productos de forma artesanal y realiza envíos inmediatos”. La marca elabora productos salados y dulces, bajos en carbohidratos y sin azúcares añadidos.

Impossible Bakers no tiene tienda física. De hecho, su concepción es 100% digital. “Todo es un ecommerce. El obrador no tiene una parte al público, el escaparate es la web”, dice Coll. Lejos de realizar una web desde cero, la marca ha tirado de Shopify, una plataforma que ofrece una página web fácil de usar, fácilmente actualizable, un punto muy importante para Impossible Bakers por la rotación de sus productos, y barato. “Es fácil digitalizar con éxito un producto como el nuestro con una web sencilla, fotos buenas y una presencia efectiva en redes sociales”, explica Coll, que ya contaba con una buena base de seguidores antes de arrancar el proyecto y, por tanto de clientes potenciales.

Inicio meteórico

Quizá por eso, aunque también por un enfoque que da al cliente lo que necesita, atendiendo a sus peticiones con rapidez, es por lo que han crecido tanto en tan poco tiempo. El chef, de hecho, está constantemente creando productos según las demandas de los clientes. Los inicios fueron rápidos. “Nos pusimos en esto pensando que había un nicho que no estaba cubierto en el mercado”, dice Núria Coll. “Los primeros días teníamos miedo porque pensábamos que quizá no había tanta gente dispuesta a comprar nuestros productos, pero el primer mes terminó siendo una locura”, apunta. “Solo podíamos abrir la web durante 15 minutos porque no podíamos satisfacer toda la demanda”, añade. Impossible Bakers vio que el potencial era mucho más alto de lo que creían y no hubo más remedio que crecer rápidamente. “Contratamos personal -en la actualidad son unos 20-, abrimos un segundo obrador y compramos maquinaria, que además es muy cara. Los inversores lo dieron todo. Al minuto de salir validamos el mercado y vimos que era una locura”, detalla la directiva.

El obrador digital factura 100.000 euros al mes, con una estimación de 1,8 millones para 2022, de clientes interesados en su propuesta de panes y dulces basados en la dieta cetogénica, es decir, bajos en carbohidratos, sanos y sin azúcares, buscando alternativas en otros endulzantes más sanos. Siguiendo las peticiones de sus clientes, también han llegado productos sin lácteos o alimentos saludables para niños. “No estamos tocando techo y además no hemos invertido mucho en publicidad todavía. Tenemos una gran rotación de catálogo, con novedades cada semana”, expone Coll. Como principal novedad, la firma ultima un modelo de suscripción al más puro estilo Netflix para que sus clientes no tengan que entrar cada día a comprar lo que necesiten, sino que reciban periódicamente sus productos favoritos sin necesidad de estar pendientes. Además, este modelo de suscripción “es un ingreso recurrente de un cliente que tienes siempre, que tienes que ir mimando, pero que no tienes que ir a buscar cada día”.

Entre sus objetivos para este año, la marca quiere “crear mucha comunidad a través de las acciones que hagamos, crear una familia que quiera a la marca. Hacer una comunidad no es tan fácil aunque haya mucha inversión. Tenemos suerte de que nuestro punto de partida sea este, con gente que piensa que tenemos autoridad, que todo lo hacemos con buenos ingredientes, que obviamente queremos ganar dinero, pero sin renunciar a la calidad”, expone Núria Coll.

Tras una inversión inicial de 250.000 euros, la compañía acaba de cerrar una ronda de financiación de 700.000 euros para, según su directora de comunicación, “ampliar catálogo, para ampliar personal y para hacer crecer la marca invirtiendo en marketing”.

A largo plazo, la compañía Impossible Bakers quiere ser “la empresa referente en España para encontrar una alternativa sin azúcar de verdad, con ingredientes saludables y de primera calidad”. “Queremos estar en todas partes, que la gente sepa que Impossible Bakers es la opción sana y buena. En salado ya somos una referencia en el pan, es lo más vendido”.