Las infraestructuras catalanas, en peligro de colapso este verano

La AP-7 vive atascos continuos tras el levantamiento de peajes y el aumento del tráfico, mientras el Aeropuerto de Barcelona sufre una escasez de personal que provoca largas colas agravadas por la huelga que Ryanair convocó para varios días de junio y julio. También habrá paros en Easyjet.

La imagen romántica del verano que viene a la cabeza de todos cuando pensamos en esta estación es la de una playa paradisíaca y solitaria, la relajación, el calor, las vacaciones, etc. Si bien es cierto que la actividad cae, por todo esto, es también en verano cuando se producen picos de actividad, en ciertas fechas, que ponen en jaque a las infraestructuras de transporte. Cada año llegan noticias sobre congestión, atascos y colas en aeropuertos, pero este año Catalunya está sufriendo una tormenta perfecta que ha provocado un verdadero peligro de colapso en sus infraestructuras.

Empezando por las carreteras, durante la pandemia se produjo un hecho que ahora está provocando un incremento de los atascos y los accidentes en la AP-7: el fin de los peajes. No obstante, no ha sido hasta ahora, con el auge de la actividad y el fin de las restricciones, cuando se han podido ver las consecuencias. La AP-7, en muchos tramos, es un atasco continuo y el incremento del tráfico se ha traducido en más accidentes. De hecho, concentra el 20% de las víctimas mortales de toda la red catalana. Desde el fin de los peajes, en septiembre de 2021, según datos aportados por el Servei Català de Trànsit, se han llegado a registrar retenciones de hasta 23 kilómetros, en muchos casos por averías o accidentes, pero en otros tantos, como la más larga, registrada en El Vendrell en abril, simplemente por el volumen del tráfico. La Roca del Vallès, Martorell, El Vendrell, Gelida, Montmeló, Sant Cugat, el Papiol... son muchos los puntos que habitualmente quedan taponados.

Este hecho ha obligado a la Generalitat a reaccionar, como de costumbre criticando al Gobierno español, al que reclaman que cumpla con las inversiones en infraestructuras. Entre las medidas adoptadas está la habilitación de más carriles adicionales en la AP-7 en fechas concretas y un nuevo carril seguro entre Parets y Sant Celoni, un punto negro en cuanto a accidentes. También se obliga a los camiones a circular únicamente por la derecha y a un máximo de 80 km/h, además de la restricción de circulaciones para estos vehículos todos los fines de semana de este mes de julio. Entran también en juego sistemas de regulación de velocidad variables en tramos críticos para adaptarse al estado del tráfico.

Como siempre, las medidas han airado al sector del transporte, representado por la Coordinadora de Organizaciones del Transporte (COT), que tardó poco en reclamar que la prohibición de la circulación durante los fines de semana tendrá una afectación sobre el 60% de las exportaciones españolas, unos 12.000 camiones diarios, a Europa, que pasan por la AP-7 como vía principal para salir del país. Alegan que los camiones ya pasaban por la AP-7 antes del fin del peaje, pagando y que ahora se les aparta de la circulación. Foment y Pimec, por su parte, valoraron positivamente las medidas para reducir la siniestralidad y la congestión del tráfico, pero la primera advirtió su descontento con las restricciones al transporte de mercancías por carretera, alegando que estas limitaciones deberían ser “mínimas” y solo como último recurso y lamentan que “deberían haberse planificado previamente dialogando con el sector”. Precisamente, diálogo es lo que reclama Pimec, que pide “máxima responsabilidad” y “no estigmatizar el sector del transporte de carreteras porque, dicen, “no son el origen del problema”.

El aeropuerto recupera su actividad

En el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat la amenaza de congestión llega por otras causas. En primer lugar, en febrero se anunció que el aeropuerto ya había recuperado el 91% de los destinos de 2019, y la relajación de las restricciones no ha hecho sino que elevar el flujo de visitantes. Recordemos que, según el Idescat, las pernoctaciones de turistas extranjeros en Catalunya subieron en mayo un 735,1% hasta los 3,48 millones. Además, el aeropuerto recuperó en junio la operativa total de sus terminales tras las obras de remodelación finalizadas en abril de 2021 tras una inversión de 48,2 millones. Después de la apertura del dique sud de la Terminal 1 y la reapertura del dique longitudinal de la misma terminal, el Aeropuerto de Barcelona está cerca de la actividad vista antes de la pandemia.

Pero este no es el problema, ya que el aeropuerto está preparado para este flujo de viajeros. En este caso, el colapso podría llegar por dos hechos clave: la escasez de personal en el control de pasaportes y por la huelga que Ryanair tiene en marcha. Según la Cámara de Comercio de Barcelona, en Barcelona la situación no ha sido tan grave como la vivida en el aeropuerto de Madrid-Adolfo Suárez, pero ha habido afectaciones y “largas colas en los controles de pasaportes” por la escasa dotación de efectivos habilitados para ello en los picos de demanda. Desde la Cámara piden al Ministerio de Interior que actúe para solucionar de manera suficiente y permanente este problema, “que achacan al Brexit, el inicio de las vacaciones y a la ausencia de restricciones”. Además, recuerdan que en 2017 el aeropuerto de Barcelona sufrió el mismo problema y no se le puso respuesta. La Cámara agradece los 90 funcionarios más que llegaron a Barcelona el 20 de junio, pero considera que “es una incógnita saber si serán suficientes”. ACAVE, la asociación de agencias de viajes especializadas, reclama al ministerio más esfuerzos porque consideran insuficiente el refuerzo propuesto.

A todo esto hay que sumar la huelga de Ryanair, convocada por los sindicatos USO y SITCPLA. Hasta el 26 de junio, se habían cancelado más de medio centenar de vuelos, dejando a miles de viajeros en tierra, y se retrasaron otros tantos en España. 14 de las cancelaciones eran con origen o destino en Barcelona y otras cuatro en Girona. Y también va a la huelga el personal de cabina de Easyjet.