Vaciar el cajón de las oportunidades perdidas
Hace tiempo que Catalunya está llenando el cajón de las oportunidades perdidas, y algunas ya no tienen marcha atrás, pero hay otras a las que todavía se les puede encontrar solución, como es el caso de la ampliación del Aeropuerto de Barcelona. En este asunto, no solo se puede encontrar una solución, sino que es inevitable hacerlo, ya que en pocos años las instalaciones llegarán a su saturación, pero la velocidad con que se llegue a un consenso influirá mientras tanto en la marcha de la economía, ya que inversores, profesionales, turistas y organizadores de eventos elijen destino teniendo en cuenta la red internacional de comunicaciones disponible.
Las posiciones binarias no llevan a ninguna parte, y se deben buscar los puntos de encuentro intermedios y nuevos planteamientos para superar el debate simplista de afectación ambiental y trabas administrativas. Siempre hay más de una solución posible, pero para ello se requiere apertura de miras y voluntad negociadora, algo hasta ahora ausente tanto en la administración estatal como en la catalana, con gobiernos de coalición lastrados por las discrepancias internas y a los que solo les unen las ansias de poder.
En la política interna catalana, en los próximos meses se puede sumar una nueva oportunidad perdida, la de contar con Presupuestos de la Generalitat para 2022. El Govern liderado por ERC confía en la CUP para sacarlas adelante, pero la formación anticapitalista ya ha dejado claro que de momento no piensan ni en sentarse a escuchar las propuestas porque consideran que no se están cumpliendo los acuerdos del pacto de investidura que brindó la presidencia a Pere Aragonès. Él mismo anunció en su primer debate de política general en el Parlament a finales de septiembre que están en juego 3.500 millones más que en 2020.