La importancia de que la ideología no limite el beneficio potencial

Meta marca el camino. La compañía estadounidense, antes Facebook, ve en el metaverso el futuro no solo del ocio, sino de parte importante de la sociedad de las próximas décadas. Muchísimos otros actores también lo creen y se han puesto manos a la obra para crear su propia idea de metaverso, incluido los independentistas, que buscarán crear una república catalana digital a falta de poder materializar una república real.

Mucho antes del metaverso, que parece más bien una meta, nunca mejor dicho, para el futuro, que para el presente, llegarán mútliples soluciones digitales que innovarán y cambiarán nuestra forma de consumir. Todo este ecosistema digital creará no solo nuevas formas en las que invertir nuestro tiempo, sino también nuevos modelos de negocio que tendrán, previsiblemente, un impacto económico enorme sobre sectores como el comercio, que se podrán ver beneficiados de estas plataformas en las que podrán colocar sus productos.

Teniendo todo esto en cuenta, parece que en Catalunya han surgido una serie de iniciativas que comparten una idea común: el independentismo. Y es una lástima porque algunos de estos proyectos son muy interesantes y albergan gran potencial. El Catvers, sin ir más lejos, podría ser una gran plataforma para, como bien dicen sus promotores, impulsar la cultura catalana, tan rica como es, o su patrimonio, y darlo a conocer al resto del mundo para hacer que la marca Catalunya sea más global y atractiva, tanto para el turista, como para el inversor. Sin embargo, parece que todo quedará en una especie de plataforma hermética exclusiva para los que hablen catalán, que si bien debe ser impulsado y promocionado, no debería ser un factor excluyente, quedando este mundo virtual de posibilidades cerrado a la población catalana.

También quedará desaprovechado Amazcat, la suerte de Amazon en la que cientos de comercios catalanes venden sus productos. De nuevo, el enfoque independentista de la página web priva de su expansión al resto de España y a otros países, limitando la influencia de los comerciantes que venden sus productos a Catalunya. De nuevo es una lástima porque la calidad de los productos catalanes está fuera de toda duda y Amazcat, bien explotada, podría ser una herramienta para que los productores catalanes pusieran en valor sus productos y pudieran venderlo más allá de Catalunya.

Hay que intentar que la ideología no limite el beneficio potencial. Separar las ansias independentistas en favor de la población y hacer que este ecosistema digital catalán que se está gestando actualmente se convierta en una herramienta para enriquecerse, para promocionar la cultura catalana y sus productos a todo el mundo, no para que muera dentro de las fronteras de la región.