Wallbox cierra una ronda de 33 millones para su crecimiento global
Wallbox nació en 2015 y, desde entonces, ha crecido hasta convertirse en una multinacional que opera en países como China y Estados Unidos, además de Europa, y cuenta con 400 trabajadores, que doblará este año, con su propuesta de carga inteligente para vehículos eléctricos
Estar en el sitio correcto en el momento preciso. A veces, todo se reduce a eso. Después, el talento, las buenas ideas y el saber hacer hacen el resto, pero sin un golpe de efecto, motivado por una persona, un momento histórico concreto o un hecho en particular, es muy difícil arrancar. Wallbox es una de esas empresas que tenían muy claro hacia dónde iba el futuro, tenían un producto efectivo para convertirse en un actor importante en el mismo y, encima, nacieron en el momento idóneo. Así lo admite Enric Asunción, consejero delegado y cofundador de Wallbox.
“En 2015 -año en el que nace la empresa- no era muy pronto para el coche eléctrico, porque no era obvio que fuera el futuro. Si hubiéramos nacido antes nos habría costado arrancar y un año más tarde hubiéramos ido, precisamente, tarde”, dice. Wallbox desarrolla y produce cargadores de vehículos. Empezaron por un cargador para particulares, para la casa privada de cada conductor. “Antes trabajé en Tesla y vi la necesidad de la carga en casa, una carga inteligente, porque en casa tienes una potencia limitada. Todos estaban enfocados en la carga en la calle, puntos estáticos. Creamos Wallbox para dar la solución a esa necesidad”, explica Asunción. El resultado es, en apenas seis años, una multinacional que opera en China, Estados Unidos y Europa y cuenta ya con más de 400 trabajadores. Actualmente, además de sus cargadores para casa, Wallbox vende un cargador inteligente que permite cargar, pero también descargar el coche, es decir, usar la batería del coche como fuente de alimentación y almacenaje de energía para el hogar. El Quasar, el cargador en cuestión, se presentó en 2020 y ganó el premio ‘Best of CES’ del CES de Las Vegas del mismo año. En el futuro, lanzarán el Supernova, un cargador rápido para la calle.
Levantando 33 millones pese al Covid-19
Wallbox ha cerrado una ronda de 33 millones de euros para cumplir tres objetivos. “El primero es la expansión comercial con un enfoque importante en Estados Unidos, donde el cambio político apuesta mucho por la electrificación, además de la expansión por Europa”, expone Asunción. “El segundo es la fabricación. Debemos tener capacidad para producir el Supernova. Por último, es el desarrollo de nuevos productos, que lanzaremos en breve”, añade. El directivo confirma que, además, se contratarán a 400 nuevos empleados en 2021, es decir, que doblarán su plantilla en plena pandemia. La industria del automóvil se está electrificando a marchas forzadas y a Wallbox le viene muy bien.
De hecho, 2020 fue un buen año para la compañía productora de cargadores. Asunción admite que sí notaron el Covid, con “una bajada importante de las ventas entre abril y mayo”, pero también confiesa que “a partir de junio, cuando la mayoría de países empezaban a desbloquear los confinamientos, el crecimiento fue mucho más rápido de lo que esperábamos. En términos de coches eléctricos, se están alcanzando ya objetivos para 2022”. El año pasado, la firma triplicó ventas.
Wallbox es ya un actor importante en el sector de la movilidad eléctrica, pero su ambición es mucho más grande. “Queremos ser el líder global en la carga de eléctricos. Ser un player grande y relevante es importante. El coche forma parte de la transición energética y queremos formar parte”, afirma.