El negocio de la dieta sana se alimenta de tradición, innovación y sostenibilidad

Catalunya está sabiendo aprovechar su trayectoria como potencia agroalimentaria con negocios pujantes alrededor de la alimentación saludable que se asientan en la tradición, la innovación y la sostenibilidad, y que abarcan desde el campo hasta la fiambrera del trabajo. Este número de la revista Catalunya repasa algunos ejemplos relevantes y sus proyectos de futuro, si bien son miles las compañías de la región que están apostando por el buen y el bien comer.

El mes de abril arranca con el retorno tras la pandemia de uno de los salones profesionales de alimentación de referencia a nivel internacional, Alimentaria, que en Fira de Barcelona incluye los productos saludables y los tan de moda nuevos alimentos que replican con proteína vegetal los gustos de productos de proteína animal, mientras la ganadería y sus elaborados también trabajan en la optimización de su oferta para hacer llegar al consumidor una alimentación saludable y de consumo responsable.

Los productos químicos están perdiendo terreno en el campo de cultivo y en el plato, con Catalunya al frente de la agricultura y ganadería ecológicas nacionales, y con elaboraciones sin aditivos ni conservantes para consumir en proximidad pero con la máxima calidad. El secreto del éxito está en que el interés creciente por la alimentación saludable es transversal, y abarca desde los jóvenes a los ancianos. Además, las empresas que despuntan entre el resto comparten características como el respeto por el medio ambiente y el acercamiento al consumidor, tanto físicamente como a través de sus necesidades, desde la manera de comprar al momento de sentarse a la mesa, ofreciendo propuestas que nadie antes había puesto en práctica.

También destaca el reclamo del disfrute a la hora de alimentarse, con variedad de opciones saludables sin renunciar a un sabor apetecible, desde las recetas caseras tradicionales a los platos más exóticos, y con un precio asequible de la cesta de la compra. Tampoco hay que olvidar la influencia de la hostelería local, con el prestigio internacional de los restaurantes catalanes que en los últimos años se han alzado como el mejor del mundo o como coleccionistas de estrellas Michelin.

Con todos estos ingredientes se ha conformado una receta de éxito que tiene planes para seguir alimentando a clientes catalanes y también del resto de España, así como internacionales a través de las exportaciones, ámbito en el que Catalunya también es líder nacional, con el sector alimentario al frente de las ventas al exterior. Ahora que con la guerra de Ucrania se ha activado el debate sobre la soberanía alimentaria, que se suma a los efectos del cambio climático, es un momento de retos y oportunidades que Catalunya puede aprovechar.