Los puertos catalanes aceleran en su electrificación
El Puerto de Barcelona y el de Tarragona se adaptan para permitir la conexión eléctrica para las embarcaciones que atraquen en sus instalaciones para reducir sus emisiones.
Cuando hablamos de descarbonización del transporte, pensamos sobre todo en los coches, porque es el método que afecta a nuestra movilidad. Sin embargo, el sector de la aviación o el sector marítimo deben afrontar el mismo reto, ya que su volumen de emisiones es mucho mayor que el de los automóviles. A nivel de embarcaciones, como en los coches, se aplicarán próximamente medidas para impulsar el uso de combustibles de bajas emisiones o soluciones alternativas para reducir las emisiones. A nivel europeo, en 2025 entrará en vigor la Fuel UE Maritime Regulation, que buscará reducir las emisiones de los barcos en un 75% para 2050, y el año que viene se pondrá en marcha la European Trading Scheme Directive, que propone la compraventa de derechos de emisiones a las compañías para poder navegar. En caso de incumplir las normativas, la Unión Europea podrá multar y denegar el acceso a sus puertos.
Pero no solo los barcos deben descarbonizarse, también los puertos deben adaptarse para ofrecer soluciones para reducir no solo las emisiones de sus actividades, sino también menguar las conocidas como emisiones de atraque. Según la consultora Deloitte, las embarcaciones atracadas, es decir, paradas, en los puertos españoles generaron en 2014 0,5 Mt de dióxidos de carbono, 9.000 toneladas de óxidos de nitrógeno, lo equivalente a 1,2 millones de vehículos en circulación, y 300 toneladas de óxidos de azufre, lo equivalente a la circulación de 30 millones de coches. Estas emisiones no solo tienen un impacto negativo a nivel ambiental y climático, sino que afectan de manera muy negativa a la población de las ciudades que alojan puertos, como son Barcelona o Tarragona, por ejemplo.
Precisamente en ambos puertos ya hay en marcha proyectos para reducir este tipo de emisiones, que pasan principalmente por ofrecer electricidad procedente de fuentes renovables a los barcos para que estos utilicen esta energía en vez de sus motores de combustión para mantener activos sus sistemas. La electrificación es la medida más interesante, ya que supone reducir el 100% de las emisiones. También se contempla el uso de gas natural licuado, eliminando las emisiones de óxidos de azufre y reduciendo drásticamente las de óxidos de nitrógeno.
El Puerto de Barcelona, por ejemplo, aprobó a principios de 2021 un plan de electrificación de muelles con una inversión prevista de cerca de 90 millones de euros para reducir un 50% las emisiones de CO2 para 2030 en comparación con los niveles de 2018, y alcanzar la neutralidad de emisiones para 2050. En este plan, una de las claves para alcanzar sus objetivos pasa por conectar directamente el puerto con la red eléctrica de gran capacidad. Desde el Puerto de Barcelona pedirán para ello conectarse a la nueva Subestación Ronda Litoral de Red Eléctrica, de 220 kV, ubicada cerca del Muelle Príncep d’Espanya en el lado sur de la Ronda Litoral. El plan del Puerto de Barcelona permitirá evitar las emisiones de 100.000 toneladas anuales de gases de efecto invernadero.
En línea con este plan, este pasado mes de enero, el puerto barcelonés publicó la licitación del proyecto piloto para suministrar energía eléctrica a los barcos portacontenedores que operan en la terminal de Hutchison Ports BEST. Este proyecto, licitado por un importe de 5,85 millones de euros, incluye la redacción y ejecución del proyecto, así como el servicio de conexión y desconexión de barcos y el mantenimiento de las instalaciones. Este plan permitirá que estos barcos utilicen energía 100% renovable a partir de puntos de suministro OPS, ya presentes en las instalaciones de MB92 Barcelona, compañía que asegura haber ahorrado hasta nueve millones de kilos de CO2 gracias a su plan de electrificación. Según cuentan desde el Puerto de Barcelona, “algunos barcos portacontenedores que llegan a la ciudad ya están preparados para conectarse a través de los OPS”.
Barcelona, además, cerró 2021 como el puerto del Mediterráneo líder en suministro de gas natural a embarcaciones, con 236 operaciones y 65.050 metros cúbicos suministrados en conjunto.
Puerto de Tarragona
El Puerto de Tarragona también ha iniciado un proceso de descarbonización de sus operaciones, así como de electrificación de sus muelles para ofrecer a los barcos la posibilidad de conectarse a la red eléctrica. En este caso, en noviembre de 2020, el puerto tarraconense realizó una prueba piloto de conexión eléctrica con el buque de Salvamento Marítimo “Punta Mayor”. La potencia total que pudo suministrar con la conexión fue de 86 kW y los buenos resultados obtenidos abrieron la puerta a la futura electrificación de los muelles del puerto. Esta prueba se enmarcó en el nuevo Plan de Sostenibilidad Agenda 2030, con el que el Puerto de Tarragona espera reducir su impacto ambiental durante esta década y reducir la huella de CO2 de la Autoridad Portuaria de Tarragona en un 99%.
Dentro de ese plan se han realizado acciones como la instalación, desde el pasado 4 de octubre, de 588 paneles fotovoltaicos, que representarán una reducción de emisiones de 125 toneladas de CO2 anuales para sus infraestructuras. La inversión realizada para esta instalación fue de 200.000 euros y prevén ahorrar hasta 32.000 euros anuales en la factura energética, quedando la inversión amortizada en cinco años. De estas placas solares, con una potencia nominal de 200 kWn y una producción anual de 420 MWh, saldrá la energía que alimentará la nueva terminal de cruceros que construirá Global Ports Holding Plc (GPH) en el Muelle de Baleares del Puerto de Tarragona.
El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Tarragona adjudicó la nueva terminal a GPH, además de su concesión para 12 años más seis opcionales. GPH invertirá hasta 5,5 millones de euros en construirla y podrá acoger a los mayores cruceros del mundo, con una capacidad de atraque de hasta cuatro barcos simultáneamente, gracias al incremento de 700 metros en la línea de atraque.
Esta nueva terminal permitirá la conexión eléctrica con los barcos, ya que la Autoridad Portuaria destinó parte de los 30 millones invertidos en la construcción del Muelle de Baleares entre 2020 y 2021 a su acondicionamiento para su electrificación, y así reducir significativamente la emisiones de los cruceros atracados. La energía solar servirá también para satisfacer las demandas energéticas de la terminal y sus instalaciones, que ofrecerán servicios para los turistas.