Las empresas crean programas de empleo post-Covid

EADA y Caja de Ingenieros, Naturgy o Barcelona Activa, entre otros, cuentan con proyectos que apoyan a emprendedores y personas sin empleo por la pandemia.

Mucho se ha escrito sobre el impacto que ha tenido la pandemia del coronavirus a todos los niveles: económico, laboral, familiar, social... Más allá del impacto sanitario, que es evidente, una de las grandes consecuencias del Covid-19 fue la lluvia de expedientes de regulación temporal de empleo (Ertes) que un gran número de compañías tuvieron que presentar ante la obligación de detener su actividad, así como los miles de negocios que no aguantaron la cuarentena y tuvieron que cerrar. Otros muchos sí aguantaron esos meses, pero la recuperación no ha sido la esperada y han tenido que bajar la persiana. El resultado de todo ello, cientos de miles de personas que han perdido su empleo o que se encuentran en una situación de incertidumbre al no saber cuándo podrán volver a trabajar, muchos de los cuales, además, trabajadores veteranos, de más de 40 años, para los que volver a incorporarse al mercado laboral es muy complicado.

Sin embargo, como en todos los ámbitos, muchas son las iniciativas que han surgido para ayudar a estas personas a mejorar su empleabilidad o a formarse en nuevas materias para poder aspirar a nuevos puestos de trabajo. Como es habitual, las opciones son diversas y tienen diferentes enfoques, pero la gran mayoría buscan ofrecer nuevas competencias a los usuarios para mejorar su desempeño en procesos de selección o en la adquisición de nuevas habilidades para optar a nuevos trabajos. Un ejemplo es el Programa de Búsqueda de Empleo y Transición de Carrera Profesional de EADA, que propuso en verano un programa formativo online que buscó permitir a sus participantes potenciar su carrera profesional y mejorar su empleabilidad. Según EADA, el programa tuvo un enfoque práctico y se proveen recursos a los usuarios que les permitan buscar empleo de manera más consistente. El programa tuvo un precio de 650 euros, aunque la Fundación Caja de Ingenieros financió 50 plazas a “personas que debido a la situación generada por el Covid perdieron sus puestos de trabajo y han tenido que plantearse un cambio de rumbo en su trayectoria profesional”. David Moré Cuesta, de 53 años, fue una de las personas que aprovechó la oportunidad brindada por EADA y Caja de Ingenieros. “El programa me ayudó a redefinir mi perfil de cara a la búsqueda y a poder enfocarme hacia un objetivo concreto y también a poder demostrar el valor que puedo ofrecer e incluso a poder redirigir mi carrera hacia otros sectores y romper con los tópicos, tengas la edad que tengas”, dice Moré. “El curso fue fundamental a nivel psicológico porque precisamente cuando estás en paro a esa edad sientes que muchas de tus certezas y seguridades se derrumban. Con el curso recuperé la autoestima perdida mientras los profesores te ayudaban a recordar y rescatar todos esos aspectos de tu experiencia que te han permitido encadenar distintas experiencias profesionales”, añade Yolanda Peris, que actualmente está impulsando un proyecto editorial propio.

Más oferta formativa

Pero el de EADA es solo uno de los proyectos que han ayudado a personas a encontrar nuevos trabajos. La Fundación Naturgy, por otro lado, firmó un protocolo general con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para actualizar la oferta formativa del organismo público en materia energética con el objetivo de mejorar la empleabilidad de las personas sin trabajo que asisten a las escuelas taller y talleres del SEPE. En este caso, Naturgy se centrará en actualizar el Catálogo de Especialidades Formativas en el ámbito de la energía, la sostenibilidad y el medio ambiente, con el fin de dar respuesta a las demandas de sectores y ocupaciones emergentes vinculados a la eficiencia energética, las energías renovables y las nuevas tecnologías energéticas.

Reducir las desigualdades

Con el foco puesto en la formación y las oportunidades laborales, también hay iniciativas que, orientadas a las mujeres, intentan promocionar el talento femenino para eliminar la desigualdad y reducir la brecha salarial. En este caso, uno de los más populares es el proyecto Women Back to Business, un programa dirigido a mujeres afincadas en las principales ciudades de Portugal y España, entre ellas Barcelona, que decidieron interrumpir, por motivos personales, su carrera profesional y ahora quieren volver a trabajar, pero encuentran dificultades para hacerlo. Esta iniciativa ofrece incorporación a la compañía a través de puestos de trabajo en áreas comerciales, operaciones y de atención al cliente.

En la misma línea se mueve la empresa pública municipal Barcelona Activa, especializada en inserción laboral, que hace tres décadas que trabaja para impulsar la incorporación de las mujeres al mundo empresarial a través de la Escuela de Mujeres Emprendedoras. En esta línea, la entidad lanzó el proyecto Lidera para ampliar la oferta de programas y actividades para ofrecer acompañamiento a todas las mujeres que quieren crecer profesionalmente. Entre sus objetivos, además, están la potenciación del espíritu emprendedor de las mujeres, la creación de entornos de networking que potencien la creación de redes profesionales que fortalezcan las iniciativas promovidas por las mujeres e incrementar la visibilidad de las mujeres profesionales, emprendedoras y directivas para generar nuevos roles que inspiren a nuevas generaciones. “El programa me hizo coger aire, perder el miedo y me dieron mucha seguridad conmigo misma. El hecho de estar acompañada por empresarias te hace ver que si ellas pueden, tu también puedes”, admite Dolors Arroyo, fundadora de BCN Fengh Shui y participante del proyecto. “Las mujeres son buenas en muchas tareas y son más fuertes como líderes. Para una mujer, ser capaz de abandonar la zona de confort y empezar de cero es una gran oportunidad para crecer”, dice Farida Hussain, representante de la Professional Women’s Network Barcelona, una red colaboradora de Lidera.