La internacionalización de la economía, un camino lógico en un mundo globalizado

Vamos a ser sinceros. En un mundo cada vez más globalizado y digitalizado, las políticas proteccionistas que buscan renegar de lo extranjero e impulsar únicamente lo local no son las adecuadas. Con esto no queremos decir que hay que abrir las puertas de par en par sin ningún tipo de control, sino que podemos aprovechar las sinergias que nos plantean las compañías de todos los mercados del mundo para ofrecer a empresas y consumidores los mejores productos.

Abrazar el talento extranjero e internacionalizar el propio es otro de los caminos que debemos seguir para crear compañías más fuertes, más completas y adaptadas a los nuevos tiempos. Hace varios meses, en julio de 2021, publicábamos en esta revista que Catalunya todavía sentía el impacto negativo del Procés a la hora de salir fuera de España a buscar inversiones y compañías que quisieran apostar por la región o por Barcelona. Dijimos entonces que las compañías querían hechos y no promesas. Parece, poco más de un año después, que vamos por buen camino.

Las multinacionales ven ahora a Catalunya en un punto más centrado, menos propenso a echarlo todo por la borda por la independencia. Ven estabilidad en las relaciones entre un país, gobernado por el PSOE, y una región, con ERC al mando, con un diálogo fluido en lo importante, aunque lo que quieran vender muchos sea la inacción en los temas derivados del pulso independentista. Aunque con dejar al ejecutivo con poco margen de maniobra, la salida de Junts per Catalunya del Govern puede ser hasta positiva en ese sentido.

Pero no nos confundamos. No debemos caer en la complacencia. Una trampa en la que podemos caer tras revisar los últimos datos y ver que las filiales extranjeras en Catalunya suben, como lo hacen también las catalanas fuera de España y la inversión extranjera va por el camino de subir por primera vez desde 2018. Cabe recordar que, desde 2016, este dato ha empeorado más de un 64% y que ni siquiera las buenas cifras que se prevén para este año se acercarán a las de 2016.

Ejemplos como la pérdida de la fábrica de baterías del Grupo Volkswagen y Seat, y sus más de 10.000 millones de inversión, no se pueden permitir. Sagunt (Comunitat Valenciana) disfrutará del trabajo creado en esa planta, que pudo llegar a Catalunya si el ejecutivo hubiera atendido las demandas del consorcio. Tampoco es admisible lo que ha costado encontrar un candidato viable para la reindustrialización de Nissan, que finalmente será el D-Hub junto a Goodman, en un proceso que ha durado muchos meses más de lo que debía y del que dependen miles de trabajadores, que esperan con ansias volver a trabajar. Vamos por buen camino, pero todavía queda mucho más por recorrer.